El Militante (logo)  

Vol. 73/No. 29      3 de agosto de 2009

 
Bajas en ofensiva británica
en Afganistán causan debate
(portada)
 
POR JONATHAN SILBERMAN  
LONDRES— Se ha abierto un debate dentro de la clase gobernante del Reino Unido como resultado del salto en la cifra de soldados muertos en Afganistán. Tropas británicas están a la cabeza de una ofensiva de gran envergadura en la provincia sureña de Helmand en Afganistán. La operación, titulada Garra de Pantera, está poniendo a prueba la capacidad del ejército británico en la dura lucha que enfrenta allá.

Hay una inquietud entre un sector creciente de los políticos capitalistas y de la clase gobernante aquí sobre el papel británico en la guerra en Afganistán y Pakistán y aun más su posición militar en general. Esto representa un cambio importante en lo que ha caracterizado la política exterior del Reino Unido por décadas —que tal intervención militar y una alianza estrecha con Washington son necesarias para mantener la posición británica en la jerarquía imperialista. Todavía existen fuertes defensores de seguir ese camino.

Garra de Pantera empezó el 19 de junio con una operación aérea descrita por el ministerio de defensa como una de las mayores en tiempos recientes. Fue planeada para coincidir con la Operación Khanjar o “golpe de espada” en el sur, encabezada por Washington, que incluye a 4 mil marines. La operación comenzó algunos meses después de iniciada en abril la ofensiva del gobierno y fuerzas armadas paquistaníes contra el Talibán y otras fuerzas islamistas en el Valle Swat y Waziristán.

Garra de Pantera también incluye fuerzas norteamericanas, danesas y estonianas además de tropas afganas —un total de 3 mil efectivos, según el Ministerio de Defensa del gobierno británico.

La operación ha causado la muerte de unos 200 afganos, según las fuerzas británicas, a la vez que 15 efectivos británicos que han muerto en 10 días, ocho de ellos en un período de solo 24 horas. La mayoría han muerto como consecuencia de bombas colocadas en las carreteras. Ya han muerto más soldados de las fuerzas armadas británicas en Afganistán que en Iraq.

El general Richard Dannatt, jefe saliente del ejército, había pedido públicamente un refuerzo de largo plazo de 2 mil tropas, el gobierno asignó solo 700 por un período temporal antes de la elección presidencial. Dannatt ahora ha pedido que los 700 se queden y ha emitido una lista de demandas de equipo y material.

El 13 de julio David Cameron, dirigente del Partido Conservador, actualmente en la oposición, acusó al gobierno de “máxima negligencia de sus deberes” al suministrar a las fuerzas armadas insuficiente equipo.

Nicholas Clegg, dirigente del Partido Demócrata Liberal, otro partido en la oposición, escribió, “Se están echando a perder vidas porque nuestros políticos no se organizan”.

El objetivo de Garra de Pantera es despejar y mantener bajo control el valle del río Helmand que se encuentra entre dos pueblos en la ribera que por el momento están controlados por fuerzas de la OTAN, Lashkar Gah y Gereshk, además de 13 travesías por el canal Shamalan. La meta es hacer esto antes de la elección presidencial en Afganistán en agosto, evento clave para las fuerzas de ocupación encabezadas por Washington.Las fuerzas imperialistas en Helmand en ocasiones han tomado algunos pueblos pero no han podido mantenerlos bajo su control. Reforzadas por 10 mil tropas norteamericanas, las fuerzas aliadas ahora tienen el objetivo de tomar la región. El canal sería la línea defensiva, según el plan.

La operación se realizará recurriendo menos a bombardeos aéreos, según las nuevas directrices emitidas por el nuevo comandante de las fuerzas norteamericanas, el general Stanley McChrystal.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto