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   Vol. 70/No. 46           4 de diciembre de 2006  
 
 
'Una introducción importante a
revolución socialista de Cuba'
Gral. Moisés Sío Wong en presentación
de libro en Santiago de Cuba
(especial)
 
POR MARTÍN KOPPEL  
SANTIAGO DE CUBA, Cuba— “Me siento muy emocionado de estar aquí en esta ciudad heroica, y en este lugar donde el Comandante en Jefe proclamó la victoria de la lucha insurreccional”, dijo el general Moisés Sío Wong al empezar su presentación ante el encuentro del 20 de octubre para presentar Nuestra historia aún se está escribiendo: la historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana.

El evento se celebró en la sede del gobierno municipal. Fue desde el balcón de este edificio que, Fidel Castro se dirigió a la población de Santiago en las primeras horas del 2 de enero de 1959, después que las fuerzas de la dictadura de Fulgencio Batista apoyada por Washington, rindieron la ciudad al Ejército Rebelde, al tiempo que el propio Batista huía del país.

Sío Wong, uno de los tres autores del libro, se encontraba luchando como uno de los combatientes de la Columna 8 del Ejército Rebelde en la región central de Cuba cuando se realizó ese anuncio histórico en Santiago. Sin embargo, sus recuerdos de la victoria revolucionaria en 1959 conservan su frescor.

Se había sumado a la lucha contra el régimen de Batista cuando era estudiante de secundaria a principios de los años 50. Se incorporó al Ejército Rebelde en 1957 y durante los últimos meses de la guerra revolucionaria cubana luchó a las órdenes de Ernesto Che Guevara.

Desde la victoria Sío Wong ha desempeñado numerosos cargos, entre ellos jefe de logística de la misión militar internacionalista voluntaria cubana en Angola. A principios de la década de 1990, siendo general de brigada en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, ayudó a iniciar el programa de agricultura urbana a pequeña escala que desde entonces se ha expandido por toda Cuba. Posteriormente fungió como asesor de un programa similar en Venezuela.

Desde 1986 Sío Wong es presidente del Instituto Nacional de Reservas Estatales. También es presidente de la Asociación de Amistad Cuba-China.  
 
Gira por siete ciudades
Como parte de una gira por siete ciudades cubanas para discutir y promover Nuestra historia aún se está escribiendo, Sío Wong habló en la reunión de Santiago junto a la editora del libro, Mary-Alice Waters (ver su presentación en la página opuesta), e Iraida Aguirrechu de la editorial cubana Editora Política.

Comenzó su presentación agradeciendo “a los compañeros y compañeras del partido y del gobierno que han organizado este evento”.

¿Cómo se inició este libro?, preguntó.

“Mediante una idea del compañero Harry Villegas,1 quien en una entrevista con Mary-Alice propuso entrevistar a los tres generales de ascendencia china”, refiriéndose a Armando Choy, Gustavo Chui y a sí mismo. La primera entrevista se realizó en febrero del 2002”.

Después de eso, explicó Sío Wong, “la entrevista se fue alargando: 2003, 2004, 2005. Recibíamos preguntas nuevas a través del correo electrónico o de la compañera Iraida, que ha sido muy persistente. Yo le preguntaba a Iraida, ‘¿Cuándo van a publicar el libro?’ Ella decía, ‘Cuando ustedes terminen de contestar todas las preguntas’”.

Sío Wong continuó, “Mary-Alice, Martín [Koppel] y otros compañeros mandaban sus preguntas: A Choy que hable de esto. A Chui que aclare este otro problema. Otra pregunta para Sío Wong”.

“Y así, además de narrar la vida nuestra y la participación de los chinos en las guerras de independencia, surgieron nuevas preguntas: ¿Qué cosa es la Batalla de Ideas? ¿Nuestra participación en Angola? ¿La revolución energética (en aquel tiempo aún no se llamaba revolución energética)? ¿La contribución nuestra a Venezuela?”

Eso da constancia de “la profesionalidad y del arte de los entrevistadores”, dijo Sío Wong. “Uno en una entrevista dice muchas cosas. Pero después hay que sintetizarlas sin que pierdan la esencia. Hay que explicarlas, sobre todo para el público al que va dirigido”. El público en Estados Unidos, agregó, valiéndose de un punto señalado por Waters, funciona en condiciones en que “la información está bloqueada y totalmente tergiversada”.

