El Militante (logo)  

Vol. 72/No. 1      7 de enero de 2008

 
Orígenes y derrota de la revolución china 1925-27
(especial, primera parte de una serie)
 
POR CINDY JAQUITH  
Durante el último año lectores han enviado preguntas sobre el reportaje del Militante sobre China. Con frecuencia preguntan ¿Cómo se realizó la revolución socialista de 1949? ¿Siguen vigentes las relaciones sobre propiedad conquistadas por los trabajadores y campesinos chinos? ¿Cuál es el carácter del Partido Comunista Chino? ¿Cómo se explican las políticas del gobierno chino durante las décadas recientes?

Este artículo da comienzo a una serie que bregará con estos temas, comenzado con los primeros esfuerzos del pueblo trabajador chino al comienzo del siglo XX para terminar con la dominación imperialista y la explotación de clase.

A principios del siglo XIX, en China predominaban las relaciones precapitalistas, semi feudales, especialmente en el campo. La gran mayoría de la población vivía en pueblos rurales aislados. El país estaba gobernado de una forma descentralizada por una familia real y pandillas de acaudalados jefes militares en las diferentes provincias, que permitían que las potencias imperialistas como las de Londres, Paris, Washington y Tokio se apoderaran libremente de los recursos de China.

En 1911 la dinastía Manchú, que había gobernado desde 1644, fue derrotada por un movimiento democrático burgués que atrajo a diferentes capas sociales —desde estudiantes anti imperialistas a elementos capitalistas irritados por el retraso feudal— a las actividades políticas.

La nueva república establecida por Sun Yat-sen, que encabezaba este movimiento, no duró mucho tiempo en el poder. Jefes militares regionales, ligados a una u otra potencia imperialista, tomaron el control. En 1912 Sun Yat-sen formó el Kuomintang (Partido Nacionalista) para continuar la lucha. Inicialmente este atrajo a algunos elementos revolucionarios. El Kuomintang fue eventualmente dominado más y más por fuerzas burguesas.

Entre tanto China estaba pasando por un tumultuoso crecimiento de industrias y comercio capitalista, especialmente en los centros urbanos más expuestos a la penetración del capital extranjero. Desde 1913 a 1926 la producción en las fábricas y las minas se duplicó. La producción de tabaco y algodón fueron quintuplicadas. Ya para 1927 la clase trabajadora se numeraba en 15 millones, concentrada principalmente en las ciudades costeñas como Shangai, la ciudad mas industrializada en ese tiempo.

Tres cuartos de la población China seguía siendo campesina, la mayoría sin tierras.  
 
Segunda revolución china
El nacimiento de una clase trabajadora moderna en China y el impacto de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa de octubre 1917, dieron un impulso al creciente sentimiento nacionalista entre los chinos contra las potencias imperialistas y los gobernantes locales que los ayudaban.

Al fin de la guerra, el imperialismo japonés tomó control de parte del territorio chino que estaba bajo el control de sus rivales alemanes. En respuesta, el 4 de mayo de 1919, los estudiantes lanzaron amplias protestas anti imperialistas. Este movimiento aceleró la radicalización entre el pueblo trabajador, incluyendo huelgas y otras luchas sociales.

En 1921, algunos de los dirigentes jóvenes de lo que se llegó a conocer como el Movimiento 4 de Mayo fundaron el Partido Comunista Chino (PCC). Los principales grupos estaban en Shangai y Beijing, dirigidos respectivamente por Chen Duxiu y Li Dazhao.

En ese entonces la sindicalización aumentaba con rapidez. El número de trabajadores organizados creció más de 10 veces en pocos años, de 230 mil en 1923 a 2.8 millones en 1927.

En el campo, los campesinos comenzaron a movilizarse. Millones participaron en la lucha por la tierra, incluso realizando algunas tomas de tierras, en las provincias de Kwangtung, Hunan, Kiangsi y Hupeh.

En Shangai, donde varias potencias imperialistas aún tenían sus enclaves coloniales, policías británicos y estadounidenses dispararon contra una protesta en 1925, matando a varios estudiantes. Mas de 800 mil trabajadores por todo el país respondieron con una huelga general.

El PCC, aunque nuevo y con poca experiencia, tenía un programa revolucionario y se involucró muy de lleno dentro de los movimientos estudiantiles, de trabajadores, y campesinos. Estaba en buena posición para ayudar a avanzar la revolución democrática anti imperialista que estalló en 1925.

Lo que se necesitaba era una alianza entre los trabajadores y campesinos para tomar el poder político y terminar con el dominio de los jefes militares y los imperialistas. Mientras que el nuevo gobierno revolucionario tomaba medidas en beneficio de la mayoría, y la clase propietaria resistía, fue necesario tomar pasos de más alcance, que llevaron a la expropiación de la clase capitalista y la reorganización socialista de la sociedad.

Desde el principio, la clase trabajadora en alianza con el campesinado, tendría que dirigir la revolución. Tenía que ser políticamente independiente de las fuerzas burguesas, incluso el Kuomintang.

