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Vol. 74/No. 5      8 de febrero de 2010

 
(portada)
Haitianos se organizan ante
inadecuada ayuda imperialista
 
Reuters/Ho New
Mujeres haitianas remueven escombros en Puerto Príncipe el 25 de enero. Trabajadores se han organizado ante el desastre social que se desató tras el reciente terremoto.

POR CINDY JAQUITH  
27 de enero—Después de que un terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter desbastara su país el 12 de enero, comienzan a surgir informes sobre ejemplos de trabajadores haitianos que están organizando colectivamente para distribuir los escasos alimentos, levantar refugios y brindar seguridad. Ellos están tomando acciones mientras Washington y otras potencias imperialistas, así como el gobierno de Haití, fracasan en proveer ayuda adecuada y oportuna.

A pesar de que Naciones Unidas estima que unos dos millones de haitianos necesitan comida inmediatamente, para el 23 de enero el Programa Mundial de Alimentos de la ONU había distribuido alimentos para solo unas 320 mil personas. El corresponsal del New York Times, Damien Cave, visitó Carrefour, una ciudad obrera aledaña a Puerto Príncipe que fue devastada por el terremoto. Allí encontró “pequeños comedores populares que ofrecen comidas a bajo costo, subsidiadas por haitianos con un poco de dinero extra”.

Cave entrevistó a tres mujeres que dijeron que comenzaron a cocinar para los vecinos el día después del terremoto y que típicamente le sirven a unas cien personas antes de las 10:00 a.m. “Sonrientes y orgullosas, las mujeres dijeron que no se podían dar el lujo de esperar a que llegara la ayuda de grupos a su barrio en el cerro”.

Cuatro mil personas desamparadas sobreviven bajo lonas de plástico o simplemente bajo la sombra de los árboles en el campamento de Primatur Gardens en la capital. Han formado un comité para organizar el campamento, informó el Christian Science Monitor. El comité organizó a residentes con capacitación médica, para que brindaran atención básica, mantiene un censo de quienes vive allí, movilizan a la gente para la limpieza y realizan patrullas de seguridad.

Desde el sismo, el presidente haitiano René Preval aún no ha pronunciado un mensaje a nivel nacional para el pueblo haitiano. El Financial Times dijo que “Hoy, toda las funciones del gobierno, desde la operación de los hospitales hasta el restablecimiento del suministro de agua y la entrega de comida, todo está en manos de extranjeros”.

Continúan saliendo a la luz relatos sobre la indiferencia insensible mostrada por el esfuerzo de rescate internacional, encabezado por Washington, hacia los distritos obreros más devastados por el terremoto.

En un artículo de opinión del Wall Street Journal del 25 de enero, tres cirujanos norteamericanos que fueron a Haití describieron su espera de cuatro días para que el ejército norteamericano les diera permiso de aterrizar en Puerto Príncipe. Luego, se encontraron frente a una masa de pacientes que necesitaban sangre y medicinas para combatir infecciones, pero “realmente no recibieron ningún apoyo de ninguna rama del gobierno norteamericano, incluyendo del Departamento de Estado”, dijeron.

Todo lo opuesto es la manera en que el gobierno revolucionario de Cuba ha respondido a este desastre social. Según el diario cubano Escambray, el personal médico cubano, que ahora llega a 700, ya para el 26 de enero había atendido a más de 25 mil haitianos heridos. Al momento del terremoto, ya se encontraban cientos de médicos cubanos voluntarios en Haití como parte de un programa de ayuda a largo plazo que el gobierno de Cuba ha ofrecido en los últimos 11 años.  
 
 
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