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Vol. 74/No. 6      15 de febrero de 2010

 
Una respuesta obrera a la crisis
(editorial)
 
El Presidente Barack Obama pronunció su primer discurso sobre el Estado de la Unión el 27 de enero, al culminar su primer año de presidencia. Para la clase trabajadora y para los agricultores el 2009 ha sido un año de creciente guerra, aumento del desempleo, más deportaciones, empeoramiento en la calidad y acceso al cuidado de salud, ataques a los derechos y protecciones constitucionales, ejecuciones hipotecarias de viviendas y granjas y el deterioro de los niveles de vida. A los negros y otras nacionalidades oprimidas les ha ido peor que a otros.

El gobierno capitalista en Washington, y a nivel local no tienen respuestas a la crisis económica y social que se profundiza que está devastando la vida de millones de trabajadores a nivel mundial. El recién electo senador Republicano de Massachussets Scott Brown, ha atraído mucha atención después de ganar el escaño ocupado previamente por el Demócrata Edward Kennedy. Pero, ¿cuales son las propuestas de Brown para revertir los efectos de la crisis económica sobre los trabajadores? Como todos los otros políticos en los dos partidos capitalistas, no tiene ninguna que beneficie a los trabajadores.

Las únicas respuestas a la devastación que los trabajadores enfrentamos son las que afectan directamente las ganancias de los capitalistas y al final desafían a la dictadura del capital. La crisis del desempleo, por ejemplo, solo puede empezarse a enfrentar con un programa masivo de obras públicas para reparar la infraestructura, construir escuelas, hospitales, viviendas asequibles y otros proyectos sociales necesarios y así poner a millones a trabajar.

Las familias gobernantes en Estados Unidos y otras naciones capitalistas usan el poder del estado para defender su sistema y sus ganancias sin importar cuales son las consecuencias para nosotros. Es por eso que los trabajadores necesitamos la dictadura del proletariado para reemplazar el dominio del capital.

La introducción de Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero acertadamente explica, “Solo la conquista, y el uso, del poder del estado por la clase trabajadora y la expropiación del capital financiero pueden crear los cimientos para un mundo basado, no en la explotación, violencia, discriminación racial, jerarquías basadas en las clases sociales y la competencia a muerte, si no en la solidaridad entre los trabajadores que fomente la creatividad y el reconocimiento del valor de cada individuo, sin importar su género, su origen nacional o el color de su piel.

Un mundo socialista”.
 
 
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