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Vol. 71/No. 25      25 de junio de 2007

 
Festival en La Habana celebra 160
aniversario de presencia china en Cuba
(especial)
 
POR MARTÍN KOPPEL
Y STEPHANIE WILSON
 
LA HABANA, 3 de junio—Un festival para celebrar “el 160 aniversario de la presencia china en Cuba” concluyó aquí hoy con una actividad conmemorativa en el puerto de Regla, sobre la Bahía de La Habana. El 3 de junio de 1847, el buque español Oquendo llegó aquí con su cargamento humano desde China: 206 hombres traídos a trabajar como culíes.

“Durante los últimos 160 años”, dijo el general Moisés Sío Wong, “los chinos han sido parte indisoluble de la historia y la cultura cubana”. Destacó la participación masiva de combatientes chinos en las guerras de independencia contra el coloniaje español, y su papel en la revolución de 1959, así como el desarrollo de las organizaciones cubano-chinas de carácter social, cultural y político por toda la isla.

Sío Wong, presidente de la Sociedad de Amistad Cubano-China, se dirigió a los presentes frente a un antiguo barracón donde, a mediados del siglo XIX, trabajadores chinos por contrato, así como esclavos africanos, fueron confinados para ser vendidos tras llegar a Regla.

El X Festival de Chinos de Ultramar, que se inauguró el 30 de mayo, fue parte de los continuos esfuerzos respaldados por el gobierno revolucionario de Cuba, para promover el conocimiento de la verdadera historia de la inmigración china a Cuba y su lugar vital en la cultura e historia de lucha revolucionaria en esta nación.

El festival fue auspiciado por la Casa de Artes y Tradiciones Chinas junto con la Cátedra de Estudios sobre la Inmigración China en Cuba de la Universidad de La Habana, y fue dirigido por sus presidentas respectivas, Carmen Eng y María Teresa Montes de Oca Choy. El general Gustavo Chui, presidente de la Comisión Organizadora del Casino Chung Wah, principal centro de la comunidad cubano-china, presidio los eventos.

El programa incluyó eventos culturales abiertos al público y una conferencia de tres días. Entre los eventos hubo presentaciones de una ópera china, Danzas del León, demostraciones de wushu (artes marciales chinas), una exhibición de arte, una competencia de Mahjong, muestras de comida china cubana, y presentaciones de teatro y danza china.

A la conferencia, dedicada al tema “Las sociedades chinas en las comunidades de ultramar”, asistieron más de 100 personas, entre ellas miembros de las numerosas sociedades chinas de La Habana y otras ciudades, estudiantes y profesores de la Escuela Cubana de Wushu en el Barrio Chino de La Habana, y maestros, artistas, traductores y otros que están implicados en la promoción de la cultura cubano-china. También estuvieron presentes una delegación de China de 12 personas, cuatro participantes de Estados Unidos y una de Francia.

Delegados de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero llegaron de cinco provincias de China. En una ceremonia realizada el 2 de junio en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, el embajador de China en Cuba, Zhao Rongxian, y Sío Wong emitieron un sello como celebración de los lazos de solidaridad entre los dos países. Algunos de los 400 jóvenes chinos que están estudiando español en la escuela Santiago Figueroa en San Antonio de los Baños en la provincia de La Habana asistieron a la ceremonia y proporcionaron entretenimiento musical.

En el otoño llegarán otros 1 200 estudiantes chinos a Cuba para aprender español, como parte de los esfuerzos de Beijing para extender su comercio e inversión en Latinoamérica.

Una delegación cubana asistirá al Foro de Amistad entre los Pueblos de China y América Latina y el Caribe, a celebrarse del 17 al 22 de septiembre en Chongqing en la región central de China.  
 
Parte de cultura e historia de Cuba
“El impacto de los chinos a lo largo de la historia de nuestro país va mucho más allá de su fuerza numérica”, dijo el historiador Pedro Cosme, tocando uno de los temas centrales del festival. Cosme invitó a los delegados de la conferencia a dar un recorrido por el museo local en Regla, que incluye una sección sobre la historia de los chinos cubanos.

