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Vol. 72/No. 22      2 de junio de 2008

 
Nuevo contrato tras 11 meses de
batalla sindical en la Dakota
(portada)

POR ERNEST MAILHOT
SUR DE ST. PAUL, Minnesota—Los obreros en la Dakota Premium Foods, por un voto de 94 a 51, aprobaron un contrato el 14 de mayo que significa avances para los 250 obreros en la planta empacadora de carne. La semana antes, los miembros del Local 789 del sindicato de la industria alimenticia UFCW habían rechazado una propuesta previa de la compañía.

El contrato rige hasta julio de 2011. Los obreros recibirán retroactivamente una suma que corresponde a un alza salarial de 40 centavos la hora a partir de julio de 2007, cuando venció el contrato anterior. Habrá otro aumento de 40 centavos la hora este año, y otros 35 centavos la hora cada uno de los tres próximos años. Durante muchos meses la gerencia de la Dakota había insistido en que no podría aumentar los salarios mucho más que su oferta original de 15 centavos la hora con una prima por asistencia de 10 centavos la hora.

Uno de los logros en el nuevo contrato es el derecho de que representantes sindicales visiten la planta tres veces al mes, a diferencia de una vez al mes bajo el acuerdo anterior. El contrato además incluye mejoras en cómo se anuncian y se otorgan los puestos vacantes.

Una de las principales demandas de los obreros en su lucha por el contrato —que la velocidad de la línea no sea más de 94 vacas por hora, y verificado por los obreros— no tuvo respuesta en el nuevo contrato. Esto continuará siendo un punto focal de lucha, según dijeron activistas sindicales entrevistados por el Militante.

Un 35 por ciento de los miembros del sindicato que votaron se opusieron al convenio. Esto expresó el criterio entre muchos de que la lucha por el contrato había puesto a los obreros en buenas condiciones para arrancarle más logros a la compañía, inclusive mejores condiciones de seguridad en el trabajo. La mayoría de los obreros —tanto los que votaron en contra como los que votaron a favor— reconocieron sus logros y se consideran más sólidos hoy por haber usado su fuerza sindical para arrebatarle algunas concesiones salariales a la compañía.

Rebecca Williamson, una de los obreros que sirvieron de delegados sindicales durante la lucha por el contrato, dijo al Militante, “El volante que la compañía repartió el día de la votación, instando a que los obreros ratificaran el contrato, dice que el empleador trabajó muy duro por 11 meses para conseguirnos este contrato.

“Sí trabajaron muy duro, pero no para darnos algo. Los primeros seis meses, la Dakota se empeñó mucho en quitarle la certificación al sindicato. Después insistieron en que los salarios no podían ser aumentados mucho. Siempre rehusaron hablar de la velocidad de la línea y otros problemas de seguridad. Es la lucha de los obreros la que nos ha llevado adonde estamos y esta lucha continúa”.  
 
Historia de lucha en la Dakota
La reciente lucha por organizar un sindicato y ganar un contrato en la Dakota Premium se remonta a junio de 2000, cuando los obreros realizaron un plantón en el comedor y rehusaron trabajar hasta que la compañía bajara la velocidad de la línea. Hoy día los obreros a menudo hacen referencias al plantón. Durante siete horas los obreros se mantuvieron firmes ante las amenazas y presiones de la compañía, y ganaron. Unas semanas después, votaron a favor de ser representados por UFCW.

Tras esa victoria sindical se dio una lucha de casi dos años por un contrato, que se logró en 2002. Durante los cinco años que estuvo vigente ese contrato, hubo constantes escaramuzas con la compañía en torno a las condiciones de seguridad, acceso a representantes sindicales, despedidos y otras formas de acoso a los obreros.

Gracias al plantón de 2000, los obreros lograron un acuerdo según el cual la planta no procesaría más de 94 vacas por hora, y que un obrero verificaría la velocidad de la línea. Los obreros no tuvieron suficiente fuerza como para mantener esta victoria ante las presiones incesantes de la compañía para producir más. Desde 2000 la velocidad ha aumentado bastante, dicen los obreros: ahora procesan cientos de vacas más en el mismo número de horas.