“Por eso nosotros queremos destacar el trabajo que está haciendo la editorial Pathfinder, la compañera Mary-Alice, en la difusión de la verdad dentro de las entrañas del propio monstruo”, dijo Sío Wong. “Ellos están difundiendo la verdad de la Revolución Cubana, y de la lucha por la libertad por los Cinco Héroes, a los cuales ellos les mandan todos estos libros. Y contribuyen con eso no solamente en Estados Unidos sino en Canadá y en otro países, incluso ahora en Venezuela, y posteriormente en China”.

El general cubano subrayó la importancia de que se vaya va a editar en chino, porque el libro “como dijo Mary-Alice, es una introducción a la Revolución Cubana”. Apuntó que Waters había descrito cómo en la presentación del libro en septiembre en la Sociedad Histórica China en San Francisco, California, se había ofrecido traducción al cantonés. Un gran porcentaje de los inmigrantes chinos hablaba cantonés, incluidos los que emigraron a Cuba.

“En China hay como 50 dialectos”, dijo. “El idioma oficial que se habla es el pekinés, el mandarín, pero la escritura es igual en todos los dialectos. Por eso es tan importante la decisión de la editorial china, con la anuencia de Pathfinder, de hacer la traducción y editar este libro en idioma chino”.

“China es nuestro aliado estratégico desde el punto de vista económico y político, y son nuestros hermanos de lucha. Como presidente de la Asociación de Amistad, yo siempre digo que la amistad entre Cuba y China no nació el 28 de septiembre de 1960, cuando se firmaron las relaciones diplomáticas, sino nació en los campos de batalla”.

La edición china “también se va a difundir dentro de Estados Unidos”, añadió Sío Wong. “Como decía Mary-Alice, hay miles de chinos en Estados Unidos que no hablan ni el inglés ni el español, pero que sí hablan y leen el chino, y ellos también van a tener acceso a este libro”.  
 
Una historia poco conocida
“¿Qué importancia tiene para Cuba la publicación de este libro?”, preguntó Sío Wong.

Explicó que la Pathfinder solo había podido llevar un número limitado de ejemplares para vender en las presentaciones en Cuba. Para todos los que quieran leer el libro, agregó, Editora Política publicará una edición cubana el próximo año.

Cuando esté listo, “haremos otro lanzamiento aquí, con la presencia también de Chui y Choy”, dijo.

Sío Wong recalcó que se “conoce muy poco en Cuba de la participación de los chinos en nuestras guerras de independencia”.

Dijo que mucha gente “pasa por ese monumento en la Calle Línea en La Habana, que tiene esa frase famosa del general Gonzalo de Quesada, secretario de José Martí,2 que dijo que en las guerras de independencia de Cuba ‘no hubo un chino-cubano traidor, no hubo un chino-cubano desertor’ ”.

“De los cientos de miles de chinos que hubo aquí a finales del siglo 19”, dijo Sío Wong, “no se conoce un solo caso de un chino que ayudó a los españoles”.

El general cubano señaló que los primeros chinos habían llegado a Cuba en 1847, mediante contratas firmadas en China. “Eran prácticamente esclavos”, dijo. Las potencias coloniales europeas, usando como pretexto lo que llamaron la Guerra del Opio, atacaron a China y le impusieron una serie de condiciones. Eso incluyó la cesión de Hong Kong a los ingleses y la apertura de otro puerto en Amoy, actualmente Xiamen.

En aquella época la trata de esclavos africanos hacia América había estado prohibida desde hacía más de 20 años, pero los hacendados seguían trayendo esclavos africanos, aunque en menor cantidad.

Sío Wong dijo que los ingleses fueron los primeros que empezaron a traer chinos a sus colonias caribeñas, incluidas Guyana, Trinidad y Jamaica. “Y los españoles entonces vieron también la oportunidad de traer mano de obra barata para el desarrollo de la industria azucarera”, dijo.

“Algunos historiadores plantean que en ese momento, atendiendo al censo de 1841, había un poco más de 400 mil españoles blancos, una cantidad un poco mayor de negros esclavos, y unos 150 mil mulatos libres. O sea, ¡había más negros que españoles!”, recalcó. “Y había cierto temor entre los españoles, porque hubo levantamientos y conspiraciones de esclavos”.

Entonces los ricos hacendados en Cuba empezaron a importar grandes cantidades de chinos. El primer barco llegó el 3 de junio de 1847. “El año que viene se van a cumplir 160 años”, apuntó. “Con motivo de esa fecha, los chinos quieren editar el libro en idioma chino y lanzarlo”.

Sío Wong señaló que el 3 de junio es el cumpleaños “de otro ‘chino’ aquí en Cuba. ¿Ustedes saben quién es?”, preguntó al público y muchos respondieron gritando, “¡Raúl!”

“Sí”, dijo, refiriéndose a Raúl Castro. “Lo llaman El Chino”.

Sío Wong dijo que en la segunda mitad del siglo XIX llegaron a Cuba más de 150 mil chinos. Firmaban contratas por ocho años de trabajo en servidumbre y les pagaban casi nada. En realidad, dijo, eran comprados y vendidos como esclavos. Puesto que muchos no estaban acostumbrados al arduo trabajo de la zafra azucarera, algunos se suicidaron, mientras que otros huyeron hacia los palenques, los poblados de esclavos fugitivos.  
 
Chinos en guerras de independencia
“El 10 de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes dio el grito de independencia, miles de chinos y ex esclavos africanos se incorporaron al Ejército Libertador. Había batallones completos de chinos que, como no hablaban bien el español, los juntaban en unidades propias”, explicó el general cubano.

En 1993, el presidente de China Jiang Zemin visitó Cuba por primera vez. Durante su estadía preguntó a Sío Wong sobre cuántos chinos habían luchado en las guerras de independencia. “Le dije que fueron unos 6 mil combatientes directos, pero que no se conocía el número exacto. En el registro del Ejército Libertador no aparece ningún nombre chino, porque ellos se ponían nombre español, en muchos casos el nombre del amo que los contrataba, como Ramón Fernández, Fernando González”.

No obstante, dijo Sío Wong, había unidades completas de chinos que se destacaron en el combate. Mencionó la Batalla de Las Guásimas, por ejemplo, en la que el general Máximo Gómez se enfrentó a una columna española numéricamente superior en términos de armas y hombres. Después de tres días, Gómez lanzó sus reservas a la batalla —un batallón de chinos— y salió triunfante.

Hubo otras acciones heroicas por parte de los chinos, dijo Sío Wong. Por ejemplo, la Asamblea de Guáimaro en 1869, “donde todas las fuerzas de los distintos departamentos se reunieron con el gobierno de la República en Armas. Los que han estudiado historia conocen que hubo una gran falta de unidad, sobre todo en la guerra de 1868 [a 1878]. En esa etapa fracasó la invasión a occidente de Máximo Gómez porque el gobierno central no le mandó los refuerzos necesarios”.

“Los villareños mandaron una delegación a la Asamblea de Guáimaro, incluso al general que iba al frente”, prosiguió Sío Wong. “Pero este murió de una enfermedad en el trayecto. Entonces, para hablar en la asamblea designaron a un soldado chino, Juan Anelay, que no sabía hablar bien el español”.

“El soldado chino se paró allí y dijo, ‘Ustedes, gobierno central, no nos mandan municiones, ni fusiles, ni alimentos ni hombres. Nosotros estamos peleando por la libertad de Cuba. Nuestro general se murió en camino. Y ustedes están aquí sin apoyar esto de verdad’. ¡Aquello fue tremendo!”

El general cubano-chino relató otra anécdota.

“En la escolta de Antonio Maceo”, dijo, “había un grupo de chinos que estuvieron presentes en la famosa entrevista de Los Mangos de Baraguá en 1878.3 Estaban en la puerta principal cuando entonces llegó el general Vicente García —el León Tunero— y no lo dejaban pasar; los chinos se acordaban de la indisciplina de García en la Sedición de Lagunas de Varona4 en 1875. Entonces Maceo tuvo que salir y decirles, ‘Este es un general patriota, déjenlo pasar’ ”.

Sío Wong explicó otro hecho que destaca el papel de los chinos en las guerras independentistas. Cuando se redactó la Constitución de 1901, el Artículo 65 estipuló que cualquier extranjero que hubiera luchado por 10 años con las armas en la mano sería considerado cubano por nacimiento y podría ser presidente de la república. El general dijo que se incluyó ese artículo porque muchos cubanos querían que Máximo Gómez fuera presidente. Cuando Gómez declinó, explicó Sío Wong, “se propuso a Bartolomé Masó. El candidato de los yanquis era Tomás Estrada Palma. Bartolomé Masó retiró su candidatura y salió Estrada Palma como primer presidente”.

