Vol. 73/No. 22      8 de junio de 2009

Tres trabajadores afroamericanos —James Cromitie, David Williams y Onta Williams— y un haitiano, Laguerre Payen, fueron detenidos después de supuestamente haber participado junto a un agente provocador del FBI, Shahed Hussain, en colocar lo que creían eran bombas activas frente al Centro Judío de Riverdale y el Templo de Reforma de Riverdale en el Bronx.

El congresista estatal Peter King, afirmó, “Este fue un peligro muy grave que pudo haber costado muchas, muchas vidas de haberse realizado. Hay un peligro real de terroristas autóctonos y también de conversos en las cárceles”. Los cuatro habían cumplido condenas de cárcel y son musulmanes.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, aplaudió los arrestos. El comisionado de policía Raymond Kelly dijo que la operación conjunta de la policía y el FBI fue “un ejemplo clásico de cómo se debe manejar una investigación importante”.

Según la acusación oficial, Cromitie y los otros tres estaban empeñados en atacar a judíos y símbolos de la guerra de Washington en Afganistán. Sin embargo, gran parte de las “pruebas” se basa en conversaciones grabadas en una casa preparada especialmente por el FBI, en armas suministradas por el FBI y en el testimonio del espía del FBI, Hussain.

Según el Times de Londres, Hussain se hizo soplón para el FBI en 2002 para evitar ser deportado bajo cargos de fraude.

En el caso de los cuatro arrestados en Nueva York, “Un agente federal caracterizó el complot como ‘aspiracional’, o sea, que los sospechosos querían hacer algo pero no tenían ni armas ni explosivos”, informó el New York Times. “Siempre estuvo completamente controlado”, dijo al Times un policía federal.

Según la acusación, Hussain dijo a los cuatro acusados que él pertenecía a Jaish-e-Mohammed, un grupo armado islamista basado en Pakistán. Cromitie, según alega el gobierno, pidió unirse a Jaish y dijo querer “darle a una sinagoga”. A Onta Williams se le acusa de abogar por el asesinato de soldados norteamericanos con bombas y misiles.

Salahuddin Muhammad, el imam del la mezquita de Newburgh, Nueva York, donde residen los acusados, dijo que mucha gente tenía sospechas de Hussain cuando empezó a visitar el lugar. “Llegó a la mezquita y de inmediato quiso reunirse con distintas personas”. Un hombre le dijo a Muhammad que Hussain le había ofrecido 25 mil dólares “y empezó a hablar de yihad”. El hombre dijo que le había dicho a Hussain, “No quiero tener nada que ver con eso”.

Muhammad dijo que “agente provocador” es una mejor palabra que “informador” para caracterizar a Hussain, según el Newburgh News.

Lord McWilliams, hermano del acusado David Williams, dijo al Daily News de Nueva York que Hussain hizo creer a la familia que él pagaría 20 mil dólares por un trasplante de hígado para Lord ya que no se lo cubría el seguro de Medicaid.

“No entrampamos o incitamos a nadie a que cometa un delito”, dijo Joseph Demarest, jefe de la oficina del FBI en Nueva York. “Simplemente facilitamos sus deseos”.

“Hay que ser escéptico”, dijo Utya Habif-Afres, al ser entrevistada por el Washington Post cuando recogía a su hijo de una clase en el Centro Judío de Riverdale. “Yo también me preguntaba que si el informante de la policía no les hubiera proporcionado las bombas, ¿podrían estas personas haber conseguido bombas?”
 
 
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