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Vol. 73/No. 11      23 de marzo de 2009

 
Libro sobre Africa nos ayuda a vernos como
‘ciudadanos del mundo y de la historia mundial’
‘El capitalismo y la transformación de Africa’ destaca
nuevas relaciones sociales y de clase que surgen
con nacimiento de una clase trabajadora
(especial)

A continuación publicamos extractos mayores de las palabras de los tres panelistas en la presentación del libro El capitalismo y la transformación de Africa: Reportajes desde Guinea Ecuatorial, celebrada el 19 de febrero durante la Feria Internacional del Libro de La Habana. Mary-Alice Waters, coautora del libro, es presidenta de la editorial Pathfinder. Teresa Efua Asangono es la embajadora de Guinea Ecuatorial en Cuba. Víctor Dreke, quien hasta agosto de 2008 era embajador de Cuba en Guinea Ecuatorial, actualmente es vicepresidente responsable de relaciones internacionales de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y vicepresidente de la Asociación de Amistad Cuba-Africa. La presentación de Waters se publica con autorización. Copyright © 2009 por Pathfinder.
 

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‘Luchamos para transformar el mundo’

BY MARY-ALICE WATERS  
Hace unos días, cuando Martín Koppel y yo tuvimos el placer de conocer a la embajadora Teresa Efua Asangono, ella nos preguntó por qué habíamos escrito este libro, El capitalismo y la transformación de Africa. Era una buena pregunta. Y como todas las buenas preguntas, nos puso a pensar.

La respuesta más básica es que queríamos compartir con otras personas —sobre todo con el pueblo trabajador en Estados Unidos y con jóvenes cuya mente está abierta al mundo— la educación que habíamos recibido del pueblo de Guinea Ecuatorial durante los dos viajes que hicimos a ese país en 2005 y 2008. Queríamos ayudar a nuestros lectores a comprender el mundo entrelazado y contradictorio en el que vivimos hoy, el mundo que rehusamos aceptar tal como es, el mundo que luchamos por transformar. Queríamos ayudar a otras personas a empezar a pensar como ciudadanos del mundo, como ciudadanos de la historia mundial.

La mayoría del pueblo trabajador en Estados Unidos conoce poco sobre las condiciones de vida en Africa. Conoce muy poco de los grandes cambios que se van desarrollando en muchas regiones allá. Claro, hay una gran excepción: los millones cada vez más numerosos de todas partes de ese enorme continente que se han visto obligados por el azote de la explotación imperialista a dejar sus países en busca de trabajo y tomarse el riesgo de una vida en otra tierra. Estos africanos que hoy viven en Estados Unidos sí saben por experiencia propia acerca de las condiciones en sus países de origen, y sí contribuyen a la transformación de la clase trabajadora en Norteamérica.

Como saben la mayoría de ustedes aquí, el cuadro más común de Africa que brindan los medios de difusión en Estados Unidos y muchos otros países representa al pueblo de Africa solo como víctimas indefensas que sufren condiciones de violencia inhumana y son incapaces de tomar su futuro en sus propias manos. Uno pensaría que viven de limosnas de las fundaciones imperialistas de las familias multimillonarias cuyas riquezas, mayormente, son producto histórico de la superexplotación de aquellos a quienes hoy les pagan apenas unos pocos dólares a la vez.

La realidad que vimos en Guinea Ecuatorial era muy diferente de este cuadro, y más compleja. Tratamos de captar esa realidad en las palabras y las fotos de este libro.  
 
Un título provocador
Quisiera comentar algo sobre el título: El capitalismo y la transformación de Africa. Más de un lector me ha dicho, “¿No eres socialista, comunista? ¿No le da crédito ese título al capitalismo por transformar Africa?”

La verdad es que habíamos empezado con algo diferente. Nuestro título provisional había sido El saqueo imperialista y la transformación de Africa. ¡Qué anodino! Era un título que no desafiaba a nadie a pensar sobre nada. Esos siglos de dominación colonial e imperial, con todos sus detalles brutales y sangrientos, los han vivido millones de personas y la historia se ha contado en cientos —no, miles— de libros. Incluso habíamos diseñado una portada con ese título, una linda portada. Y mientras más la miramos, más supimos: no se trata de eso en este libro.

Entonces llegamos a un título que sabíamos que sería un poco provocador, pero más preciso en cuanto a nuestras intenciones.

