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Vol. 73/No. 45      23 de noviembre de 2009

 
Cerca del colapso pláticas
de paz Israel-Palestinos
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina está amenazando con renunciar. El 5 de noviembre anunció que no participará en las elecciones palestinas que había convocado para enero, poniendo en duda la existencia de la Autoridad Palestina.

Esta acción tiene lugar cuando Tel Aviv continúa construyendo asentamientos judíos en la Franja Occidental y en Jerusalén Oriental, sin que se dé ningún avance en las negociaciones para el establecimiento de un estado palestino.

Abbas “ve que no habrá ningún estado, así que verdaderamente cree que no hay necesidad de ser presidente o de tener una Autoridad”, dijo Saeb Erekat, jefe negociador palestino en las conversaciones de ‘paz’ al New York Times. “¿Crees que alguien se va a quedar después que él se haya ido?”.

La Autoridad Palestina fue establecida en 1994 como un cuerpo de gobierno temporal para lo que luego sería el estado Palestino en la Franja Occidental y la Franja de Gaza, territorios que Tel Aviv tiene bajo ocupación desde 1967. Actualmente realiza tareas civiles limitadas en la Franja Occidental, que tiene una población de 2.2 millones de árabes palestinos y 280 mil colonos judíos en 120 asentamientos. Hamas, un grupo palestino burgués rival, gobierna la Franja de Gaza, el otro territorio palestino.

Las autoridades de la Autoridad Palestina han insistido que las negociaciones con Israel no se pueden reiniciar hasta que se haya detenido la construcción de los asentamientos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió con un moratorio de nuevas construcciones, pero insiste que las obras que se realizan en las 3 mil casas nuevas que ya están bajo construcción deben continuar, y afirma que no habrá límite en la construcción en Jerusalén Oriental.

La secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, encomió al gobierno israelí diciendo que su ofrecimiento “no tiene precedentes”, durante su visita a Israel el 31 de octubre. Bajo este plan, explicó Clinton, Tel Aviv “no construirá nuevos asentamientos, ni expropiará tierra o permitirá nuevas construcciones o autorizará ninguna” en los siguientes nueve a doce meses, según informó el Washington Post. Al mismo tiempo rechazó la posición de la Autoridad Palestina que exige el congelamiento de toda actividad en los asentamientos como un prerrequisito para negociar.

“Los comentarios de Clinton marcan un cambio en la dinámica desde que Obama asumió el poder”, escribió el Post, “en donde la presión inicial a Israel comenzó a dar paso en las últimas semanas a una evidente impaciencia por que las autoridades palestinas se negaban a volver a las conversaciones de paz debido a la ausencia del congelamiento de la construcción en los asentamientos”.

Dos días después, en Marrakesh, Maruecos, Clinton bajó el tono de sus comentarios anteriores, diciendo que los ofrecimientos de Tel Aviv en cuanto a los asentamientos “quedan muy cortos” y “no son suficientes”.

Mientras visitaba Jerusalén, Clinton le pidió a Netanyahu “que incluyera en los lineamientos de las negociaciones la mención concreta de la creación del estado palestino dentro de los límites de 1967 y en Jerusalén., informó el New York Times. “El se rehusó”.

Ese mismo día, Netanyahu, en un discurso en Washington frente a las Federaciones Judías de Norteamérica, respaldó la reanudación de las conversaciones de ‘paz’ del Medio Oriente. Prometió que Israel “está resuelto ha realizar grandes concesiones para lograr la paz”. Netanyahu dice que respalda la creación de un estado palestino que coexista al lado de Israel. Pero afirma que no habrá negociaciones sobre Jerusalén Oriental y que el derecho al retorno de los refugiados palestinos “no estará sobre la mesa”, informó el Wall Street Journal.  
 
 
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