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Vol. 71/No. 48      24 de diciembre de 2007

 
Pierde referéndum constitucional en
Venezuela; se abstienen 3 millones
(portada)
 
POR OLYMPIA NEWTON  
La abstención de votantes fue alta el 2 de diciembre en el referéndum que proponía cambios a la Constitución de Venezuela. El referéndum fue derrotado 51 a 49 por ciento, con solo el 56 por ciento de votantes asistiendo a las urnas.

Las 69 reformas constitucionales, que fueron propuestas por el presidente Hugo Chávez y sus simpatizantes fueron votadas en dos grupos. Los cambios incluían un conjunto de medidas que habrían expandido los poderes del presidente y habrían establecido estructuras políticas, territoriales y militares —atadas a los simpatizantes de Chávez— paralelas a las estructuras existentes.

Las propuestas también incluían semanas laborales mas cortas sin recorte salarial, la integración de trabajadores por cuenta propia al sistema de seguro social y la prohibición de discriminación en contra de homosexuales entre otras.

En las semanas previas al referéndum la oposición apoyada por Washington lanzó una campana de movilizaciones en contra de las enmiendas. Marchas diarias, a menudo lideradas por estudiantes de la universidades privadas elitistas, fueron una característica de esta campana.

Algunos simpatizantes prominentes del gobierno rompieron con Chávez. Entre ellos estuvo Raúl Baduel, un ex-comandante en jefe del ejercito venezolano quien sugirió que si el referéndum se aprobaba las fuerzas armadas se dividirían.

La oposición uso la campana para reagruparse y probar su fuerza en contra del apoyo popular al gobierno de Chávez y en el proceso ganó algunos votantes.

Por otro lado, un 40 por ciento de los que votaron a favor de Chávez en las elecciones presidenciales de enero —cerca de 3 millones de personas— se abstuvieron de las urnas.

Por ejemplo, en Petare, un barrio obrero de Caracas, que ha sido base de apoyo al gobierno, 62 por ciento de los votantes se opusieron al referéndum mientras que 38 votaron a favor.

“Yo voté por Chávez la vez pasada, pero no voy a votar el domingo”, dijo Betty Rojas al Financial Times antes de las elecciones. Rojas vive en La Pedrera, un barrio obrero de Caracas que fue azotado por deslizamientos de lodo en noviembre. Ella explicó que una de las razones por las que no iba a votar era la reacción lenta del gobierno a la destrucción de hogares.  
 
Crisis económica golpea trabajadores
Los precios del petróleo venezolano han subido casi 700 por ciento desde 1998, cuando Chávez fue electo presidente por primera vez. El gobierno ha usado los ingresos para mantener proyectos sociales como la alfabetización, que ha enseñado a más de un millón de trabajadores y campesinos a leer y a escribir, el establecimiento de clínicas gratuitas en barrios de la clase trabajadora, atendidos por médicos cubanos voluntarios y el establecimiento de universidades abiertas en las oficinas de la ex-compañía nacional de petróleo.

Estos programas han incrementado las expectativas de los trabajadores. Han explotado en años recientes movilizaciones populares para expandir el acceso a la tierra, vivienda y trabajos, elevando la conciencia política y confianza de la clase trabajadora.

Al mismo tiempo, Venezuela tiene el nivel mas alto de inflación en Latinoamérica, 21 por ciento desde noviembre de 2006. La inflación en los precios de los alimentos en el mismo periodo es de 29 por ciento. Los dólares norteamericanos se intercambian casi a tres veces el valor oficial de cambio en el creciente mercado negro. Hay amplia escasez de leche, aceite para cocinar, carne y azúcar. Cerca del 60 por ciento de los artículos consumidos en Venezuela son importados, un resultado continuo del subdesarrollo imperialista.

“¿Si este gobierno no puede conseguirme leche o asfalto para nuestras carreteras, como le va a dar a mi madre una pensión?” dijo al New York Times Ivonne Torrealba una peinadora en Coche, un vecindario obrero de Caracas.

Según William Barreto, vice presidente del Instituto Municipal de la Juventud de Caracas, la escasez es producto del acaparamiento de las mercancía, a menudo por oficiales del ejército o de instituciones gubernamentales. “Hay mucha gente que dice que está con la revolución pero están motivados por intereses personales”, dijo Barreto el 10 de diciembre en una entrevista telefónica con el Militante. El gobierno ha pasado leyes en contra del acaparamiento, pero en el mercado negro se puede comprar carne, azúcar y leche a precios mucho más altos que los precios establecidos por el gobierno.

“Hay mucha inconformidad con la dirección de algunas alcaldías y ministerios”, dijo Barreto.

En una apariencia pública el 6 de diciembre, Chávez culpó al descontento de causar el alto porcentaje de absentismo en el referéndum. por el. El ex vicepresidente José Vicente Rangel llamó al gobierno a realizar una “limpieza” de la burocracia.

Refiriéndose a los partidarios del gobierno que no salieron a votar por que no les gusta el alcalde o el gobernador, Chávez dijo, “Que esas son excusas de débiles, de los cobardes y de los flojos. Tienen una deuda conmigo”.  
 
Campaña del gobierno
Pero el descontento con los funcionarios locales no fue la única razón por la que millones de personas se ausentaron de las urnas.

“Yo me abstuve”, dijo William Ilardo, un diseñador gráfico, en una entrevista telefónica el 11 de diciembre. “Yo no estaba de acuerdo con todas las reformas y sinceramente no podía votar a favor del ‘No’ porque eso es lo que la oposición pedía y yo no quiero tener nada que ver con ellos”.

Ilardo dijo que se oponía sobre todo a la enmienda que hubiera eliminado los limites en los turnos presidenciales. “El presidente ya puede gobernar por decreto. Es suficiente”. Aun con respecto a los artículos como el de recortar la jornada laboral, Ilardo dijo que no estaba convencido.

“Soy un trabajador, por lo tanto, me gustaría una jornada de trabajo más corta”, dijo. “¿Pero porqué no reducirla por media hora o una hora, con tantos problemas que hay con la economía?”

“Hablé con mis amigos y familiares por todo el país y muchos de ellos no votaron”, dijo Ana Julia Zumlave, una campesina en el estado de Cojedes, en una entrevista telefónica. “Muchos creyeron lo que la oposición estaba diciendo, que si la reforma pasaba Chávez les iba a quitar sus hijos o sus casas”. Dijo que la campaña del gobierno a favor del referéndum “debió haber comunicado más con el público sobre el significado de cada uno de los artículos”.

Más bien, el lema principal de la campaña fue “SIgue con Chávez”. Después de semanas de movilizaciones de la oposición, los partidarios del gobierno lanzaron una campaña educativa solo a mediados de noviembre. Los estudiantes y otros se colocaron en las intersecciones de tráfico, en parques y otras áreas públicas para discutir con la gente el contenido del paquete de propuestas.

“Cuando debimos estar a la ofensiva explicando las cosas, estábamos a la defensiva”, dijo Barreto.

“No hubo suficiente tiempo”, dijo Zumlave. “Yo vote por el sí. Pero no tuve tiempo de leer todos los artículos. La forma que yo lo veo es que el presidente nos ha apoyado, por lo tanto nosotros tenemos que apoyarlo”.
 
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