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Vol. 73/No. 21      1 de junio de 2009

 
Estudiantes organizan
evento sobre 5 Cubanos
(especial)
 
POR BETSEY STONE  
DAVIS, California—Unos 75 estudiantes y otras personas asistieron el 6 de mayo al programa, celebrado en el recinto de la Universidad de California en esta ciudad, sobre la campaña para obtener la libertad de cinco revolucionarios cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos. Para la mayoría era la primera vez que escuchaban sobre los hechos del caso.

La fraternidad latina Sigma Lambda Beta auspició el evento. La filial en la universidad, compuesta en su mayoría por estudiantes chicanos, ha organizado varios eventos de “conciencia cultural” en el recinto en Davis, ubicado en el corazón del Valle de Sacramento, una región agrícola.

Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González, Fernando González y Gerardo Hernández, conocidos como los Cinco Cubanos, se encuentran cumpliendo sentencias draconianas en prisiones federales en Estados Unidos. Los Cinco son considerados héroes en Cuba.

Los oradores invitados fueron Alicia Jrapko, coordinadora nacional del Comité Internacional para la Libertad de los Cinco Cubanos, y Martín Koppel, subdirector del periódico El Militante.

“El enjuiciamiento y la encarcelación de los cinco cubanos por el gobierno norteamericano es una burla a la justicia que amenaza los derechos constitucionales de todos nosotros” dijo Koppel.  
 
Cargos fabricados
Los cargos de “conspiración para cometer espionaje” en contra de los cinco han sido una fabricación, así como también el cargo en contra de Hernández de “conspiración para cometer asesinato”. Explicó que lo que estaban haciendo era obtener información sobre los grupos ultraderechistas que operan desde Estados Unidos y que tienen un historial de cometer ataques violentos contra Cuba, incluso una serie de ataques dinamiteros de hoteles cubanos en 1997.

“Debido a que no había pruebas de que los cinco cubanos realizaron actos de espionaje contra el gobierno norteamericano”, dijo Koppel, “los fiscales los acusaron de ‘conspirar’ para hacerlo. Intervinieron sus teléfonos, allanaron sus apartamentos y usaron evidencia secreta a la cual, los cinco y sus abogados tuvieron poco o ningún acceso”.

Koppel señaló que estas violaciones y las brutalidades como la de mantenerlos en el hueco en confinamiento solitario por 17 meses son algunos ejemplos del incremento en los ataques a los derechos del pueblo trabajador en este país.

Jrapko describió un poco sobre cada uno de ellos, mientras señalaba las fotos de los cinco las cuales estaban al frente de la sala, y la duración de sus sentencias: Guerrero y Labañino, cadena perpetua; René González, 15 años; Fernando González, 19 años; y Hernández, dos cadenas perpetuas.

“Cuba tiene derecho a defenderse”, explicó Jrapko. “Por años, Estados Unidos ha atacado a Cuba, incluso con una invasión militar en 1961 organizada por la CIA” conocida como Bahía de Cochinos. Señaló cómo, mientras los cinco cubanos están encarcelados, el gobierno norteamericano ha respaldado y protegido a opositores de la revolución que han llevado a cabo ataques mortíferos en Cuba.

Jrapko instó a los estudiantes a que se unan a la campaña internacional por el derecho de Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas de Gerardo Hernández y René González respectivamente, de visitar a sus esposos en la cárcel. Las autoridades norteamericanas han negado varias veces visas a las dos mujeres.  
 
Luchadores obreros por la justicia
“Los Cinco Cubanos son luchadores obreros por la justicia”, dijo Koppel. “La mayoría de ellos fueron dirigentes estudiantiles en su juventud. Tres de ellos fueron parte de los más de 300 mil cubanos que respondieron al llamado del gobierno de Angola para ayudar a repeler las invasiones de ese país por el régimen racista del apartheid de Sudáfrica. Desde la cárcel han extendido solidaridad a otros militantes, incluyendo a los prisioneros políticos puertorriqueños y en apoyo a las luchas de los trabajadores inmigrantes”.

“¿Vale la pena defender al gobierno cubano?”, preguntó un estudiante. “¿Es que acaso el pueblo cubano se encuentra en una mejor situación? ¿Cuál es la situación del racismo en Cuba? ¿Hay segregación?”

Al responder, Koppel señaló que apoyar la campaña para liberar a los Cinco Cubanos no debe depender del punto de vista político de una persona o de lo que piensen sobre la Revolución Cubana. “La campaña por la libertad de los cinco debe ser difundida sobre la base más amplia posible e incluir a todos los que defienden los derechos democráticos y creen que se debe luchar contra las injusticias a las que han sido sometidos”.

Luego explicó cómo la revolución de 1959 arrancó de raíz la discriminación racial institucional que existía bajo la dictadura respaldada por el gobierno de Estados Unidos. “Es por eso que los logros sociales de la revolución tienen un fuerte respaldo entre los trabajadores negros”, dijo.

Jrapko señaló el lugar del sistema de educación y atención médica gratuita, y el acceso al cuidado infantil, como puntos importantes para traer más igualdad en Cuba.

Otros estudiantes preguntaron “¿Por qué el gobierno de Estados Unidos llega al límite extremo de atacar a Cuba? ¿Crees que sea posible una revolución en Estados Unidos?

“El gobierno tiene un doble propósito al atacar a los cinco”, señaló Koppel. “Primero, nos tiene a nosotros como objetivo. Para que no nos atrevamos a enfrentar al gobierno y a los patrones. Segundo, es para castigar al pueblo cubano por haber tenido la audacia de hacer una revolución socialista. Odian a Cuba por su ejemplo político, por su revolución, donde se levantaron millones y llevaron a cabo una reforma agraria, una campaña contra el analfabetismo y por que tomaron los medios de producción”.

Daniel Mendoza, miembro de Sigma Lambda Beta, quien participó en un programa de estudios en el extranjero en Cuba organizado por la universidad en 2008, fue el moderador de la reunión. El describió la lucha que tuvo que librar la fraternidad para defender su derecho a realizar el evento. Mendoza explicó que inicialmente los administradores les negaron la solicitud para obtener un salón para la reunión, porque un sitio web describía a Koppel como un individuo que estaba “registrado como comunista”, y su presentación podría provocar “violencia” en el recinto de Davis.

En medio de aplausos, Mendoza explicó que la fraternidad no se tragó el argumento y no se echaron para atrás. A pesar de obstáculos adicionales que les lanzó la administración, persistieron y el evento pudo realizarse.
 
 
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