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   Vol. 70/No. 24           July 3, 2006  
 
 
Cómo chinos y otros inmigrantes
asiáticos fueron excluidos de EE.UU.
(especial/primero de cinco artículos)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
La clase gobernante de Estados Unidos está envuelta hoy en día en debates y discusiones sobre como “reformar” sus leyes de migración. Su objetivo es regularizar el status migratorio de algunos de los 12 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, para obtener un mayor control sobre esta sección de la clase trabajadora y mantener una reserva estable de mano de obra que puede ser superexplotada.

La mayor parte de la clase gobernante norteamericana favorece la creación de algún tipo de programa de “trabajadores huéspedes”, que otorgaría la residencia temporal a los trabajadores indocumentados, y sería extendida a cierto número de futuros inmigrantes. Después de pagar costosas multas y registrarse en una base de datos federal, los trabajadores temporales tendrían que ser empleados por medio de un registro de trabajos organizado por el gobierno por un periodo de seis años, de lo contrario perderían su status y podrían ser deportados.

Al mismo tiempo, los legisladores de Estados Unidos están discutiendo los pasos a seguir para incrementar el número de policías y la construcción de cercas a lo largo de las 2 mil millas de frontera entre Estados Unidos y México.

Una minoría en la clase gobernante norteamericana está presionando para que se adopten medidas que avancen la criminalización de los indocumentados. El proyecto de ley Sensenbrenner, aprobado por la Cámara de Representantes en diciembre, convertiría en un delito grave ser inmigrante indocumentado y considera como delincuentes a aquellos que ofrezcan ayuda a los indocumentados. Esta propuesta ha provocado las manifestaciones más grandes en la historia de los trabajadores inmigrantes en ciudades a lo largo de todo el país en las semanas recientes.

El número de trabajadores inmigrantes que entraron a Estados Unidos en los años 90, excedieron los 9 millones, mucho mayor que la inmigración previamente registrada como la más grande que consistió de 8.8 millones en el periodo de 1901-1910. En la primera década del siglo 20, el 92 porciento vino de Europa. Ochenta años después ésta cifra se ha reducido al 14 porciento, mientras que el 49 porciento ahora viene del Continente Americano. la mayoría de México y a través de la frontera con México de otros países latinoamericanos.

Para entender mejor las propuestas actuales de “reforma” migratoria de los patrones, es útil revisar cómo la clase gobernante estadounidense ha enfrentado la inmigración en el pasado. Este artículo cubre el periodo desde 1880 hasta 1920.

En 1882 el Congreso aprobó la primera ley federal restringiendo la inmigración a Estados Unidos, la Ley de Exclusión China. Esta ley interrumpió la inmigración de trabajadores chinos, los comerciantes, estudiantes y diplomáticos eran eximidos, y declaró que los chinos que ya se encontraban en el país no tenían derecho a convertirse en ciudadanos norteamericanos. La ley estuvo vigente por 61 años, y no fue revocada sino hasta diciembre de 1943. Sus patrocinadores usaron a los trabajadores chinos como chivos expiatorios, alegando que ellos estaban robando trabajos “americanos”.

Los chinos comenzaron a llegar en grandes cantidades a Estados Unidos después de 1850 como parte del acelerado desarrollo capitalista del país de costa a costa. Enfrentando una discriminación sistemática, fueron forzados a los peor pagados trabajos como la construcción de ferrocarriles y fueron forzados a vivir en guetos segregados. En 1885 y 1887, las leyes de trabajo conocidas como ‘Alien Contract Labor Laws’ profundizaron las restricciones a la inmigración de obreros contratados de procedencia extranjera.

Más restricciones a la inmigración fueron añadidas cuando Washington entró a la Primera Guerra Mundial. En 1917 el Congreso aprobó una ley que exigía que los inmigrantes pasen un examen de alfabetización para demostrar que podían leer y escribir en su lenguaje natal. También incluía una cláusula que prohibía la inmigración del sur y el sureste de Asia, la cual estuvo vigente hasta 1952.

Citando ésta ley de 1917 prohibiendo inmigración de Asia, la Corte Suprema determinó en 1923 en el caso ‘Estados Unidos contra Bhagat Singh Thind’ que aquellos que vivían en Estados Unidos pero eran procedentes de India no tenían derecho a convertirse en ciudadanos norteamericanos. Esta decisión produjo la desnaturalización de aquellos que previamente habían obtenido la ciudadanía. En California, donde residía un gran número de chinos, una ley en 1913 prohibió a aquellos que no tenían derecho a la ciudadanía comprar o rentar tierra.

En 1921, cuando 700 mil trabajadores europeos inmigraron a Estados Unidos, el Congreso aprobó la ley conocida como el ‘Emergency Quota Act’. Esta ley estableció límites basados en la nacionalidad. La inmigración europea no debía exceder los 356 mil anuales. La inmigración estaría limitada a no exceder el 3 porciento de la población de una nacionalidad dada que ya vivía en Estados Unidos basándose en el censo de 1910. Cuotas anuales fueron establecidas para Europa del este y del sur que eran menos de un cuarto de lo que fueron antes de la Primera Guerra Mundial.

El sistema de cuotas se estableció permanentemente y el límite fue reducido con la ley de Inmigración de 1924. La cuota anual a nivel mundial se redujo a 165 mil. En un esfuerzo descarado para limitar la inmigración de Europa del este y del sur, cuotas anuales fueron establecidas de un 2 por ciento de cada nacionalidad según las cifras del censo de 1890. Esto redujo drásticamente la inmigración de Polonia, Italia, Checoslovaquia, Rusia, los Balcanes, Portugal, Hungría, Lituania, Letonia, España y Estonia en un 87 porciento, a menos de 20 mil. Solo 3 845 fueron admitidos anualmente de Italia, 2 248 de Rusia, 131 de España y 100 de Grecia.

Al firmar esta ley, el Presidente Calvin Coolidge declaró, “Todos los objetivos de nuestras instituciones sociales y del gobierno fracasarán a menos que América se mantenga Americana”. La ley, sin distinción alguna entre inmigrantes y refugiados, impidió que muchos europeos del este huyeran a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

La legislación redujo considerablemente la inmigración. De 1924 a 1947, solo 2.7 millones de inmigrantes entraron a Estados Unidos, un total comparable al de un periodo de dos años antes de la Primera Guerra Mundial. Durante la depresión de los años 30 solo 528 mil inmigraron a Estados Unidos. Por primera vez, el número de los que salieron del país excedió el número de los que entraron.

La ley requería que todos los inmigrantes obtuvieran una visa para entrar a Estados Unidos. El sistema de cuotas, sin embargo, no se aplicaba a los países del hemisferio oeste. Esta legislación estuvo vigente hasta 1965.
 
 
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