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   Vol. 69/No. 40           October 17, 2005  
 
 
Unidad ‘antiterrorista’ francesa
ataca a marineros en huelga
Estallan protestas en Córcega y Marsella
(Artículo principal)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
El 28 de septiembre un escuadrón “antiterrorista” francés, desplegando cinco helicópteros con 50 comandos, asaltó a un grupo de marineros corsos en huelga que habían tomado un ferry que viajaba entre Francia y Córcega, una colonia francesa. Los marineros, miembros del Sindicato de Trabajadores Corsos (STC), pararon labores para oponerse al plan del gobierno francés de privatizar la naviera estatal Sociedad Nacional Marítima Córcega-Mediterráneo (SNCM).

Al mismo tiempo, sindicalistas en Marsella, en el sur de Francia, salieron en huelga contra la SNCM el 21 de septiembre, ocupando barcos de la empresa. Seis días más tarde los obreros portuarios paralizaron el puerto.

El primer ministro francés Dominique Villepin dio la orden para la redada. El asalto muestra que París está comenzando a usar la “guerra antiterrorista” contra el movimiento obrero.

En respuesta, hubo protestas y más huelgas por toda Córcega. Nueve sindicatos y otros grupos organizaron una manifestación de el 1 de octubre en la ciudad corsa de Bastia. El día antes, los trabajadores del aeropuerto y bomberos en Córcega lanzaron una huelga de solidaridad con los marinos en huelga.

La policía atacó a los marinos en huelga en Ajaccio. Los huelguistas, con camiones y tráileres, bloqueaban el acceso a la única embarcación de carga en el puerto. Poco después, la policía tomó por asalto dos terminales petroquímicas en el puerto de Marsella que los trabajadores habían ocupado durante seis días. Los estibadores salieron en una huelga de solidaridad.

Alain Mosconi, dirigente de la seccional de estibadores y marineros del STC, anunció el 2 de octubre que se había quitado el bloqueo de los puertos corsos, lo cual permitió que salieran los turistas y que entraran medicinas a la isla.

En Francia se lanzó una huelga nacional el 4 de octubre para exigir alzas salariales en el sector público y protestar contra nuevas leyes antisindicales. La solidaridad con los huelguistas de la SNCM fue un tema de las manifestaciones en Marsella, donde marcharon decenas de miles de trabajadores, entre otras ciudades.

La privatización de la naviera eliminaría unos 400 empleos entre los 2 400 trabajadores en la empresa estatal. Unos 40 miembros del STC salieron de Marsella con el ferry Pascal Paoli el 27 de septiembre para mostrar su oposición a la privatización. No había pasajeros.

Al día siguiente, 50 hombres encapuchados del grupo paramilitar de intervención policial, apoyados por francotiradores desde el aire, asaltaron el barco. Obligaron a los marineros a arrodillarse mientras sus oficiales eran esposados.

Los policías franceses obligaron a la tripulación a llevar el barco de vuelta a Toulon. Cuatro de los dirigentes sindical en el buque fueron arrestados bajo cargos de secuestro; enfrentan una posible sentencia de 20 años de prisión. Fueron excarcelados dos días después. Fueron recibidos como héroes por multitudes en Córcega.

Entre los que denunciaron el ataque estilo comando estaba Jean-Guy Talamoni, dirigente de un grupo independentista corso. “Es un operativo desproporcionado por parte del policía y del ejército colonial francés contra trabajadores sin armas”, dijo a la prensa.

En una entrevista telefónica desde Marsella, Marc Kinzel informó que miembros de la Confederación General del Trabajo empezaron a ocupar unos 10 buques de la SNCM el 21 de septiembre. Actuaron en respuesta al ultimátum del gobierno, que insistía que los trabajadores debían aceptar la privatización completa de la compañía o, de lo contrario, la empresa sería liquidada. Kinzel, miembro de la CGT es uno de los trabajadores en huelga.

El STC se sumó al paro cinco días después de que comenzara en Marsella, dijo. “La huelga está entrelazada con la cuestión nacional”, dijo Kinzel. “Los marineros corsos tienen su propia central sindical, el STC, que aboga por la independencia nacional de Córcega”.

El gobierno de Francia se apoderó de Córcega en 1768. La lucha por la autodeterminación ha sido un factor importante en esa nación por más de dos siglos. En 2003, los 260 mil isleños votaron en contra de un plan de autonomía que París había promovido para perpetuar la situación colonial en la Córcega.  
 
 
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