Durante la apertura de la conferencia, después de las palabras de Zhang Enxiang, vicepresidente de la asamblea legislativa en la provincia de Jilin en China, el general Chui, quien también es dirigente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana dio el discurso principal. Describió cómo 140 mil chinos fueron traídos a Cuba entre 1847 y 1874, en su mayoría para trabajar en las plantaciones de azúcar para reemplazar o compensar por el menguante suministro de esclavos africanos. “Eran chinos en condiciones de pobreza que aceptaban un contrato abusivo por el cual quedaban esclavizados por ocho años o más, sometidos a sistemas de trabajos forzados y castigos a veces tan crueles como los que se aplicaban a los negros africanos”, dijo.

“Los chino-cubanos se incorporaron a la Guerra de Independencia desde las primeras clarinadas en 1868 y fue masiva su incorporación”, señaló, destacando el ejemplo de líderes revolucionarios tales como el teniente Pío Cabrera, el capitán José Tolón, el comandante Sebastián Siam y el teniente coronel José Bu Tak. Chui señaló las generaciones posteriores de revolucionarios chinos cubanos, desde José Wong, asesinado por la dictadura de Machado en 1930, a la Brigada José Wong de la Milicia Revolucionaria Nacional compuesta en su totalidad por cubano chinos, que ayudó a consolidar la revolución en el Barrio Chino de La Habana a comienzos de los años 60.

“Miles de chino-cubanos se incorporaron a las tareas de la revolución en la campaña de alfabetización, la victoria de Playa Girón en 1961, la Crisis de Octubre [de 1962], las misiones internacionalistas, en los campos de la salud, la defensa, la educación, la agricultura, la ciencia y la técnica”, dijo Chui.

También destacó que en 1960 Cuba revolucionaria se convirtió en el primer gobierno latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China, y que actualmente, además del creciente intercambio comercial y cultural entre los dos países, Cuba tiene voluntarios médicos en China haciendo operaciones para restaurar la vista a personas que sufren de cataratas y otras enfermedades.

Chui también describió cómo, durante décadas, los inmigrantes chinos organizaron sociedades de ayuda mutua. Estas organizaciones, filiales de sociedades fundadas en China y con ramas en Estados Unidos, Canadá y otros países en el mundo donde se establecieron los chinos, se basan en lazos familiares u orígenes comunes en diferentes regiones de China.  
 
Renacimiento de sociedades chinas
El papel de las sociedades en la comunidad china cubana hoy fue el tema de la conferencia de 2007. En la sesión de clausura María Teresa Montes de Oca Choy observó que el festival de este año, se destacó por la mayor participación de dirigentes de sociedades, quienes varios de ellos hicieron presentaciones —a menudo acompañadas de presentaciones de vídeos con información— sobre la historia y actividades de sus propias organizaciones.

Las sesiones de la conferencia se realizaron en las sedes de distintas sociedades: Chang Wen Chung Tong, Kow Kong y Lung Kong, así como el casino (asociación) Chung Wah y la Casa de Artes y Tradiciones Chinas. Estas y otras sociedades ofrecieron comidas y refrescos a los conferencistas.

Graciela Lau Quan, vicepresidenta de la sociedad Lung Kong, expresó, “Hay una diferencia entre las sociedades en Cuba y las de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá en la forma de escoger la directiva. Ahí, se mide el dinero que tienen los individuos. En Cuba hay que trabajar por el bien de la comunidad, hay que ser revolucionario”.

Miembros de varias sociedades en La Habana y delegados de Ciego de Avila, Holguín, Bayamo y Camaguey explicaron cómo las sociedades proveen servicios vitales a miembros ancianos nacidos en China: comidas diarias y otras necesidades, así como visitas al gimnasio, viajes a la playa y otras actividades recreativas.

Rosario Chang, presidenta de la Chang Wen Chung Tong, explicó cómo su sociedad fue cerrada en 1967. El cierre de la mayoría de las sociedades chinas en Cuba, y de las asociaciones árabes y agrupaciones semejantes así como muchas iglesias y centros religiosos, coincidió con lo que en esa época se llamó la “Ofensiva Revolucionaria”, la nacionalización en 1968 de la mayoría de los pequeños negocios en Cuba. Mientras muchos comerciantes y artesanos cubano chinos continuaron trabajando como empleados estatales otros emigraron a Estados Unidos y otros países.