Este libro trata sobre los cambios hoy que se pueden ver por todos lados en Guinea Ecuatorial, a medida que se usan en parte los ingresos estatales —derivados del fruto del trabajo de empleados de empresas imperialistas que extraen petróleo de las aguas cercanas a la costa— para construir una infraestructura de la cual dependen el avance de la productividad del trabajo, la industria, la educación y el progreso. Pero realmente lo que va surgiendo es el capitalismo y las relaciones sociales capitalistas, como ha sucedido en otras partes del mundo en otras coyunturas históricas.

El libro ilumina la transformación de los instrumentos de producción y las nuevas relaciones de clase, las nuevas relaciones sociales, que van surgiendo. Destaca a la clase trabajadora que está naciendo, traída de los cuatro rincones del mundo —desde Mali hasta Paraguay, desde China hasta República Dominicana— en la misma, y solo en la misma, medida que está surgiendo una burguesía, junto con capas cada vez más amplias de comerciantes, intermediarios y profesionales.

Este es un proceso histórico que fortalece la posición del pueblo trabajador a nivel internacional, porque reduce el enorme abismo en las condiciones materiales y las relaciones de clases que nos dividen en diferentes partes del planeta. Cada nueva carretera, cada nueva fuente de electricidad, cada nueva torre de telecomunicaciones, cada expansión del acceso al agua potable, cada nueva clínica, escuela y biblioteca hace más difícil que aquellos que viven de la explotación de nuestra mano de obra interpongan una división entre “nosotros” y “ellos”: entre el pueblo trabajador de Estados Unidos y otros países imperialistas, por un lado, y las masas trabajadoras de Africa y el resto del mundo, por el otro.

El reconocer estas realidades históricas y sociales no me hace partidaria del capitalismo. Al contrario. Su comprensión nos ayuda a ser internacionalistas proletarios más conscientes. Para citar el título del artículo principal en uno de los números recientes de la revista Nueva Internacional: “Nuestra política empieza con el mundo”.  
 
Ejemplo de Cuba socialista
Al mismo tiempo —y con igual importancia— es un libro sobre la Revolución Cubana y el papel que ocupa Cuba en Africa, en el mundo. Sin ver esto, sería mucho más difícil tener confianza en el camino a seguir, no solo en Africa sino en cualquier parte.

El ejemplo práctico de la revolución socialista cubana se ve en la mano de solidaridad proletaria que los 230 internacionalistas cubanos que trabajan en Guinea Ecuatorial le tienden al pueblo de ese país. A través de ellos, a través de sus acciones, vemos el tipo de ser humano que solo una revolución socialista puede empezar a producir, y el tipo de ser humano necesario para defender e impulsar una revolución socialista.

Y quiero subrayar que este es el ejemplo que están dando al mundo nuestros cinco hermanos cubanos, injustamente mantenidos como rehenes en las prisiones de Estados Unidos: la firmeza y dignidad de millones de hombres y mujeres que encarnan la revolución con sus acciones de cada día.

Para mí, una de las cosas más impresionantes en Guinea Ecuatorial era la relación entre los profesores de la facultad de medicina cubana y sus alumnos, la ausencia de las relaciones antagónicas que caracterizan toda la educación en la sociedad capitalista. Los maestros en Estados Unidos, como en otras partes del mundo capitalista, frecuentemente se convierten en correa de transmisión para aplastar y aferrar, en vez de animar, el espíritu creador y la disciplina —las aspiraciones— de sus alumnos. El orgullo que sentían los profesores cubanos por el desarrollo de sus estudiantes, y el respeto y cariño de los alumnos hacia sus maestros, era una muestra notable de que se pueden forjar relaciones sociales diferentes a las que conocemos en el capitalismo.

Hay una pregunta que muchas veces nos hacen trabajadores y jóvenes que buscan comprender por qué la clase dominante de Estados Unidos es tan feroz en su empeño de castigarlos a ustedes, al pueblo cubano, por negarse a rendirse ante las exigencias del imperio. ¿Por qué los médicos, enfermeros, maestros, ingenieros y otros ofrecen sus servicios para vivir y trabajar en lugares por todo el mundo donde no están dispuestos a ir sus homólogos de ningún otro país en la faz de la Tierra?

La respuesta que damos es sencilla. Es posible porque los trabajadores y agricultores de Cuba hicieron una revolución socialista hace medio siglo —realmente tomaron su destino en sus propias manos— y empezaron a construir una sociedad sobre bases sociales y económicas diferentes. Una sociedad basada en la solidaridad de clase consciente del pueblo trabajador, creador de toda la riqueza y la cultura.

Por más difícil que ha sido este esfuerzo, especialmente frente a la agresión incesante de Washington —y por más imperfectos que sean los resultados (y no hay críticos más exigentes que el propio pueblo cubano)— el ejemplo de la Revolución Cubana sigue siendo hoy día el faro que muestra lo que el pueblo trabajador en todo el mundo es capaz de lograr.  
 