Sío Wong dijo que solo cuatro individuos cumplían los requisitos del Artículo 65: Máximo Gómez, dominicano; el general Carlos Roloff, polaco; y dos chinos, el teniente coronel José Bu y el capitán José Tolón, quienes habían participado en las tres guerras de independencia. Agregó que algunos historiadores incluyen en ese grupo al general Rius Rivera, puertorriqueño, quien también participó en las tres guerras.

En la misma reunión de 1993 con el presidente chino Jiang Zemin mencionada antes, dijo Sío Wong, “Fidel me preguntó: ‘¿Y cuántos chinos participaron en la última guerra de liberación [de 1956 a 1958]?’ Yo le dije, ‘Comandante, no sé tampoco’. Porque los chinos de la segunda generación, cuando vinieron por parte de la madre, perdieron el apellido.

“Por ejemplo”, preguntó Sío Wong al público, “¿cuántos de ustedes sabían que [Esteban] Lazo es nieto de chino?”5

Cuando el público respondió con risas, agregó, “Fíjense bien en las facciones de Lazo, para que ustedes vean que es chino. él le tuvo que mostrar a Raúl una foto de su abuelo para que viera que era verdad”.

Sío Wong señaló otros ejemplos como Bárbara Castillo, ex ministra de comercio interior, y Lázaro Barredo, director de Granma, ambos nietos de chinos.

“Miles de cubanos tienen ascendencia china”, dijo. “Pero la participación destacada de los chinos en las guerras de independencia es poco conocida aquí.

“Y esta historia no ocurrió en ningún otro país de América donde hubo una emigración china”, sostuvo. Se refirió entonces a una entrevista que días antes había leído en el Militante con una venezolana de ascendencia china. Ella dijo que los chinos que emigraron a Venezuela no habían participado en la guerra de independencia, pues esta se libró a principios del siglo 19 y ellos solo llegaron en 1856, cuando ya se había derrocado el régimen colonial.

La misma venezolana, agregó Sío Wong, le dijo al Militante que Cuba es el único país en el continente americano, que ella sepa, donde no se discrimina a los chinos.

Eso es cierto, dijo, porque en Cuba “la medida principal que se tomó para eliminar la discriminación —contra el chino, el negro, la mujer, el pobre— fue hacer la revolución socialista”.  
 
Solidaridad con Angola
Sío Wong destacó la extensa sección de Nuestra historia aún se está escribiendo en que se relata la misión internacionalista de voluntarios cubanos en Angola: una misión que cada uno de los tres generales ayudó a dirigir.

“Hay mucha desinformación en Estados Unidos, no solamente de la Revolución Cubana sino de Angola y del papel que Cuba jugó allí”, dijo.

Entre finales de 1975 y 1991, unos 375 mil voluntarios cubanos cumplieron misión en Angola, ayudando a ese país recién independizado a derrotar repetidas invasiones del régimen sudafricano del apartheid, así como ataques de otras fuerzas pro imperialistas.

En 1988 el ejército del apartheid fue derrotado por fuerzas cubanas y angolanas, desenlace que contribuyó también a la caída del régimen supremacista blanco en la propia Sudáfrica.

Sío Wong señaló que Nuestra historia aún se está escribiendo incluye no solo relatos de los tres generales sobre sus experiencias en Angola, sino discursos de Fidel Castro y Nelson Mandela, así como un extracto del discurso de 1991 por Raúl Castro en la bienvenida de los últimos voluntarios internacionalistas que retornaban de Angola.  
 
La verdadera transición en Cuba
Al concluir sus palabras, el general cubano comentó sobre la composición del público en la reunión de Santiago. “No sé si Mary-Alice, Martín y los demás compañeros se dan cuenta de la importancia de esta composición”, dijo.

Observó que después de 15 años de “heroica resistencia” durante la crisis económica que se conoce como el Período Especial, “nuestro pueblo hoy continúa la lucha, enfrentándose a lo que se llama el plan Bush”.

