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Vol. 73/No. 30      10 de agosto de 2009

 
Washington: nuevas amenazas contra Irán
(portada)
Reactor nuclear en Irán bajo construcción en 2003. Washington y sus aliados se oponen al desarrollo de tecnología nuclear por Irán, que Teherán dice necesitar para proveer energía electrica.

POR CINDY JACQUITH  
Washington está renovando sus amenazas para presionar a Irán a que abandone el desarrollo de la energía nuclear. La campaña imperialista ocurre cuando se están profundizando las divisiones dentro de los círculos gobernantes y las fuerzas armadas iraníes ante el reinicio de protestas por derechos democráticos.

La secretaria de estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo el 22 de julio en Bangkok, “Queremos que Irán haga cálculos de lo que creo es una apreciación justa, que si Estados Unidos extiende un paraguas defensivo en la región”, el gobierno iraní “no será capaz de intimidar y dominar como aparentemente creen que podrán hacerlo, cuando tengan un arma nuclear”.

Washington ha declarado que el programa de energía nuclear iraní está dirigido a la producción de armas nucleares. Teherán ha negado la acusación, diciendo que el programa es necesario para el desarrollo de la infraestructura del país.

“La invocación de la señora Clinton de un paraguas defensivo es evocador del llamado paraguas que Washington extiende sobre sus aliados en Asia: implícitamente, la promesa de una respuesta norteamericana si son atacados por armas nucleares”, dijo el New York Times el 23 de julio.

En Israel, el ministro de inteligencia y energía atómica Dan Meridor dijo a la radio del ejército, “No me gustó escuchar la declaración que hizo ayer Estados Unidos de que protegerán a sus aliados con un paraguas nuclear, como si ya hubieran aceptado a un Irán nuclear”.

El secretario de defensa norteamericano Robert Gates viajó a Israel poco después y sostuvo una rueda de prensa en Jerusalén el 27 de julio junto al ministro de defensa israelí Ehud Barak. Refiriéndose a un ataque militar contra Irán, Barak dijo, “Nosotros claramente creemos que no deben ser removidas de la mesa ninguna de las opciones. Esta es nuestra política. Y lo decimos en serio. Recomendamos que otros adopten la misma posición”.

“Creo que estamos en total acuerdo [con Tel Aviv] sobre las consecuencias negativas de que Irán obtenga capacidad [nuclear]”, dijo Gates.

La administración Obama le ha propuesto a Teherán a que entable negociaciones sobre su programa nuclear. En la rueda de prensa Gates exigió una respuesta del gobierno iraní para finales de septiembre, cuando se reúna la Asamblea General de Naciones Unidas. “Si el proceso de negociaciones no es suficiente, Estados Unidos está preparado para presionar para que se impongan sanciones adicionales significativas”, advirtió. La Casa Blanca también ha dicho que no está excluida una acción militar.

“Los funcionarios israelíes dejaron claro que no estaban contentos con la oferta de la administración a Teherán y querían medidas más fuertes”, informó el Wall Street Journal. “Al aparecer con el Sr. Gates, el Sr. Barak dijo que cualquier negociación con Irán deben ser ‘corta y bien definidas en cuanto a sus objetivos’”. Gates prometió que la propuesta de Washington de realizar negociaciones con Teherán no era una “oferta a tiempo indefinido”.

En Irán, decenas de miles de jóvenes salieron de nuevo a las calles de Teherán el 17 de julio. Las manifestaciones para obtener mayores derechos y espacio político han tomado la forma de apoyo a la campaña de Mir Hossein Mousavi, un ex primer ministro que se postuló a la presidencia en las elecciones del 12 de junio. Sus partidarios declararon que hubo fraude cuando el gobierno anunció que el presidente Mahmoud Ahmadinejad había ganado las elecciones.

En la primera manifestación de gran tamaño desde que 20 manifestantes fueron matados por las fuerzas del gobierno en junio, decenas de miles de partidarios de Mousavi se congregaron para escuchar a Hashemi Rafsanjani, un ex presidente que apoyó a Mousavi en las elecciones, durante el servicio religioso del viernes. La asistencia a las oraciones del viernes generalmente está dominada por partidarios del gobierno.

En su discurso, Rafsanjani dijo que Irán enfrenta una “crisis” y que es “necesario retomar el consentimiento del pueblo y restaurar su confianza en el régimen”. El pidió que se pusieran en libertad a los arrestados durante las protestas.

En un momento la ceremonia fue interrumpida por consignas de ambos bandos, con los partidarios de Ahmadinejad coreando “¡Muerte a Estados Unidos!” y “¡Muerte a Israel!” mientras sus oponentes coreaban “¡Libertad!” y “¡Muerte al dictador!”  
 
Divisiones en el ejército
El Guardian informó que 36 oficiales del ejercito iraní fueron arrestados cuando intentaron asistir al servicio religioso para mostrar su apoyo a Mousavi. El diario citó a un sitio web en idioma farsi, Peiknet, que informó que los oficiales habían planeado asistir la oración del viernes “en sus uniformes militares como señal de protesta contra la cruel masacre de personas por las [milicias paramilitares] basij y los guardias revolucionarios”.

Al día siguiente el Líder Supremo Ali Khamenei, la figura políticas más poderosa en el país, designó a un nuevo jefe de la sección política ideológica del ejercito.

Mientras tanto, se han abierto profundas divisiones entre los partidarios de Ahmadinejad y Khamenei. Una semana después que Ahmadinejad designará a Esfandiar Rahim Mashaie como primer vicepresidente, fue forzado a aceptar su renuncia. Fuerte oposición a su nombramiento vino de los mismos partidarios de Ahmadinejad, debido a comentarios que hizo Mashaie en 2008 de que Irán es “amigo del pueblo israelí”.

Khamenei le envió una carta a Ahmadinejad exigiendo que cancelara el nombramiento de Mashaie. Tres miembros del gabinete abandonaron una reunión el 22 de julio cuando el presidente se rehusó a despedirlo. Centenares de estudiantes conservadores que generalmente dan apoyan a Ahmadinejad se manifestaron en su contra el 24 de julio en Teherán. Mashaie renunció ese mismo día.

El 25 de julio Ahmadinejad despidió a su ministro de inteligencia, quien era uno de los críticos de Mashaie. El ministro de cultura, quien también se oponía al nombramiento, renunció el 26 de julio.  
 
 
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