Peso de los trabajadores de Africa
Quisiera terminar con unas palabras sobre la contracción de la producción y circulación capitalista que hoy, al acelerarse, está en sus primeras etapas a nivel mundial, y la crisis económica global que le acompaña —profundizándose en estos momentos en que estamos reunidos aquí— y que recae sobre nosotros con cada vez más fuerza.

Las décadas de conflictos militares entrelazados con crisis económicas, políticas y sociales que nos depara el futuro se van a parecer más a las primeras décadas del siglo XX, que culminaron en guerras que se propagaron por todo el mundo, que a cualquier cosa que hayamos conocido durante la vida política consciente de la mayoría de los presentes hoy día. La capacidad de la clase trabajadora y de sus aliados de resolver esta crisis quitando el poder de gobernar de manos de los propietarios capitalistas —según nos mostraron cómo hacer los trabajadores y agricultores de Cuba hace medio siglo —va a decidir el futuro de la humanidad.

A medida que siga agudizándose la crisis del capitalismo a la que vamos entrando, con sus altibajos en los años que vienen, hay dos cosas que podemos afirmar con certeza:

Los trabajadores que hoy día se van juntando en Estados Unidos —llegados de todos los continentes del mundo— se encontrarán al centro de luchas revolucionarias de un tipo que ninguno de nosotros jamás ha visto.

Y, como nos ayudó a ver el pueblo de Guinea Ecuatorial, el peso de las masas trabajadoras en Africa en la definición del futuro de la humanidad será mayor que nunca.

Ese es el camino que aspiramos a explicar e impulsar con El capitalismo y la transformación de Africa.
 

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Libro ‘busca decir la verdad sobre Africa’

POR TERESA EFUA ASANGONO  
Es un orgullo tomar la palabra en este acto cultural consistente en la presentación del libro El capitalismo y la transformación de Africa: Reportajes desde Guinea Ecuatorial. Digo estar orgullosa porque se constata que los autores —aparte de desligarse del tradicional y habitual enfoque que otros autores y la prensa internacional muestran sobre Africa, como una ruina— han procurado realizar una investigación exploratoria, recopilando toda la realidad sobre Africa en general y Guinea Ecuatorial en particular, señalando deficiencias y resaltando logros…

Al acceder Guinea Ecuatorial a la independencia nacional el 12 de octubre de 1968, nuestro país no tenía más que pequeñas carreteras, en su mayoría sin asfalto, y caminos tradicionales que servían para buscar el café, el cacao y demás materias primas del bosque y poder transportarlos al puerto para su posterior exportación a Europa.

Guinea Ecuatorial, como el resto de Africa, está pagando el precio alto de una factura que data desde la colonización de sus pueblos. Al desglosar esa factura nos encontramos con la triste realidad de la falta de infraestructuras viales, universidades, falta de escuelas de primaria y de alfabetización, electrificación, hospitales, aducción de agua, falta de recursos cualificados y una larga lista de etcéteras. Nos enfrentamos ahora a la realización en bloque de todas esas obras a nivel de todo el ámbito nacional, para evitar la exclusión de alguna región…

Los países del primer mundo no nos permitieron evolucionar paulatinamente como lo hicieron ellos, investigando y adquiriendo conciencia, sino que se nos impuso una civilización avanzada prefabricada e insostenible donde al indígena analfabeto, sin derecho a nada, con todas las limitaciones que imponía la colonia, le era imposible encuadrarse.

¿Quién puede ser locutor de televisión sin sabe leer ni escribir y si no ha visto un estudio en su vida? ¿Quién puede entrar en la universidad si no tiene siquiera la primaria hecha? ¿Quién va a conocer las normas de higiene si no se lo enseñaron nunca?…

Los pocos cuadros formados en la metrópoli serían de su propiedad y no regresaron nunca. Hasta hoy se sigue importando en occidente a los pocos intelectuales de que cuenta Africa.

Prácticamente no se podía hablar de ciudades, si bien la capital, Malabo, y la ciudad de Bata tenían algunos cuantos inmuebles de material permanente. En general, todo el país era una cadena de aldeas sin ninguna infraestructura moderna.

Actualmente se observan grandes autovías, carreteras por todo el territorio nacional, viviendas modernas, hospitales, edificios de utilidad variada, etcétera. Hoy en día, muchos dirán gracias al petróleo. Pero en realidad, Guinea Ecuatorial es un país prometedor por la voluntad de su pueblo, por el apoyo solidario de pueblos hermanos como Cuba, China y otros, y por la sabia gestión de su presidente, su excelencia Obiang Nguema Mbasogo.