Chang y otros explicaron que las sociedades chinas fueron abiertas nuevamente a mediados de los años 90 como respuesta a la crisis económica conocida aquí como el Periodo Especial, cuando repentinamente Cuba perdió la mayoría de su comercio con los países del bloque soviético. Las sociedades fueron autorizadas para operar restaurantes vendiendo en dólares, que les permitió cubrir los costos de proveer las necesidades de los ancianos chinos en un momento de escasez de muchos productos esenciales. También fue parte del renacimiento del Barrio Chino como centro de turismo para ayudar a traer divisas para comprar alimentos, medicinas y otras necesidades en el mercado mundial.

Hoy, dijo Lau, unos 120 ancianos residentes del Barrio Chino van a la Casa del Abuelo de la sociedad Lung Kong para recibir comidas y otros servicios gratuitos, y unas 80 personas son atendidos en su casa.

Las sociedades también han reclutado nuevos miembros más allá de la disminuyente cantidad de chinos nacidos en China, entre los más numerosos cubano chinos de segunda, tercera o cuarta generaciones, muchos de ellos han encontrado renovado orgullo de sus raíces chinas y están tomando cursos en mandarín, artesanía china y artes marciales.

También hubo presentaciones por profesores, investigadores y estudiantes universitarios sobre varios aspectos históricos, incluso vídeos como Entre bambúes y palmeras, el primer capítulo de lo que será una serie documental de televisión sobre los chinos en Cuba.

Kathleen López, una profesora en Lehman College en Nueva York y Mitzi Espinosa, una bibliotecaria de La Habana, dieron una presentación sobre la poca conocida historia de la discriminación contra las compañías de teatro tradicional chino en La Habana, San Francisco y Honolulu en décadas anteriores. En La Habana, explicó Espinosa, autoridades locales a menudo obligaban a los teatros chinos a cerrar imponiendo selectivamente reglamentos de seguridad contra ellos.

Isabelle Lausent-Herrera, una investigadora francesa, habló sobre la historia de los chinos en Perú, desde el inicio de la discriminación contra los chinos a la actual ola de nuevos inmigrantes.  
 
Asiáticos en EE.UU. interesados en Cuba
Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder y editora de Nuestra historia aún se esta escribiendo: la historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana, hizo una presentación sobre el libro. Señalando los numerosos eventos sobre el libro por todo Estados Unidos, Canadá y otros países, dijo que éste ha generado un amplio interés excepcional, tocando una fibra sensible y especial entre mucha gente de descendencia asiática, quienes se enorgullecen cuando conocen la verdadera historia de la historia de lucha de sus antecesores.

Este interés refleja el impacto de las continuas luchas de trabajadores inmigrantes por todos Estados Unidos por la legalización de su estatus, dijo Waters. El libro muestra el poder de atracción del ejemplo de la revolución socialista de Cuba, su “notable contraste con la discriminación que los chinos enfrentan en el resto de América y el mundo”.

Después de Waters, el general Sío Wong observó el hecho que algunos de los mítines en Estados Unidos sobre Nuestra historia aún se está escribiendo han requerido traducción al cantones y mandarín y señaló la importancia de la edición del libro en idioma chino que se está preparando. “La Pathfinder está realizando un papel importante en las entrañas del monstruo, divulgando la verdad sobre la Revolución Cubana”, dijo.

El general Chui, que acompañó a Waters y Sío Wong en la tribuna, señaló, “No solo hay tres generales chino-cubanos en nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarios. También tenemos a muchos coroneles, capitanes y otros oficiales y cuadros que son chino-cubanos”. Y muchos están en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, que lucha en defensa de nuestra revolución socialista”.

Después de la presentación, los conferencistas compraron unas 50 copias del libro.

Al cierre del festival se anunció que el evento del próximo año se llevará a cabo aquí del 30 de mayo al 3 de junio, enfocándose en el tema de la medicina tradicional en la cultura chino cubana.  
 
 
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