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   Vol. 70/No. 45           27 de noviembre de 2006  
 
 
Pakistán: miles protestan ataques de
misiles apoyado por Washington
(portada)
 
POR SAM MANUEL  
Miles de personas participaron en manifestaciones en varias ciudades de Pakistán el 31 de octubre para protestar contra el bombardeo con misiles de una escuela religiosa que mató a unas 80 personas el día anterior en la ciudad de Chingai, cerca de la frontera con Afganistán. En el mitin, prominentes ministros islámicos culparon al ejército paquistaní así como a Washington.

El gobierno encabezado por el general Pervez Musharraf se ha visto bajo intensa presión de Washington para que ataquen a las fuerzas aliadas con el Taliban basadas en Pakistán, quienes han incrementado sus ataques dentro del vecino Afganistán.

En la ciudad fronteriza de Khar unas 10 mil personas, muchos de ellos simpatizantes de grupos islámicos, protestaron contra el ataque a la escuela. Hubieron protestas similares en Karachi, Peshawar, y otras ciudades por todo el país.

Muchos diputados locales y ministros del gabinete del gobierno regional resignaron sus puestos en señal de protesta contra el bombardeo, aumentando las dificultades que confronta el gobierno de Musharraf, quien ha estado tratando de obtener apoyo en esta parte del país, en la cual tienen peso las fuerzas que apoyan al Taliban y a al-Qaeda.

Funcionarios tanto en Washington como Islamabad negaron que Estados Unidos estuviera involucrado en el bombardeo. Según la Prensa Asociada, funcionarios pakistaníes insistieron que el ataque fue realizado por el propio ejército pakistaní, aunque aceptaron al mismo tiempo que el ataque fue realizado basándose en información recogida por las fuerzas de inteligencia de Estados Unidos.

Funcionarios del gobierno dijeron que helicópteros pakistanies lanzaron cinco misiles contra la escuela. Sin embargo, testigos presénciales dijeron que los misiles fueron disparados desde un vehículo norteamericano sin piloto humano, según la AP.

Supuestamente el blanco del ataque era Ayman al-Zawahiri el dirigente número dos de al-Qaeda.

En enero, misiles lanzados desde un vehículo norteamericano fueron lanzados contra otra ciudad fronteriza en un intento similar para matar a al-Zawahiri.

Un informe de la Junta de Coordinación y Monitoreo Conjunto dijo que el número de ataques realizados contra el gobierno afgano y las fuerzas de la OTAN en Afganistán por partidarios del Taliban ha aumentado de 300 al mes en marzo a 600 en septiembre. En lo que va del año unas 3 700 personas han muerto como resultado de estas luchas.

El 8 de noviembre en un ataque suicida un hombre detonó los explosivos que llevaba consigo en un campo de entrenamiento militar en el noroeste de Pakistán matando a por lo menos 42 reclutas del ejército, según informes de funcionarios del gobierno.

Washington ha estado presionando a Pakistán para que ayude más en la lucha contra los partidarios del Taliban y al-Qaeda en la frontera entre Pakistán y Afganistán.

El 11 de noviembre se reunieron en Kabul altos funcionarios militares de la OTAN, Afganistán y Pakistán para revisar planes para establecer un centro conjunto con el fin de compartir servicios de inteligencia relacionada con la "guerra contra el terrorismo", informó la Agence France-Presse.

El gobierno de Musharraf, ex partidario del régimen del Taliban en Afganistán antes de que este fue aplastado por la invasión norteamericana en 2001, se ha transformado en un inestable pero leal aliado estratégico de Estados Unidos en la región. El año pasado el gobierno pakistaní recibió 1 100 millones de dólares en ayuda “logística” para llevar a cabo la “guerra contra el terrorismo”, según un informe reciente del Banco de Desarrollo Asiático. Durante los últimos tres años, Islamabad ha recibido unos 3 700 millones de dólares de Estados Unidos para dichas operaciones.  
 
 
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