Vol. 73/No. 6      16 de febrero de 2009

Harris, un empacador de carne sindicalizado explicó que los planes de “estimulo” obscurecen reconocer la verdadera raíz de la crisis —el capitalismo— y la necesidad apremiante de que los trabajadores tomen el poder político de manos de los gobernantes multimillonarios.

“Mi campaña lucha para presentar un punto de vista clasista de la política y del funcionamiento del sistema capitalista, para que los trabajadores podamos defendernos de los estragos de la crisis económica que vemos desarrollarse hoy en día. Tengo que decir que ahora es mucho más fácil explicar que la revolución proletaria es el único camino para evitar el desastre que el capitalismo está creando para el pueblo trabajador”, dijo.

Este desastre no es consecuencia ni de una falta de regulaciones, ni de corruptos presidentes de corporaciones asociados con Wall Street, ni de una mala supervisión, explicó. “Es el producto del funcionamiento del sistema capitalista”.

“Los capitalistas han visto una caída de sus tasas de ganancias”, explicó Harris. “Enfrentan más competencia, una reducción en los mercados para poder aumentar sus ganancias expandiendo su capacidad productiva y empleando a más trabajadores, y las repetidas crisis bancarias y financieras. Frente a estas presiones, están bajando nuestros salarios, aumentando el ritmo de trabajo, recortando programas gubernamentales de servicios sociales, y atacando a nuestros sindicatos”.  
 
Ley de libre albedrío para empleados
Eleanor García, una operadora de maquina de coser, también participó en el mitin y anunció su candidatura para el Congreso en el distrito 32. García lanzó su campaña después de que la Demócrata Hilda Solis anunció que iba a abandonar su puesto para convertirse en la secretaria de trabajo en el gabinete del Presidente Barak Obama.

“Algunos han dicho que el nombramiento de Hilda Solis es una victoria para el movimiento sindical por su apoyo al proyecto de ley Employee Freedom of Choice Act (Ley de libre albedrío para empleados) bajo la cual un sindicato sería reconocido cuando un número suficiente de trabajadores firmen tarjetas declarando que desean un sindicato”, dijo García. “Pero aún si este proyecto llega a ser ley, no va a cambiar la creciente crisis de los sindicatos, que es sobre todo producto de la trayectoria de los altos funcionarios de los sindicatos, los cuales desde hace décadas han subordinado los intereses de los trabajadores a los de los patrones y sus partidos capitalistas”.

Explicó que la campaña socialista exige que se reduzcan las horas de la semana laboral sin recortar los salarios para poder distribuir entre todos el trabajo disponible. Exige que Washington cree millones de empleos a salarios con escala sindical construyendo escuelas, hospitales, carreteras y otras obras de infraestructura.

Dijo que se deben incluir cláusulas en todos los contratos, pensiones y otros beneficios para que se aumenten los ingresos de los trabajadores cuando aumenten los precios. Para contrarrestar la estrategia de dividir-y-vencer de los patrones, los socialistas exigen que se imponga cumplimiento del uso de la acción afirmativa y demandan la legalización de todos los trabajadores inmigrantes indocumentados y el fin a las redadas y deportaciones.

Los candidatos socialistas también exigen la cancelación de la deuda externa de los países semicoloniales y el levantamiento de todos los aranceles proteccionistas impuestos por Estados Unidos.

El 29 de enero Harris participó junto a miles de maestros, ayudantes de maestro, trabajadores de comedor, estudiantes y padres para protestar contra los recortes estatales y locales a la educación.

“Estoy orgulloso de estar aquí, junto con estos trabajadores”, dijo Harris. “Su lucha es a favor de los intereses de todos los trabajadores”, explicó mientras marchaba con un grupo de estudiantes y maestros de la escuela secundaria Animo High School.

El presupuesto estatal de California enfrentará un déficit de 42 mil millones de dólares para mediados del próximo año. El gobernador Arnold Schwarzenegger ya está proponiendo un recorte de 4.8 mil millones de dólares en el presupuesto para la educación pública.  
 
 
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