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Vol. 73/No. 23      22 de junio de 2009

 
Se abre amplio debate político en
comicios nacionales en Irán
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
En vísperas de las elecciones presidenciales a celebrarse en Irán el 12 de junio, se ha abierto un debate político de gran envergadura sobre el programa nuclear del país, la política exterior, la economía, los derechos de la mujer, y la libertad de expresión.

En un paso sin precedentes, la televisión estatal está transmitiendo seis debates entre los cuatro candidatos inscritos en la boleta electoral. Los que se están postulando son, Mahmoud Ahmadinejad, el presidente actual; Mir Hossein Mousavi, el primer ministro de 1981 a 1989; Mohsen Rezaei, comandante de las Guardias Revolucionarias Islamistas de 1981 hasta mediados de los años 90; y Mehdi Karroubi, ex presidente del parlamento.

Un debate el 3 de junio entre Ahmadinejad y Mousavi, el cual llegaron a ver millones de personas, captó las discrepancias agudas dentro de la clase capitalista iraní mientras busca defender sus intereses frente a potencias imperialistas hostiles y una profunda crisis económica que está asolando a los trabajadores, pequeños agricultores, y sectores de la clase media.

Mousavi atacó a Ahmadinejad por sus frecuentes arrebatos anti semíticos y su aseveración de que el Holocausto nunca tuvo lugar. “AIPAC [el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí], la institución sionista más grande en Estados Unidos, ve esta política como una bendición”, dijo Mousavi durante el debate.

Mousavi promete que, si sale elegido, participará en platicas directas con Washington y otros gobiernos imperialistas sobre el programa nuclear de Irán, mientras que Ahmadinejad se ha negado a hacerlo, exigiendo en cambio que el Presidente Barak Obama participe en un debate con el en Naciones Unidas.

Ahmadinejad arremetió, alegando que bajo el régimen de Mousavi y los de los presidentes subsiguientes, “Estados Unidos estaba tratando de derrocar la República Islamista. Hoy Estados Unidos ha declarado oficialmente que no busca derrocarnos”. Entonces preguntó “¿Cuál política externa ha fortalecido la independencia del país?” Mousavi también criticó el hecho de que desde que Ahmadinejad asumió la presidencia los censores iraníes han incrementado los requisitos para obtener un permiso para publicar, aunque declaró que no se debe permitir que se publique ningún libro “contra la religión y la constitución”.

Mousavi asumió el puesto de primer ministro poco después de que una masiva revolución social popular estremeció a Irán y tumbó la dinastía Pahlavi, un aliado importante de Washington. El régimen capitalista que llegó al poder buscó controlar la rebelión de trabajadores, campesinos, nacionalidades oprimidas, y mujeres a través de un gobierno dominado por clérigos islamistas. Durante la próxima década impusieron una censura severa y otras restricciones a la libertad de expresión, utilizaron fuerza militar para reprimir a la minoría nacional oprimida kurda, y asediaron a las organizaciones izquierdistas y comunistas.

Al igual que otros personajes políticos burgueses que participaron en esta contrarrevolución, Mousavi ha concluido desde entonces que demasiadas restricciones a los derechos democráticos pueden ser contra productivas. También habla en nombre del sustancial número de capitalistas que desean que se terminen las sanciones comerciales y financiaras y que estén interesados en un acercamiento con Estados Unidos.

Ahmadinejad acusó a Mousavi de recibir financiamiento de Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, el ex presidente de Irán y hoy jefe del Consejo de Conveniencia, un grupo de enlace entre los clérigos gobernantes y el parlamento. Rafsanjani ha ganado amplio repudio de parte del pueblo trabajador por haberse enriquecido a si mismo y a su familia cuando fue presidente.

La discusión sobre los derechos de la mujer ha sido un aspecto importante de la carrera presidencial. Mousavi ha declarado que si sale electo disolverá la “policía moral” que hostiga a las mujeres por no adherirse al severo código de vestido. Su esposa, Zahra Rahnavard, a menudo habla en público. En un mitin reciente de la campaña en Teherán que reunió a miles de personas, la mayoría de ellos jóvenes, dijo, “¡Ojalá que eliminar la discriminación contra la mujer no quede como un sueño solamente”.

Tanto Mousavi como Karroubi han dirigido sus campañas sobre todo a los jóvenes en las recintos universitarios. Mousavi dice que hay que generar empleos para los muchos estudiantes universitarios que se gradúan sin la posibilidad de encontrar empleo en su campo de estudios. Karroubi dice que si el gana, ningún estudiante será encarcelado por sus opiniones políticas.

Ahmadinejad también tiene apoyo en las universidades; pero sobre todo en los estudiantes del basij, una fuerza miliciana voluntaria dirigida por las Guardias Revolucionarias que a menudo se enfrenta a manifestantes que están exigiendo más derechos democráticos.

Todos los opositores de Ahmadinejad destacan la alta inflación que hay en el país, que se calcula es de un 25 por ciento, y el desempleo constante, como razones por las que hay que oponerse a su reelección. Ahmadinejad ganó una victoria abrumadora en 2005 en gran medida debido a promesas populistas de utilizar la riqueza petrolera del país para el beneficio de los pobres. Ha visitado el campo con frecuencia, dando préstamos a campesinos, y ha establecido proyectos de desarrollo rurales.  
 
 
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