Cuando hablamos de pueblos amigos, queremos resaltar aquí la gran labor que lleva Cuba en Guinea Ecuatorial por la integración de una brigada médica y en la formación de médicos ecuatoguineanos, todo gracias a la solidaridad que mostró siempre Cuba con el continente africano…

El libro que hoy se presenta en esta feria, no diremos que es una obra perfecta, pero sí valoramos en alto el esfuerzo de sus autores, que han querido decir la verdad, mostrando las deficiencias y los logros, resaltando la cultura rica de Guinea Ecuatorial, lo que muchos otros autores suelen omitir… El libro podría haberse presentado en Guinea Ecuatorial, pero se presentó en Cuba, donde existen muchísimos amigos del pueblo guineano.
 

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‘Eramos amigos desde antes del petróleo’

POR VÍCTOR DREKE  
La amistad entre Cuba y Africa es de muchos años. Antes que tuviesen petróleo los ecuatoguineanos, cuando ocupaban uno de los últimos lugares de los países más pobres del continente africano, ya los cubanos éramos amigos de los ecuatoguineanos. Y no sabíamos que iban a tener petróleo. Ahora le sobran los amigos. Pero nosotros ya estábamos ahí junto a Guinea Ecuatorial desde el principio…

De hecho, la historia de Cuba y de Guinea Ecuatorial es de muchos años. Recordarán ustedes que en 1868 y’69 fueron mandados y deportados a Fernando Poo —que era como se llamaba Guinea Ecuatorial en aquel momento, cuando estaba sojuzgada por España— más de 250 compañeros cubanos que estaban luchando por la independencia de Cuba. Fueron mandados para que murieran allí, en un lugar que era considerado como uno de los peores lugares de castigo en aquel momento.

Poco después del triunfo de la independencia el 12 de octubre de 1968, vinieron las relaciones oficiales entre Guinea Ecuatorial y Cuba, y allí estuvieron los cubanos también cumpliendo el deber de apoyar a un país independiente, independientemente de cualquier situación. A un país africano independiente había que ayudarlo. Ese fue nuestro trabajo.

En el año 2000 se fortaleció nuestra colaboración con Guinea Ecuatorial. Recordábamos que la situación era muy grave: casi no había maestros, casi no había médicos. Y entonces el presidente Obiang le pidió a Fidel maestros, y le pidió médicos. Y un buen amanecer se produjo un desembarco. Pero no un desembarco de mercenarios. Se produjo un desembarco de un avión de Cubana de Aviación con los 100 primeros médicos cubanos a apoyar a Guinea Ecuatorial.

Por aquellos tiempos no habían casas en Malabo donde ponerlos. Tuvieron que alojarse muchos de los compañeros médicos, en casas de los compañeros ministros, algunos dirigentes del partido que los acogieron en su seno. Como consecuencia, unió a los médicos nuestros con los ecuatoguineanos una vez más.

Se creó un programa de atención en salud en todo el país. Tenemos compañeros trabajando en los 18 distritos del país. Ahí desarrollan su trabajo en condiciones muy difíciles. Han ido mejorándolas, y ustedes van a poder leerlo en el libro. No les digo todo lo que está en el libro, porque si les digo todo el libro, no van a leerlo.

Tenemos compañeros ahí trabajando también en la educación, incluso en un plan de alfabetización que primero se planteó para la mujer.

Se está trabajando también, con la colaboración de la compañía cubana Labiofam, un gran plan de desratización. Se realizó en Annobón, una isla muy pegada a São Tomé y Príncipe, donde había una gran cantidad de ratas. Este plan ahora se está realizando con éxito en Malabo y Bata…

Y está la facultad de ciencias médicas en Guinea Ecuatorial. Ya hacen hasta el quinto año ahí. El sexto año los estudiantes lo hacen en la escuela de medicina en Pinar del Río, Cuba. En Pinar es donde está estudiando la mayor cantidad de ecuatoguineanos.

Hay un grupo en este momento de 26 compañeros de la Unión Eléctrica que están trabajando en Bata y Malabo. Leerán ustedes en el libro sobre las dificultades que tienen en la electrificación, y los planes para la electrificación del país.

Es decir que estamos trabajando en las cuestiones fundamentales: la educación, la salud, la electrificación del país. Y la cultura también, con la primera feria del libro que se dio en 2005, que fue realmente muy positiva…

Esa es la razón por la que viajaron dos veces los compañeros de Pathfinder a Guinea Ecuatorial, para ver el país y participar en varios eventos ahí.  
 
 
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