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   Vol. 70/No. 23           19 de junio de 2006  
 
 
Líder de local 789 del UFCW aplaude
victoria de mineros en Co-Op
(portada)
 
POR NELSON GONZALEZ  
ST. PAUL, Minnesota—“Quiero felicitarlos por su victoria”, dijo Bernie Hesse, director legislativo del local 789 del sindicato de la industria alimenticia UFCW en el Militant Labor Forum que tuvo lugar el 27 de mayo en esta ciudad para celebrar la victoria reciente de los mineros de Co-Op en una batalla que duró dos años y medio contra C.W. Mining, los dueños de la mina Co-Op en Huntington, Utah.

“Estamos listos para divulgar las noticia sobre esta importante victoria y sobre lo que los trabajadores pueden lograr cuando no permitimos que los patrones nos dividan y nos mantenemos unidos”, dijo Hesse.

El funcionario del UFCW se estaba refiriendo al acuerdo logrado recientemente que pone fin a una demanda que la C.W. Mining había iniciado en 2004 contra 16 ex mineros de Co-Op, el sindicato minero UWMA, otros partidarios de la lucha por ganar la representación del UMWA en la mina, y los periódicos que habían informado sobre la lucha. Como parte del acuerdo la compañía abandonó su demanda por difamación contra los acusados que aún quedaban en la demanda, el UMWA, el Militante y la organización Trabajos con Justicia de Utah.

Hesse explicó que el apoyo del local 789 del UFCW a la lucha de los mineros de Co-Op surgió de la lucha de este local para organizar un sindicato en Dakota Premium Foods, una matanza en South St. Paul.

Muchos de ustedes aquí presentes estuvieron involucrados en la lucha de los trabajadores de Dakota Premium para organizar un sindicato, dijo Hesse. “Fue a través de esta lucha inspiradora que uno puede ver a los trabajadores tomar propiedad de sus luchas, que las relaciones construidas entre ellos fue lo que los llevó a dar apoyo a los trabajadores de Co-Op

“La seguridad en el trabajo fue uno de los asuntos principales por los que los trabajadores de la Co-Op establecieron contacto con el UMWA”, dijo Bill Estrada, uno de los dirigentes de la campaña de sindicalización en Co-Op, y el orador principal del foro. “Nuestra experiencia mostró que los inspectores de las minas sólo daban un jalón de orejas a la compañía cuando informábamos sobre condiciones peligrosas. Aprendimos que tenemos que depender de nosotros mismos y no en las leyes o agencias del gobierno. Este es exactamente el mismo asunto grave que confrontan todos los mineros y los sindicatos hoy día”.

Solo hay una forma de parar las muertes en las minas, usando el poder de los sindicatos. Necesitamos comités de seguridad del sindicato que tengan el poder de cerrar una mina insegura. Ningún minero tiene que morir”, dijo Estrada.

Estrada hizo una reseña de los eventos más importantes de la campaña por ganar la representación del UMWA en Co-Op, la cual empezó en septiembre de 2003. En Septiembre de 2004 los patrones mineros y su aliada Asociación Internacional del Sindicato de Trabajadores Unidos (IAUWU) iniciaron una demanda por difamación contra los mineros, el UMWA y muchos de sus partidarios, explicó Estrada. En víspera de las elecciones por representación sindical, la compañía despidió a 30 mineros partidarios del UMWA alegando que la mayoría no tenia documentos para trabajar legalmente en Estados Unidos. Muchos de ellos habían trabajado en Co-Op por muchos años con los mismos documentos.

“Esto es un asunto muy importante hoy en día cuando millones de trabajadores inmigrantes están marchando en las calles”, dijo Estrada. “El movimiento obrero debe ponerse al frente de la lucha para exigir leyes que otorguen legalización inmediata, sin condiciones, para todos los inmigrantes”.

Estrada invitó a todos los presentes a participar en una celebración de la victoria que los ex mineros de Co-Op están organizando en la sede del Distrito 22 del UMWA en Price, Utah el 4 de junio.

Entre los asistentes al foro había trabajadores empacadores de carne, ferrocarrileros, activistas pro derechos de inmigrantes y estudiantes. Pablo Tapia, un dirigente de la organización pro derechos de inmigrantes ISIAH y Dave Riehle, un funcionario del sindicato de transportistas UTU, también estuvieron presentes. Los participantes contribuyeron 600 dólares al Fondo de Lucha del Militante. Un fondo establecido para recabar fondos para la defensa legal del Militante y para divulgar lo que estaba en juego para todo el movimiento obrero en la lucha para derrotar la demanda, que trataba de acallar a los sindicalistas y periódicos que informaron y apoyaron la causa.  
 
 
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