Inicialmente el PCC recibió colaboración valiosa de la Internacional Comunista (Comintern), la organización mundial comunista bajo la dirección de V.I. Lenin y el Partido Bolchevique en Rusia revolucionaria.

Sin embargo, para 1924, la ola mundial de revoluciones y levantamientos de trabajadores que le siguieron a la revolución rusa ya estaban derrotadas. La primera guerra mundial y la guerra civil de 1918-1920 que le siguió, dejaron a la joven Unión Soviética económicamente exhausta. Estas condiciones objetivas contribuyeron al surgimiento de capas pequeño burguesas y burocráticas en el gobierno soviético y el Partido Comunista, que se ocupaban principalmente de asegurase una vida de privilegios. Josef Stalin surgió como su dirigente principal.  
 
El PCC se une al Kuomintang
Bajo la mal dirigencia de Stalin las luchas revolucionarias en otras partes del mundo fueron subordinadas a las necesidades de la burocracia en la Unión Soviética. En ves de ayudar a los comunistas chinos a dirigir al pueblo trabajador, las fuerzas estalinistas instruyeron al partido a subordinarse al Kuomintang. Hacer esto significaba detener las huelgas, las tomas de tierra y otras acciones independientes de los trabajadores. A la misma ves que libraba una lucha contra los jefes militares, el Kuomintang también defendía los intereses capitalistas y tenía una actitud conciliatoria hacia los opresores imperialistas.

En el centro de la política colaboracionista de clase que promovía la dirigencia de la Comintern se encontraba la idea que un “bloque de cuatro clases”, una coalición de la burguesía “progresista”, la clase media, el campesinado, y la clase trabajadora, era necesaria para realizar la revolución en China.

Basados en esto, la Comintern instruyó al PCC a afiliarse al Kuomintang y, al hacerlo, descartar su independencia política y organizativa. Los miembros del PCC debían seguir los dictámenes de Chian Kai-shek, el dirigente principal del Kuomintang.

Entre tanto, la ola revolucionaria creció. En marzo de 1927, los trabajadores en Shangai encabezaron una insurrección y se tomaron la ciudad. Mientras se acercaba el ejército de Chian, el PCC, siguiendo la directiva de la Comintern, les dijo que bajaran sus armas y que los recibieran como “libertadores”.

A principios de abril Stalin declaró, “Chiang Kai-shek se está sometiendo a la disciplina. El Kuomintang es un bloque, una forma de parlamento revolucionario con la derecha, la izquierda y los comunistas. ¿Por qué hacer un golpe de estado? ¿Por qué alejar a la derecha cuando tenemos la mayoría y cuando la derecha nos presta atención? …Cuando la derecha deje de ser útil para nosotros la echaremos. En este momento necesitamos la derecha…. Tal ves Chiang Kai-shek no tiene simpatía con la revolución pero está dirigiendo al ejército y no puedo hacer otra cosa que dirigirlo contra los imperialistas”.

Una semana después, el 12 de abril, Chiang desató sus tropas contra los trabajadores de Shangai que estaban políticamente desarmados. Unos 40 mil fueron muertos. Las sindicatos fueron destruidos.

Rehusando aprender de las conclusiones de este desastre, Moscú instó a los cuadros del PCC a enfocarse en Wuhan, diciendo que podrían realizar una revolución agraria con la colaboración de la “izquierda” del Kuomintang de aquella ciudad. En julio los dirigentes del Kuomintang en Wuhan se voltearon contra el PCC, mataron a algunos de sus miembros, y los expulsaron de la ciudad.  
 
Levantamiento en Cantón
La derrota de la revolución llegó a su punto culminante el 11 de diciembre de 1927, con el levantamiento en Cantón. En una aventura a último momento con las intenciones de producir de alguna forma una victoria, el PCC organizó a varios miles de trabajadores a tomarse la ciudad sin la preparación de toda la clase trabajadora ni apoyo del campesinado de la región. Contra 50 mil tropas del Kuomintang, 5 700 trabajadores perdieron sus vidas en dos días.

Este curso desastroso dictado por la mal dirigencia de Stalin se encontró con oposición. Dentro del Partido Comunista Soviético, León Trotsky y otros miembros de la Oposición de Izquierda lucharon por una política revolucionaria en China pero no lograron obtener una mayoría. En China, Chen Duxiu, el primer secretario general del PCC, hizo un llamado a que el PCC rompiera con el Kuomintang. En agosto de 1927 fue expulsado de la dirección y en 1929 del PCC. El y otros miembros chinos de la Oposición de Izquierda colaboraron con Trotsky durante la siguiente década. (Para más lectura vea La Tercera Internacional después de Lenin y León Trotsky sobre China (The Third International after Lenin y Leon Trotsky on China) publicados en inglés por Pathfinder.

Les llevaría otros 20 años a los trabajadores y campesinos de China finalmente tomar el poder. Este será el tema del próximo artículo.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto