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   Vol. 69/No. 32           August 22, 2005  
 
 
Cinco patriotas cubanos presos
en EE.UU. ganan nuevo juicio
(portada)
 
POR PAUL PEDERSON  
Marcando una victoria en la lucha para ganar la libertad de cinco revolucionarios cubanos que han pasado los últimos siete años en prisiones norteamericanas por cargos fabricados, el tribunal del Onceavo Circuito de Apelaciones en Atlanta falló el 9 de agosto que ellos no recibieron un juicio justo debido al “prejuicio impregnante en la comunidad” en Miami, donde fueron juzgados en 2002, y los comentarios inadecuados de los fiscales. El equipo de tres jueces revocó las sentencias y ordenó un nuevo juicio en otra ciudad.

La anulación de las sentencias significa que desde el punto de vista legal “mi cliente es ahora inocente”, dijo el abogado Paul McKenna, quien representa a uno de los cinco, Gerardo Hernández, en una conferencia de prensa telefónica a sólo horas de conocerse la decisión.

“Mi primer esfuerzo será sacarlo de esa prisión de máxima seguridad. El no está sentenciado de nada”, dijo McKenna, añadiendo que los abogados defensores pedirán que los cinco sean puestos en libertad bajo fianza mientras esperan el nuevo juicio. Los cinco han estado encarcelados desde 1998, cuando fueron arrestados por la FBI durante la administración de Clinton.

“Lo que debe hacer el gobierno norteamericano es ponerlos en libertad inmediatamente”, dijo Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional en Cuba, según el semanario cubano Granma Internacional. La dirección revolucionaria de Cuba ha estado librando una campaña energética para obtener la libertad de los cinco, tanto dentro del país como a nivel internacional.

“Nos queda un largo camino para que regresen a Cuba”, dijo Adriana Pérez, quien está casada con Hernández, “pero hemos resistido, y nos llena saber que defendemos una causa justa porque han mantenido sus posiciones y no se han doblegado a pesar de las injusticias cometidas contra ellos”, declaró al Granma Internacional.

Pérez y otros familiares de los Cinco de Cuba, como los llaman sus partidarios, se encuentran en Caracas, Venezuela, participando en el Décimo Sexto Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

El fallo es “una verdadera victoria”, dijo Max Lesnik, un líder de la Alianza Martiana basada en Miami, en una entrevista telefónica el 10 de agosto. “Estas personas son inocentes. El único espionaje que cometieron fue el de proteger al pueblo cubano y al americano del terrorismo de la comunidad derechista cubana en el exilio”. Alianza Martiana es un grupo cubano-americano que se opone al embargo norteamericano contra Cuba.

Gerardo Hernández, Fernando González, René González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino fueron declarados culpables en un juicio en 2001 por cargos fabricados de conspiración de cometer espionaje, de actuar como agentes extranjeros sin licencia, y—en el caso de Hernández—de cometer asesinato. Guerrero y Labañino recibieron sentencias perpetuas y René González y Fernando González recibieron 19 y 15 años respectivamente.

Hernández recibió, y estaba sirviendo doble sentencia perpetua. Fue acusado por los fiscales de ser responsable de las muertes de cuatro pilotos en 1996, miembros del grupo derechista Hermanos al Rescate, quienes fueron derribados por la fuerza aérea cubana mientras llevaban a cabo violaciones provocativas en el espacio aéreo cubano.

Los cinco revolucionarios cubanos se encontraban en Estados Unidos en una misión del gobierno cubano para controlar las actividades de organizaciones contrarrevolucionarias cubano-americanas basadas en Miami que tienen un historial de llevar a cabo ataques violentos contra Cuba con la complicidad del gobierno de Estados Unidos.

Los jueces de la corte de apelaciones citaron numerosos ejemplos—desde la selección del jurado, hasta el testimonio en el tribunal, y el despliegue sensacionalista de los medios de comunicación que rodeo al juicio, así como “la utilización del gobierno de declaraciones inflamatorias durante las presentaciones finales”—como factores que hicieron imposible que los cinco recibieran un juicio justo.

Por ejemplo, durante la selección del jurado, el individuo seleccionado como presidente del jurado, David Buker, dijo que él creía que “Castro es un dictador comunista y como yo me opongo al comunismo me gustaría verlo irse”. Docenas de posibles jurados fueron descalificados porque dijeron que no podían dar un fallo imparcial por las amenazas de retribución de fuerzas derechistas cuando regresaran a sus trabajos y comunidades en Miami. Durante el juicio, algunos de los jurados se quejaron de estar siendo filmados por reporteros de estaciones de televisión derechistas cuando salían de la corte, incluyendo los números de las placas de sus autos.

El abogado de Guerrero, Leonard Weinglass, explicó que el Procurador General ahora tiene que elegir entre demandar que el pleno del tribunal de apelaciones revise el fallo del equipo de tres jueces o aceptar la decisión y prepararse para un nuevo juicio. Si no se concede la apelación, dijo, entonces se supone que los cinco deberían ser transferidos a un centro de detención en Miami. Luego de ser declarados culpables, los cinco fueron enviados a distintas prisiones lejos uno del otro como parte de los esfuerzos de Washington de aislarlos de sus partidarios y doblegarlos.

McKenna agregó que ellos renovaran su petición para que se permita visitas de sus familiares de Cuba. Tanto a Adriana Pérez como a Olga Salanueva, esposa de René González, se les ha negado repetidamente la entrada a Estados Unidos para visitar a sus esposos encarcelados. El Comité Nacional por la Libertad de los Cinco ha lanzado una nueva campaña para exigir al gobierno norteamericano que conceda visas de entrada inmediatas para Pérez y Salanueva.  
 
 
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