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Vol. 71/No. 26      2 de julio de 2007

 
Manifestantes en Oregon
protestan redadas de migra
(portada)
 
POR EDWIN FRUIT
Y CHRIS HOEPPNER
 
PORTLAND, Oregon, 16 de junio—Alrededor de 160 agentes de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) hicieron una redada en la planta de Fresh Del Monte Poduce aquí hace cuatro días y arrestaron a 167 trabajadores. La migra también allanó dos oficinas de American Staffing Resources, la agencia de trabajo temporal que contrata a los obreros de Fresh Del Monte.

Unas 70 personas protestaron hoy contra la redada frente al Centro de detención Northwest en Tacoma, Washington, donde los trabajadores arrestados están detenidos.

Los manifestantes confrontaron a 10 miembros del grupo ultra derechista Minutemen, que se opone a la legalización de los inmigrantes indocumentados, coreando consignas de “¡Alto a las redadas! ¡Alto a las deportaciones!” y “¡Sí se puede!”

En la planta normalmente trabajan unas 600 personas en dos turnos, pero hoy parecía que solo habían 50 trabajadores. Uno de ellos dijo que la compañía había eliminado el segundo turno después de la redada. Varios de los trabajadores dijeron que acababan de empezar esa semana como empleados temporales.

Algunos de ellos dieron señales de aprobación desde sus vehículos al ver los carteles de partidarios del Militante que decían “¡Alto a las deportaciones, legalización ya!” Pero la reacción en la entrada de la fábrica estaba polarizada. El chófer de un camión, por ejemplo, respondió de una manera diferente al mismo cartel. “Creo que todos los ilegales deberían ser deportados”, dijo. Toman nuestros trabajos”.

Las reacciones de los residentes cerca de la planta también fueron mixtas.

“Mi cuñado fue detenido y ni siquiera trabaja en la planta”, dijo Ida Monroy. “El estaba ahí hablando con uno de los trabajadores cuando sucedió la redada. El lleva aquí más de 20 años y tiene tres hijos. Yo le estoy ayudando a cuidarlos”.

“Allí estaré”, dijo Monroy cuando supo que iba a haber una manifestación de protesta aquí el próximo fin de semana.

Glen Daniel, un obrero jubilado negro dijo que algunos de sus vecinos no han estado en sus casas desde la redada. “Creo que es incorrecto lo que le han hecho a esta gente”, dijo. “Están intentando ganarse la vida, trabajando como burros para ayudar a sus familias”.

Sin embargo, una inmigrante de Panamá, quien también pidió permanecer anónima, dijo que estaba de acuerdo con las redadas. “Yo ahorré para que mi hermana y yo pudiéramos venir a este país”, dijo. “La gente debe hacer las cosas bien para entrar legalmente”.
 
 
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