La demanda de restablecer un límite a la velocidad de la línea fue muy popular en tanto los obreros intentaron encontrar maneras de bregar con las constantes lesiones y abusos.

El otro asunto primordial era el de lograr un aumento salarial digno. Los obreros estaban empeñados en obtener algo mejor que el último contrato, que incluía aumentos anuales que variaban entre 20 y 35 centavos la hora para la mayoría de los miembros del sindicato.

A lo largo de la batalla de 11 meses por un contrato en 2007 y 2008, los obreros de la Dakota han redactado y distribuido un boletín en la planta llamado la Voz del trabajador. El boletín es popular entre los obreros, muchos de los cuales ofrecen sugerencias sobre su contenido. Entre otras cosas, aborda los despidos injustos, los brutales efectos del ritmo de trabajo, y pone en ridículo a las declaraciones de la compañía de que los obreros pueden subsistir con miserables aumentos salariales. Como muestra de la necesidad de un buen aumento salarial, la Voz del trabajador señaló que al principio del último contrato, en 2002, un galón de gasolina costaba 1.30 dólar y que ahora los obreros pagan 3.65 por galón.  
 
Intento de descertificar el sindicato
En julio de 2007, antes de que empezaran a luchar por un nuevo convenio, primero tuvieron que echar atrás una campaña para quitarle la certificación a su sindicato. Se había difundido una petición antisindical en la planta en las semanas antes del 20 de junio —fecha de vencimiento del contrato— y partidarios de la compañía lograron imponer una votación para optar por la descertificación. La compañía estaba segura que el sindicato iba a ser derrotado. Su estrategia incluyó la contratación de muchos obreros que son negros, indígenas o blancos para tratar de crear divisiones entre ellos y la mayoría latina en la planta.

Esta campaña patronal para descertificar el sindicato fue rotundamente derrotada el 25 de enero por un voto de 152 a 82. Los obreros cerraron filas contra la compañía en defensa de su sindicato. Ellos y los representantes sindicales del Local 789 del UFCW colaboraron para defender a unos cuantos obreros afroamericanos que habían sido discriminados y despedidos injustamente.

Fue solo después del fracaso de la campaña antisindical que la Dakota empezó a negociar a regañadientes. Una docena de obreros de diferentes departamentos participaron en las negociaciones semanales, junto con funcionarios sindicales y miembros del plantel sindical. Esto continuó durante unos meses hasta que los funcionarios sindicales organizaron una votación sobre la oferta patronal del 7 de mayo. La votación —116 contra 5—le mandó un mensaje claro a la compañía.

Unos días más tarde la compañía aumentó su oferta. Se dio una segunda votación. Esta se organizó de tal modo de que el “sí” era a favor del contrato y el “no” lo rechazaba y autorizaba una huelga. Con un voto de 94 a 51 se aceptó el convenio.  
 
Obreros saben que la lucha continúa
La Voz del trabajador que se distribuyó en la planta tras la votación explicó que los obreros estaban celebrando su lucha y sus logros. A la vez señaló que docenas de obreros han enfrentado más acoso en las últimas semanas. Además afirmó:

“Uno de los asuntos más importantes sigue siendo irresuelto, la velocidad de la línea que nos lesiona todos los días. La campaña por más ganancia de la compañía en nuestra espalda significa que van a seguir tratando de aumentar la velocidad de la línea… Vamos a usar la fuerza renovada de nuestra unión para defender nuestra seguridad en el trabajo”.

El boletín también llama a solidarizarse con los obreros arrestados en la redada de la migra del 12 de mayo en la empacadora de la Agriprocessors en Iowa. Termina explicando que el nuevo número de la Voz del trabajador inicia el volumen 5, señalando la nueva etapa en la lucha que continúa en la Dakota Premium Foods.

Héctor Hernández, un joven obrero de la matanza que ayudó a producir la Voz del trabajador en batallas anteriores, dijo, “La mayoría de nosotros aprendimos que los patrones solo se interesan en su propio beneficio. Nunca, nunca ven el trabajo que hacemos. Siempre buscan más producción. Aprendimos que cuando todos los trabajadores nos unimos, podemos lograr nuestros objetivos”.  
 
 
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