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Vol. 73/No. 44      16 de noviembre de 2009

 
Obreros de la Ford
rechazan concesiones
(portada)
 
POR MAGGIE TROWE  
DES MOINES, Iowa, 2 de noviembre—El Sindicato Unido de Obreros Automotrices (UAW por sus siglas en inglés) anunció hoy que sus miembros rechazaron por un amplio margen un contrato que incluye demandas de concesiones. El setenta por ciento de los trabajadores de producción y el 75 por ciento de obreros calificados votaron en contra, según un boletín de prensa de la UAW. Fue la primera vez en más de 30 años que miembros de la UAW votan en contra de un contrato con la Ford. La última vez fue en 1976.

Al cierre de la votación sobre el contracto, la Ford reportó ganancias de 997 millones de dólares en el tercer trimestre.

Las propuestas del contrato fueron producto de la reapertura por segunda vez este año del pacto de 2007 de cuatro años de duración acordados por la gerencia de la Ford y funcionarios sindicales. Las propuestas incluían un congelamiento de salarios para los nuevos empleados, una prohibición de huelgas por salarios y beneficios hasta 2015, combinaciones de trabajos y mayor flexibilidad para la gerencia de asignar a los trabajadores de un trabajo a otro. Los trabajadores hubieran recibido un bono de mil dólares en marzo de 2010.

En la fábrica en Claycomo, Missouri, donde se fabrica la línea de vehículos deportivos utilitarios Escape, el 92 por ciento de los votantes rechazaron el contracto. En la fábrica de ensamblaje de Chicago, que fabrica el modelo Taurus, el 75 por ciento votaron en contra y el 80 por ciento lo rechazaron en la planta en Chicago. En la fábrica de camiones en Dearborn, Michigan, el 93 por ciento votaron en contra. El paquete de concesiones fue aprobado en las fábricas en Cleveland; Indianapolis; Wayne, Michigan; y St. Paul, Minnesota.

Los 41 mil trabajadores de la Ford ya habían aceptado una previa ronda de concesiones a principios de este año. Bajo la recomendación de los dirigentes de la UAW, los miembros del sindicato en la Chrysler y la General Motors, las otras dos compañías entre los tradicionales “tres grandes” fabricantes de autos estadounidenses, habían aceptado contractos con profundas concesiones en la primavera mientras las compañías se encaminaban hacia los trámites de la bancarrota.

Altos funcionarios de la UAW habían promovido las concesiones para Ford como necesarias para preservar empleos y ayudar a mantener la compañía competitiva en relación a sus dos rivales. Ese argumento se hizo más difícil venderlo después de que la Ford anunció sus ganancias en el último trimestre y se jactó de su mejorada posición financiera.

Lynnett Henderson, una electricista en la fábrica de Chicago desde hace 20 años, le dijo al Militante, “Ya hemos otorgado tanto que la gente ya no está de humor para hacer más concesiones. Lo único que se nos ofrece en cambio de todos los recortes es un bono de mil dólares la próxima primavera”. Ella se transfirió de St. Louis, Missouri, a la fábrica de Chicago cuando la Ford cerró su fábrica allá.

Henderson explicó que cuando la Ford cambió el horario de trabajos para los trabajadores de producción de cinco jornadas de ocho horas a cuatro jornadas de diez horas con los viernes libres, los trabajadores más calificados se quedaron con el antiguo horario de cinco jornadas de ocho horas. Esto, dijo ella, significó el recorte de unos 30 mil dólares por año para cada trabajador, ya que el trabajo que antes se hacía los sábados con pago de tiempo y medio ahora se hace los viernes por pago normal. “Esto vino encima del congelamiento en las alzas salariales para todos los trabajadores de la Ford”, añadió.

Ilona Gersh y John Hawkins de Chicago contribuyeron con este artículo.  
 
 
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