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Vol. 73/No. 50      28 de diciembre de 2009

 
‘Guerra afgana se
pondrá más violenta’
Envían más Fuerzas Especiales EE.UU.
(artículo principal)
 
POR SETH GALINSKY  
16 de diciembre—La guerra de ocho años dirigida por el imperialismo norteamericano en Afganistán será “más violenta de lo que lo ha sido”, dijo el general de mayor rango de Washington en el Medio Oriente y Asia Central, David Petraeus, al defender la posición del presidente Barack Obama de enviar al menos 30 mil tropas estadounidenses adicionales.

Petraeus encabeza el Comando Central de las fuerzas armadas de Estados Unidos y supervisa las guerras en Afganistán e Iraq. Petraeus comandó las tropas de Estados Unidos y de otras potencias imperialistas cuando la administración de George W. Bush reforzó las fuerzas estadounidenses en Bagdad y la región occidental de Iraq, en lo que ha pasado a conocerse como la “oleada”. “Esta será una lucha más larga y más dura” que en Iraq, dijo Petraeus al Wall Street Journal el 10 de diciembre.

Petraeus, y otros funcionarios de la Casa Blanca y del Pentágono, ha enfatizado que “no hay calendario” para el fin de la escalada de la guerra de Estados Unidos en la región.

Las primeras tropas adicionales, un batallón de marines, llegarán a Afganistán esta semana.

Cuando estén ubicadas las 30 mil tropas adicionales, incluidas las 38 mil de la OTAN, habrán alrededor de 136 mil soldados en el país, un número mucho mayor que los 110 mil soldados soviéticos que hubieran en el punto más alto de la fracasada ocupación soviética de Afganistán entre 1979 y 1989.

El general de brigada Eric Tremblay, portavoz de la OTAN en Afganistán, dijo que “un aumento en el ritmo podría conducir a un aumento de los daños colaterales”. Daños colaterales, es jerga militar para daños o muertes “no intencionadas”, generalmente de civiles.

Washington ha aumentado el tamaño del ejército afgano e intentado, sin mucho éxito, convertirlo en una fuerza de combate eficaz. Su intención es aumentar el ejército de su tamaño actual de 95 mil soldados a unos 170 mil para julio de 2011.

Según el Washington Post, algunas semanas solo 52 mil soldados afganos se presentan a sus puestos. Washington aumentó recientemente el pago a los soldados y policías afganos para intentar mejorar la moral y ganar nuevos reclutas.

A pesar de las afirmaciones de la OTAN de que 7 mil soldados adicionales de los aliados de Estados Unidos serán enviados para reforzar la escalada estadounidense, todavía no se han anunciado compromisos específicos.

Londres se ha comprometido a enviar por lo menos 500 efectivos adicionales que se unirán a los 9 500 soldados británicos en la zona, el segundo contingente más grande de la OTAN en Afganistán, muchos de ellos desplazados en las zonas de mayor combate.

Los gobiernos de Australia, Corea del Sur, Suecia, Georgia, Ucrania, Macedonia y Montenegro, ninguno de los cuales es miembro de la OTAN, se han comprometido a enviar cerca de 2 mil soldados. Los gobiernos de Italia y Polonia han prometido contribuir con unos 2 100 soldados adicionales.

Sin embargo, un total de 5 mil efectivos de Canadá y los Países Bajos están programados a retirarse en el año 2011.

Los funcionarios estadounidenses dicen abiertamente que el objetivo de la escalada no es aplastar al Talibán, sino “revertir el empuje del Talibán” y “degradar al Talibán a niveles manejables para las fuerzas de seguridad afganas”.  
 
‘Talibán es parte de estructura afgana’
En una entrevista el 8 de diciembre en NBC Today, el secretario de defensa Robert Gates admitió que “el Talibán es parte de la estructura política de Afganistán en este momento a cierto nivel”. Señalando el éxito que tuvo Washington en Iraq en traer a algunos elementos de la insurgencia armada dentro del gobierno, Gates añadió que “así es como siempre terminan este tipo de conflictos, en cierto tipo de arreglo político”.

El objetivo de Washington es de traer a su lado al menos a algunos de los combatientes del Talibán. Aquellos que no puedan ser convencidos serán “eliminados, capturados o expulsados”, según Petraeus.

Hasta ahora, los intentos de Washington de dividir al Talibán no han tenido mucho éxito.

“No tenemos nada que ofrecer a esta gente”, dijo Haji Jan Mohammed, director del programa de “reconciliación” para insurgentes del gobierno afgano en dos provincias. “Les prometemos empleo pero no hay trabajo, y les prometemos tierra pero no hay tierra”.  
 
 
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