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Vol. 72/No. 8      25 de febrero de 2008

 
Minnesota: Obreros de carne
luchan por nuevo contrato
Organizan unidad frente ataques contra sindicato
(portada, articulo principal)
 
POR ROLLANDE GIRARD  
SUR de ST. PAUL, Minnesota, 9 de febrero—“He recibido mensajes de todo el país felicitándolos por su victoria,” dijo Don Seaquist, presidente del Local 789 del sindicato de trabajadores de la alimentación UFCW, a los miembros del local en Dakota Premium Foods, en un acto para celebrar la victoria. “Ahora el siguiente paso es empezar las negociaciones”.

A pesar de las temperaturas glaciares, más de 140 trabajadores, familiares y partidarios llenaron el local sindical para celebrar la victoria en Dakota y discutir los siguientes pasos en la lucha. Hace dos semanas, un intento para descertificar al sindicato, respaldado por la empresa, fue derrotado rotundamente cuando los trabajadores votaron dos a uno a favor de continuar siendo representados por el UFCW.

Varios trabajadores pasaron el día preparando la comida para la fiesta en la sede sindical o en sus hogares, mientras otros sindicalistas organizaron la música, decoraban la sala o hacían otros preparativos. A pesar de que el tono era de celebración, las discusiones giraban en torno a la necesidad de organizarse en contra de los continuos ataques de la empresa y para ganar un contrato nuevo y mejor.

Seaquist abrió el programa describiendo el proceso de negociaciones contractuales con la empresa al que se encamina el local sindical, y cómo iban a participar los trabajadores en la planta. “Ustedes tienen una voz en el trabajo”, dijo. “Eso es el propósito del sindicato”. Oscar Salgado, trabajador del departamento de deshueso, dijo que lo que era “importante es que todos participemos, incluyendo en las asambleas sindicales… De esa manera la compañía va a sentir la presión.

“Si no”, continuó Salgado, “terminaremos con lo mismo que en el último contrato. Si no nos organizamos no podremos defendernos”.  
 
La lucha por la unidad
“Ayer le dieron una amonestación a un trabajador negro”, dijo Enrique Flores, que había sido parte de la lucha que comenzó en el 2000 para ganar un sindicato en Dakota. “Hay discriminación contra los trabajadores negros en el departamento de matanza, pero vamos a luchar contra esto. Ahora tenemos que unirnos, todos. Ahora tenemos unidad. Si te llaman a la oficina siempre lleva contigo a un compañero de trabajo”.

La edición del 7 de febrero del Worker’s Voice, un periódico producido por los trabajadores de la planta, informó que “la semana pasada fueron despedidos cinco de nuestros compañeros de trabajo. Estos despidos y otras amenazas tienen un único objetivo, quebrar la nueva confianza y fortaleza que nosotros, los sindicalistas de Dakota, hemos alcanzado con nuestra victoria. Estamos investigando estos despidos y nuestros representantes sindicales están ayudando a luchar contra estos ataques”.

“Hemos mostrado que podemos superar las divisiones que la compañía promueve. Hemos mostrado que podemos repeler los despidos,” dijo la trabajadora del departamento de deshueso Rebecca Williamson. “Continuamos protegiéndonos los unos a los otros en el trabajo.”

Williamson, tras agradecer su apoyo a los parientes y miembros de la comunidad presentes, dijo que la victoria en Dakota “es importante son solo para nosotros sino para otros empacadores de carne y otros trabajadores. Debemos también apoyar a nuestros compañeros miembros del sindicato en los supermercados que están luchando por un contrato. Vamos a incrementar la lucha por lo que queremos y no vamos a dejar ser intimidados.”

“Sí parece que tenemos un sindicato y unidad”, dijo Obdulia Flores, trabajadora del departamento de matanza que había participado en la huelga en 2000 que inició la batalla por un sindicato en la planta. “Es un trabajo duro allí. Trabajando unidos lo conseguiremos”.

Al clausurar el evento Seaquist invitó a los sindicalistas a que asistan a las asambleas de los miércoles en la sede sindical, y dijo, “Lo conseguimos hace siete años. Ahora tenemos que mostrar a la compañía, que independientemente del color de nuestra piel, o del lugar de la planta en el que trabajamos, o de lo que sea, que estamos unidos”.  
 
 
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