El Militante (logo)  

Vol. 72/No. 28      14 de julio de 2008

 
‘Lectura necesaria para militantes obreros’
(especial)
 
Poder Teamster por Farrell Dobbs. Pathfinder Press 2008. 412 págs. $19.

POR FRANK FORRESTAL
Y RYAN SCOTT
 
Para conocer cómo una generación anterior de trabajadores ganó experiencia en el combate sindical, un buen lugar para empezar es el volumen de Poder Teamster, por Farrel Dobbs. Publicado originalmente solamente en inglés en 1973, la nueva edición de Pathfinder en inglés y en español se ha mejorado con una bella portada nueva, un texto más grande y más fácil de leer, 24 páginas de fotografías, ilustraciones y un índice más amplio. El libro es de los que tienen que ser leidos por los militantes de la clase obrera que están luchando para extender la sindicalización; por los que participaron en las movilizaciones del Primero de Mayo exigiendo la legalización de los trabajadores inmigrantes; por los camioneros independientes que están resistiendo los ataques contra su nivel de vida; por los trabajadores de vanguardia en los frentes de resistencia contra las redadas de inmigración y las deportaciones.  
 
Usando el poder de clase

Poder Teamster narra la historia de cómo los hombres y mujeres del Local 574 del sindicato Teamsters de Minneapolis (posteriormente el Local 544 de los Teamsters) y su dirigencia proletaria militante, utilizaron el poder que habían conquistado tras tres huelgas en 1934 en las que lucharon arduamente, para extender el poder sindical a ciudades y pueblos de todo el norte del Medio Oeste del país.

Sobre todo muestra cómo los trabajadores utilizaron el poder de su clase en contra de los patrones y en el proceso se transformaron a sí mismos.

El libro continúa la historia que Dobbs describe en Rebelión Teamster, el primero de una serie de cuatro volúmenes sobre las batallas de los Teamsters durante la década de 1930. Política Teamster y Burocracia Teamster, que por el momento solo están disponibles en inglés, completan la serie.

Dobbs fue un dirigente surgido de las filas de las huelgas y la campaña de sindicalización de los Teamsters en 1934. “El Farrell Dobbs joven que llegamos a conocer en las páginas de Rebelión Teamster llegó a ser uno de los grandes organizadores de masas de la clase obrera de Estados Unidos”, escribió Jack Barnes, Secretario Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en la introducción de Rebelión Teamster. “Con apenas 30 años, fue el principal arquitecto y dirigente de la campaña—que se extendió desde Texas hasta Detroit, Canada y Seattle—que organizó a un cuarto de millón de choferes de camión de larga distancia para incorporarlos a un poderoso sindicato y que transformó el norte del Medio Oeste en territorio sindicalizado, cuyo legado se siente hasta la fecha”.

En la introducción a Poder Teamster, Dobbs, refiriéndose a las huelgas de 1934, explica que el hecho más importante fue que los trabajadores ganaron un “nuevo sentido de esperanza en el sindicato ”. Los trabajadores de Minneapolis “comenzaron a orientarse hacia la sindicalización como medio para lograr una mejor vida. ” Dondequiera que se desarrollaba una nueva batalla, las filas obreras trataban de emular los métodos del Local 574, sobre todo en la formación de amplios comités de huelga”.

Al calor de la lucha, los miembros del Local 574 aprendieron de sus propias experiencias que no tenían nada en común con los patrones y su gobierno. Aprendieron que “si los trabajadores no luchan como clase para defender sus intereses, los patrones los van a timar”, explica Dobbs.  
 
Los funcionarios sindicales
Además de luchar contra los patrones del transporte, el Local 574 se enfrentó con los funcionarios de la Federación Americana del Trabajo, quienes se oponían a las luchas obreras militantes. En respuesta a la amenaza que presentaba la rápida extensión del poder sindical en Minnesota, la burocracia de la Internacional de los Teamsters, dirigida por su presidente Daniel Tobin, se organizó para aplastar la dirección proletaria combativa del Local 574.

Utilizando su dirección forjada y probada en la batalla , el Local 574 se mantuvo firme en su curso de lucha de clases. A pesar de que Tobin revocó sus estatutos, el Local 574 continuó ganando huelgas, renovando contratos que incluían verdaderos logros y seguía afiliando a miembros nuevos, llegando a contar con más de 4 mil militantes. De su experiencia en el combate, escribe Dobbs, una capa pequeña pero significativa de los miembros del Local “estaban aprendiendo lecciones políticas de sus experiencias en la lucha de clases”. Algunos fueron reclutados al partido revolucionario.

Dobbs explica que “tras una demora de casi dos años, ahora era posible lanzar la campaña general de sindicalización que debía haberse iniciado tras nuestra victoria en la huelga de 1934”.  
 
Campaña por 11 estados
En el capítulo “Nos extendemos hacia fuera”, Dobbs describe cómo “la campaña de expansión de los Teamsters” condujo al lanzamiento del Distrito Norcentral del Consejo de Choferes y su victoria contra una compañía dueña de una cadena de productos agrícolas en Minnesota y Wisconsin bien conocida por sus actitudes antisindicales. Se extendió la voz de que la victoria sindical había conseguido que en algunos pueblos los salarios casi se duplicaran. La noticia de la victoria se esparció por las praderas como fuego en pastizal seco. Los trabajadores en una ciudad tras otra se vieron inspirados a contribuir a la campaña de los Teamsters con renovado vigor”, escribe Dobbs.

Estos logros prepararon el escenario para que se lanzara el Comité de la Zona Norcentral—ahora con el respaldo oficial de los funcionarios de los Teamsters—para sindicalizar a los choferes de carretera por medio de una campaña de sindicalización que cubriría 11 estados. Las movilizaciones posteriores de los camioneros resultaron en el “mayor convenio jamás negociado por la Hermandad Internacional de Teamsters hasta esa fecha”, dijo Dobbs, y significativos logros salariales uniformes y mejoras cualitativas en las condiciones de trabajo para decenas de miles de choferes por todo el Medio Oeste del país.

Omaha y Sioux City se convirtieron en el centro de la campaña por 11 estados para sindicalizar a los choferes de carretera en 1938-1939. Dobbs dedicó Poder Teamsters “Al principal ejército de la campaña del transporte por carretera: las filas de los Teamsters de Omaha y Sioux City”. Los trabajadores de ambas ciudades combatieron durante seis meses con los patrones y lograron una victoria decisiva. Un gran número de fotos dan vida a la combatividad de su lucha.

“Prácticamente teníamos sitiados a Omaha y al estado de Nebraska, tal como Grant hizo con Vicksburg. Nuestra tarea ahora era mantenernos firmes en las posiciones establecidas e ir intensificando el uso de la fuerza sindical contra el enemigo de clase,”, escribe Dobbs.

“Todo trabajador militante en la ciudad y en el estado entendía ahora que los patrones podían ser derrotados ”, explica Dobbs. Con la derrota de los patrones de Omaha y Sioux City, el contrato por carretera fue implantado firmemente en 11 estados.  
 
 
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