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Vol. 73/No. 28      27 de julio de 2009

 
Washington busca conformar
régimen estable en Honduras
(portada)
 
POR MARTÍN KOPPEL  
El gobierno estadounidense está tomando medidas para organizar un régimen estable en Honduras tras la destitución del presidente Manuel Zelaya. Tanto Zelaya como Roberto Micheletti, instalado como presidente por el congreso hondureño, han participado en conversaciones organizadas por Washington con el presidente costarricense Oscar Arias como mediador.

La crisis en Honduras estalló cuando Zelaya organizó un referéndum sobre un posible cambio en la constitución para permitir la reelección de futuros presidentes, a pesar de la oposición de la mayoría de los dos partidos capitalistas dominantes, incluido el suyo, el Liberal.

Desde que fue elegido en 2005 Zelaya, magnate maderero y ganadero, aplicó en gran medida políticas del Partido Liberal, entre ellas la contratación de más policías para la “guerra contra la delincuencia” y un aumento del salario mínimo a un nivel un poco inferior a nivel de pobreza. Sin embargo, contrarió a otros elementos de la clase dominante al asociarse con el presidente venezolano Hugo Chávez.

El gobierno hondureño se afilió a una alianza comercial dirigida por Venezuela, basada en gran medida en la compra de petróleo venezolano a precios reducidos. Zelaya lanzaba denuncias contra “la élite” y convocó al plebiscito, usando como modelo un referéndum en Venezuela.

Desde su destitución, tanto los partidarios como los opositores de Zelaya han realizado manifestaciones casi diarias. Al principio el nuevo gobierno decretó un toque de queda de 11:00 p.m. a 4:30 a.m. y cerró radioemisoras a favor de Zelaya.  
 
Papel de Washington
Mientras Zelaya ocupó la presidencia el gobierno estadounidense mantuvo relaciones normales con su administración, a pesar de que no le complacían sus estrechos lazos con Caracas. Funcionarios del Departamento de Estado norteamericano han reconocido que, al acercarse un enfrentamiento, Washington entabló discusiones con los militares hondureños y otros funcionarios para tratar de mantener un gobierno estable y dejar intactos los intereses imperialistas estadounidenses.

El 9 de julio Micheletti y Zelaya se reunieron por separado con Arias en San José, Costa Rica.

Zelaya dice estar “dispuesto a aceptar un arreglo que lo devolvería a su puesto pero con poderes limitados”, informó el New York Times del 13 de julio.

Micheletti insiste en que Zelaya no puede regresar a su cargo, pero ha sugerido una amnistía para el presidente destituido, a quien antes amenazó con llevarlo a la corte.

El gobierno estadounidense ha recortado 16.5 millones de dólares en ayuda militar a Tegucigalpa y ha amenazado con recortar 180 millones en ayuda económica. Varios centenares de tropas norteamericanas siguen desplazados en la base aérea de Soto Cano.

El 12 de julio el régimen de Micheletti levantó el toque de queda. Las radioemisoras que favorecen a Zelaya reanudaron sus emisiones, aunque aún sufren cierta interferencia.

Partidarios de Micheletti colmaron el estadio de béisbol de la capital el 11 de julio en una masiva “oración por la paz” respaldada por la jerarquía católica y grupos evangélicos, según la agencia AFP. Y los partidarios de Zelaya renovaron sus cortes de caminos y puentes.

Una huelga magisterial que exigía la restitución de Zelaya se debilitó el 13 de julio cuando 38 mil maestros regresaron a sus puestos. Otros 20 mil maestros siguen en huelga.  
 
Cuba retira maestros voluntarios
El gobierno cubano anunció el 9 de julio que retiraba de Honduras a sus 143 maestros voluntarios de alfabetización debido a acusaciones falsas de funcionarios hondureños, las cuales atizaban violencia en su contra.

La embajada cubana informó que el entonces ministro del exterior de Honduras, Enrique Ortez, citó a oficiales militares que alegaban que los voluntarios cubanos estaban participando en labores de “adoctrinamiento” y organización de “grupos de choque”. Una nota de la embajada rechazó estas calumnias y señaló que los maestros colaboraban en un programa de alfabetización estatal basado en un método educacional cubano que ha beneficiado a 150 mil hondureños.

Cuba dijo que sus voluntarios médicos se quedarán en Honduras, donde han cumplido labores en remotas zonas rurales desde 1998, cuando Centroamérica fue asolada por el huracán Mitch. Un total de casi 500 voluntarios cubanos, en su mayoría médicos, han estado trabajando en Honduras.
 
 
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