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Vol. 72/No. 27      7 de julio de 2008

 
En Medio Oeste, diques malhechos
aumentan daños por inundaciones
(portada)
 
POR FRANK FORRESTAL  
DES MOINES, Iowa—Las inundaciones que han causado estragos en algunas zonas del Medio Oeste han devastado a decenas de miles de trabajadores y granjeros por toda la región, especialmente los que viven más cerca de los ríos desbordados.

Los aluviones son el peor desastre en Estados Unidos desde el huracán Katrina de 2005, según la Agencia Federal de Administración de Emergencias (FEMA). Pero a medida que bajan las aguas, se pone de manifiesto que las decisiones guiadas por el lucro por parte de capitalistas industriales y agricultores, fue un factor importante en la envergadura de los daños.

La FEMA les había asegurado a los habitantes de Gulfport, Illinois, que su pueblo aguantaría una “histórica inundación”. El 17 de junio, los diques de retención cedieron y Gulfport quedó sumergido bajo 10 pies de agua. De los 750 habitantes, solo 28 tenían seguro.

En 1993 una inundación causó daños por valor de 20 mil millones de dólares en el Medio Oeste y cobró un saldo de 48 vidas. Fue clasificado —como el actual aluvión— como una “inundación de 500 años”, o sea, que existía una probabilidad del 0.2 por ciento de que ocurriera una inundación de esta magnitud en un año determinado.

Hoy muchos se preguntan: ¿cómo es posible tener dos “inundaciones de 500 años” en un espacio de 15 años?

Las inundaciones rebasaron por lo menos 22 diques en tres estados. Según el Christian Science Monitor, “las inundaciones han planteado interrogantes sobre este sistema desarrollado de forma improvisa, en el cual hay poca información sobre dónde están los diques, quién los mantiene y en qué estado están”.

No existe un sistema de supervisión federal de los diques, según dijo un vocero de FEMA. Tras el huracán Katrina, el Congreso aprobó una ley para establecer un inventario e inspeccionar los diques, pero nunca se puso en práctica.

El sistema tiene otros problemas también. Los diques cambian la forma de los ríos, estrechando su curso natural, lo cual causa problemas río abajo. Esto a veces hace que la corriente sea más rápida y más elevada y que afecte la capacidad de los ríos de absorber las inundaciones. La creciente extensión de edificios, carreteras y otras estructuras a lo largo de los ríos reduce la superficie de las llanuras que puedan absorber el agua.

Los aluviones han provocado un debate sobre el fracaso del sistema de diques y control de inundaciones. Se enfoca en la importancia de recuperar las llanuras de inundación y reparar los diques. Este debate no es nuevo.

Para poder obtener seguro contra inundaciones, las estructuras deben estar protegidas por un dique construido de acuerdo a una norma de 100 años, o sea, que exista la posibilidad de que falle una vez en un siglo. En cambio, en Holanda los diques contra las inundaciones marinas se construyen de acuerdo a una norma de 10 mil años, y tierra adentro los diques se diseñan de acuerdo a una norma de por lo menos 250 años y normalmente de más de 1 250 años.

Las medidas que se han tomado para establecer fincas capitalistas cada vez más grandes en pos de ganancias ha hecho que la tierra sea más susceptible a las inundaciones.

Las lluvias torrenciales cayeron sobre un terreno que había sido transformado por los seres humanos, dijo Kamyar Enshayan, director de un centro de protección ambiental en la Universidad de Iowa del Norte, en una entrevista concedida al Washington Post. El Post, aludiendo a las palabras de Enshayan, dijo que “los campos cultivados han reemplazado los pastos altos de las praderas. Los campos han sido drenados minuciosamente con tuberías. Se ha enderezado los arroyos y riachuelos. Ya no están más las marismas. Las llanuras de inundación han sido rellenadas y desarrolladas”.  
 
 
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