Sío Wong se refería a la llamada Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, nombrada por Bush en 2004. La comisión trazó planes para “asistir” al pueblo cubano para hacer una “transición” hacia una Cuba “libre” tras la muerte o incapacidad del presidente Fidel Castro.

En julio de 2006 la comisión reafirmó su objetivo. Llamó a Washington a que arreciara su guerra económica contra Cuba y aumentara los recursos para que los “disidentes” respaldados por Estados Unidos se organicen para facilitar acciones aún más directas por parte del gobierno norteamericano contra la Revolución Cubana.

“Estamos haciendo barrio-debates, discutiendo el plan Bush”, dijo el general cubano, “para que se entienda su propósito, que es desinformar al mundo y tratar de aniquilar a nuestra revolución para que vuelva a ser una colonia.

“El plan Bush”, agregó, “habla de una ‘transición’. Mirando aquí en esta sala, yo creo que aquí está la transición. Aquí están los combatientes; aquí están los jóvenes dirigentes, como Misael [Enamorado, primer secretario provincial del Partido Comunista] y otros compañeros de la dirección. Aquí están los cadetes de la escuela militar José Maceo, los Camilitos [estudiantes de la escuela militar Camilo Cienfuegos], futuros oficiales.

“¿Quién va a sostener esta revolución más que el pueblo, que ha expresado su voluntad de luchar hasta la última gota de sangre?”, preguntó Sío Wong.

“¿Podrá haber aquí una ‘transición’ a lo que quiere el enemigo? Porque aquí estamos haciendo una verdadera transición, desde que empezamos a hacer la revolución en 1959. Una transición, pero hacia más socialismo”.

El encuentro en Santiago, subrayó, es “un magnífico ejemplo de la disposición de lucha de nuestro pueblo. Y creo que ustedes van a reflejar bien esa disposición en su periódico, el Militante. Y también cómo nuestra historia aún se está escribiendo: con esta disposición de seguir luchando, de seguir desarrollando nuestro país y el socialismo.

“En nombre de los tres generales”, concluyó Sío Wong ante los aplausos del público, “agradezco a los compañeros la asistencia a este lanzamiento. Y una vez más, agradezco a los compañeros de Pathfinder este trabajo que están realizando, porque ellos también están escribiendo la historia”.


1. Harry Villegas, general de brigada retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y es vicepresidente ejecutivo de la dirección nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. Conocido también por su nombre de guerra Pombo, Villegas formó parte de la comandancia de la guerrilla dirigida por Ernesto Che Guevara en el Congo en 1965 y en Bolivia en 1966-67. Después de la muerte de Guevara en octubre de 1967, dirigió a los combatientes sobrevivientes para escapar del cerco montado por el ejército boliviano con apoyo de Washington. Con ayuda de revolucionarios bolivianos él y otros cuatro lograron escapar.

2. José Martí, héroe nacional de Cuba, fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892 para combatir al régimen colonial español. Organizó la reanudación de la guerra independentista en 1895, y cayó en combate ese mismo año.

3. Antonio Maceo fue dirigente militar y estratega en las tres guerras independentistas de Cuba contra España en el siglo XIX. Afrocubano, conocido como el “Titán de Bronce”, estuvo en 1878 en la reunión de dirigentes militares independentistas en Los Mangos de Baraguá para discutir un pacto con España para terminar la primera guerra. Maceo se pronunció contra el pacto, que no otorgaba la independencia a Cuba. Emitió lo que se llegó a conocer en la historia cubana como la “Protesta de Baraguá”, llamando a continuar la lucha. General en la última guerra independentista cubana, iniciada en 1895, Maceo cayó en combate el año siguiente.

4. En abril de 1875, la tropa del Ejército Libertador de Cuba en Las Tunas, al mando del mayor general Vicente García, reunida en Lagunas de Varona, se sublevó contra la dirección de la República en Armas de Cuba. Aunque varios luchadores independentistas era críticos de la forma en que el gobierno conducía la guerra contra el colonialismo español, Antonio Maceo y otros dirigentes se opusieron a la rebelión considerándola un acto de insubordinación que debilitaba la lucha.

5. Esteban Lazo, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, es actualmente responsable del trabajo ideológico del partido. Por muchos años, Lazo, quien es afrocubano, fue primer secretario del Comité Provincial en Santiago de Cuba. Es un vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba desde 1992.
 
 
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