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Vol. 73/No. 17      4 de mayo de 2009

 
Oposición a embargo a Cuba
en Cumbre de las Américas
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
La Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, del 17 a 19 de abril, demostró que la campaña de Washington para aislar a Cuba por haber realizado una revolución socialista ha fracasado. Al centro de las discusiones que tuvieron lugar durante los tres días del encuentro estuvo la oposición al embargo comercial que Washington ha mantenido contra Cuba por 47 años.

Treinta y cuatro naciones de las Américas estaban representadas en la cumbre. Cuba fue excluida, así como también la colonia norteamericana de Puerto Rico.

Para el 1 de junio de este año todos los países de las Américas salvo Estados Unidos habrán establecido relaciones diplomáticas con La Habana. Washington rompió relaciones diplomáticas con Cuba en enero de 1961 y presionó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a que expulsara a Cuba en enero de 1962. Una semana después, el presidente norteamericano John F. Kennedy impuso un embargo total de comercio con Cuba y severamente restringió los viajes a la isla.

El embargo inhumano ha sido denunciado numerosas veces en la ONU y cada vez más por muchos gobiernos en América Latina. Varios jefes de estado latinoamericanos habían dado a conocer que iban a retar el embargo durante la cumbre del 17 a 19 de abril.

Antes de celebrarse la cumbre el presidente estadounidense Barak Obama intentó desviar críticas de la política norteamericana hacia Cuba levantando el 13 de abril restricciones a los viajes de cubano americanos que visiten a familiares en la isla y al envío de dinero a miembros de la familia.

Hablando en una reunión en Venezuela el 16 de abril, el presidente cubano Raúl Castro dijo que su gobierno ha mandado decir al gobierno norteamericano “en privado y en público que estamos dispuestos a discutir todo, derechos humanos, libertad de prensa, presos políticos”. Castro anunció que Cuba está dispuesta a poner en libertad a los individuos que Washington califica de “presos políticos” y enviarlos a Estados Unidos si Washington pone en libertad a los cinco revolucionarios cubanos injustamente encarcelados en prisiones norteamericanas por 10 años bajo falsos “cargos de conspiración”.

Durante la apertura de la cumbre el 17 de abril, la presidenta argentina Cristina Fernández, la primera oradora, exigió que se levante el embargo y recibió aplausos del público, informó el diario mexicano La Jornada.

Otros jefes de gobierno hablaron sobre los miles de médicos y personal médico cubanos que han prestado su ayuda como voluntarios en muchos países de América Latina.

El presidente mexicano Felipe Calderón dijo a CNN que había instado a Obama a que pusiera fin al embargo cuando el jefe de estado norteamericano visitó México el 16 de abril. Calderón dijo que el embargo era “inútil”.

En su discurso a la cumbre el 17 de abril, Obama dijo que “Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba”. El gobierno norteamericano está dispuesto “a entablar discusiones con el gobierno cubano sobre una amplia gama de cuestiones—desde drogas, inmigración y cuestiones económicas, así como los derechos humanos, la libertad de expresión, y la reforma democrática”.

Durante una conferencia de prensa al concluir la cumbre, Obama dijo que la oferta de Castro de discutir asuntos como los derechos humanos o los prisioneros políticos era una “señal de progreso”. También acusó a Cuba de cobrar enormes recargos a las remesas enviadas a cubanos por familiares residentes en Estados Unidos.

El dirigente cubano Fidel Castro respondió a las declaraciones de Obama en su columna “Reflexiones” del 21 de abril.

“Al afirmar el Presidente de Cuba que está dispuesto a discutir cualquier tema con el Presidente de Estados Unidos, expresa que no teme abordar cualquier tipo de asunto. Es una muestra de valentía y confianza en los principios de la Revolución. Nadie debe asombrarse de que hablara de indultar a los sancionados en marzo de 2003 y enviarlos todos a Estados Unidos, si ese país estuviera dispuesto a liberar a los Cinco Héroes antiterroristas cubanos”.

En cuanto a las remesas, Castro dijo, “Todos los países cobran determinadas cifras por las transferencias de divisas. Si son dólares, con más razón debemos hacerlo, porque es la moneda del Estado que nos bloquea. No todos los cubanos tienen familiares en el exterior que envíen remesas. Redistribuir una parte relativamente pequeña en beneficio de los más necesitados de alimentos, medicamentos y otros bienes es absolutamente justo”.

Mientras tanto, José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, anunció que iba a promover la reincorporación de Cuba como miembro de la organización. La respuesta cubana llegó de inmediato: “Si se suman todas las acciones agresivas de la que [la OEA] fue cómplice, estas alcanzan cientos de miles de vidas y acumulan decenas de años sangrientos”, escribió Fidel Castro en su columna “Reflexiones” del 15 de abril. Insulza “nos ofende incluso, al suponer que estamos deseosos de ingresar en la OEA”.

Raúl Castro dijo a la agencia noticiera cubana Prensa Latina, “No tenemos interés en la OEA”. Parafraseando a José Martí, Castro añadió, “Antes de ingresar a la OEA, primero se unirá el mar del Norte con el mar del Sur y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.  
 
 
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