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   Vol. 70/No. 24           July 3, 2006  
 
 
Se lanza reforma agraria en Bolivia
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
El presidente boliviano Evo Morales anunció a principios de junio un amplio plan de reforma agraria, otorgando títulos de unos tres millones de hectáreas de tierra estatal a campesinos sin tierra. La medida se produce como respuesta a la creciente ocupación de tierras ociosas. Un mes antes, el gobierno boliviano nacionalizó la industria del petróleo y de gas natural del país.

Al dirigirse a miles de campesinos indígenas concentrados el 3 de junio para recibir títulos de propiedad en la ciudad oriental de Santa Cruz, Morales dijo que “Devolver la tierra significa que estamos recuperando todos los recursos naturales, estamos nacionalizando todos los recursos naturales”. Dijo también que unos 20 millones de hectáreas de tierras públicas—alrededor de dos veces el tamaño de Portugal—iban a ser distribuidas a campesinos sin tierras durante los próximos cinco años. CNN informó que el gobierno ha dicho que va a confiscar “solo la tierra sin cultivar, la tierra que había sido obtenida ilegalmente, o la tierra utilizada para la especulación”.

“Los terratenientes, las empresas extranjeras, los partidos políticos que han dominado este país nos quitaron nuestra tierra y esa es la razón por la que vivimos en la miseria”, dijo William Chacaray, un dirigente indígena guaraní, en la ceremonia en Santa Cruz, según informes de prensa.

Bolivia es uno de los países más pobres de Latinoamérica. El Instituto Nacional de Estadísticas señala que alrededor del 63 por ciento de los 9.2 millones de habitantes vive por debajo del índice de pobreza oficial del gobierno. En las zonas rurales esta cifra se acerca más al 80 por ciento.

Según un informe reciente de la iglesia católica, casi el 90 por ciento de la tierra productiva de Bolivia es propiedad de 50 mil familias, a la vez que millones de campesinos carecen de acceso a la tierra o lo tienen de forma muy limitada. Un estudio del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas explica que en las tierras bajas agrícolas que comprenden los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Chuquisaca, 100 familias poseen 25 millones de hectáreas, mientras que 2 millones de familias de pequeños agricultures tienen acceso a solo 5 millones de hectáreas.

En respuesta a los anuncios de una más amplia reforma agraria, reforma iniciada a un paso mucho menos acelerado 10 años atrás, la Confederación Agropecuaria Nacional, que representa a los terratenientes más grandes del país, anunció que formarían sus propias escuadrones de “autodefensa”.

“El gobierno no está frenando las ocupaciones de tierras y ante esa situación los empresarios agropecuarios hemos decidido tomar acciones por nuestra cuenta”, dijo a los medios de comunicación José Céspedes, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente.  
 
Avanza campaña de alfabetización
Entretanto, la campaña para enseñar a los trabajadores y campesinos de Bolivia a leer y a escribir continúa avanzando. El programa empezó en marzo con la asistencia del gobierno cubano, el cual está facilitando asesores voluntarios, materiales de lectura y 30 mil televisores.

En la ciudad de Cochabamba, el 6 de junio se acogió a los primeros mil graduados del programa de alfabetización Yo sí puedo. Hasta el momento hay 5 mil centros de aprendizaje a nivel nacional. El ministro de educación de Bolivia, Félix Patzi, dijo que la meta de la campaña es enseñar a leer y escribir a cerca de 1.2 millones de personas mayores de 15 años, y poder declarar al país en su totalidad libre de analfabetismo para finales de 2008.

“El programa está enseñando a leer y escribir a 100 mil bolivianos”, informó Prensa Latina el 31 de mayo. “La segunda etapa se propone beneficiar a otros 200 mil ciudadanos, mientras que las tercera y cuarta etapas tendrán un carácter bilingüe y se dirigirán a las comunidades indígenas”.

Al mismo tiempo, más de 700 doctores cubanos proveen asistencia médica gratuita a bolivianos en 188 ciudades y pueblos de todo el país. El embajador cubano en Bolivia, Rafael Dausá, dijo a Prensa Latina que la brigada médica cubana ha tratado a 570 mil pacientes y salvado más de mil vidas en solo tres meses.

“Doy gracias a Dios que han venido a ayudar a la gente pobre como nosotros”, señaló Margarita Moya, de 50 años de edad, a la agencia de noticias Reuters, mientras esperaba su cita en la clínica para ver a un oculista cubano. “Gracias a ellos he recuperado la vista y puedo seguir trabajando”.

Mientras tanto, unos 400 doctores bolivianos realizaron una huelga de un día el 1 de junio para oponerse a la presencia de médicos cubanos en el país. “Creemos que la salud del pueblo boliviano debería ser manejada por bolivianos”, dijo a Reuters el dirigente de la huelga y presidente del Colegio Médico de Bolivia, Fernando Arandia.

Los gobiernos de Cuba y Venezuela están también prestando ayuda para establecer clínicas médicas que ofrezcan asistencia médica gratuita y de calidad para todos, en zonas de Bolivia donde con anterioridad el pueblo trabajador ha tenido poco o ningún acceso a tratamiento médico.  
 
 
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