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Vol. 74/No. 8      1 de marzo de 2010

 
Grecia: UE presiona por
austeridad profunda
(portada)
 
POR SETH GALINSKY  
El gobierno alemán está encabezando un esfuerzo para exigir que se implementen más rápidamente recortes más grandes de los salarios y programas sociales en Grecia antes de proveer ayuda al gobierno griego. Estos recortes tendrán un impacto devastador en los trabajadores.

El gobierno griego provocó una raja en el mito de una Unión Europea unificada cuando estuvo a punto de incumplir en enero los pagos de un préstamo. En los próximos meses, Atenas necesita recaudar 75 mil millones de dólares para cubrir su déficit presupuestario y pagar otros préstamos, muchos de los cuales vencerán en abril y mayo.

Cuando se formó la Unión Europea (UE) en 1993 se dijo que era una manera de unir a las naciones de Europa para poder competir económica y políticamente con Washington. En 2002, 12 miembros de la UE, entre ellos Francia, Alemania e Italia, reemplazaron su moneda nacional con una moneda única, el euro, para enfrentar la supremacía del dólar norteamericano.

Sin embargo, ni la UE ni los 16 miembros actuales que usan el euro (la zona del euro) han podido superar las divisiones que existen entre los imperialistas europeos. De hecho, el flujo más libre de mercancías, trabajo y capital ha exacerbado las contradicciones y tensiones entre las clases capitalistas rivales de Europa.

A pesar de los temores de que la crisis griega pudiera extenderse, funcionarios de 27 gobiernos de la UE solo emitieron una declaración vaga el 11 de febrero en la que prometen una “acción coordinada si es necesario para garantizar la estabilidad”, pero no tomaron ninguna medida concreta. La canciller alemana Angela Merkel se opuso a cualquier garantía de préstamos o ayuda financiera inmediata.

El Movimiento Socialista Panhelénico del primer ministro griego George Papandreou prometió hacer “todo lo necesario” (o sea hacer pagar a los trabajadores y agricultores por la crisis) para no caer “al precipicio”.

El gobierno griego anunció 2.75 mil millones de dólares en recortes al gasto público y un plan para recaudar 6.87 mil millones de dólares a través de impuestos nuevos y medidas para combatir la “evasión de impuestos”. Subirá el impuesto al alcohol y la gasolina, la cual actualmente cuesta 6.74 dólares por galón. El gobierno también se ha comprometido a elevar en dos años la edad de jubilación a un promedio de 63 años, y a reducir los salarios de los trabajadores estatales, los cuales representan un tercio de la fuerza laboral del país.

Se espera que la deuda total del gobierno griego a tenedores de bonos y bancos alcance el equivalente del 120 por ciento del producto interno bruto de este año. Su déficit anual es de casi 13 por ciento del PIB, muy por encima del tope del 3 por ciento supuestamente impuesto por la UE.

El 10 de febrero, los trabajadores estatales en Grecia realizaron una huelga de 24 horas para protestar contra las medidas de austeridad anunciadas. La huelga paralizó los vuelos por avión y causó retrasos en los trenes. Muchos hospitales también se vieron afectados. Según informes de prensa, los sindicatos solo organizaron dos marchas de protesta con poca asistencia.

Grecia no es el único miembro de la UE que corre el peligro del colapso financiero con enormes déficits y préstamos pendientes. Voceros de los gobernantes franceses y alemanes demuestran su desdén por los países hermanos capitalistas europeos más débiles al llamarlos PIGS [significa marranos en inglés], por las siglas en inglés de Portugal, Irlanda, (y a veces Italia), Grecia, y España.  
 
Austeridad salvaje en Irlanda
El año pasado, ante el temor de convertirse en la próxima “Islandia”, el gobierno irlandés implementó un programa de austeridad “salvaje”, como la calificó el diario londinense Guardian. En octubre de 2008 el gobierno y la economía de Islandia se desplomaron después del colapso de los bancos que hacían frente a deudas equivalentes a 10 veces el producto interno bruto del país.

Con una tasa oficial de desempleo de casi 13 por ciento, el gobierno irlandés recortó los salarios de trabajadores estatales en un 5-15 por ciento, e implementó recortes de mil millones de dólares en los programas de asistencia social.

Un derretimiento económico en Grecia o Irlanda pondría en riesgo a las ganancias capitalistas a través de toda Europa. Según el Wall Street Journal, los bancos franceses cuentan con 75.5 mil millones de dólares en préstamos a Grecia; los bancos suizos, 64 mil millones, y los bancos alemanes 43 mil millones. Irlanda debe a los bancos británicos 193 mil millones de dólares. A su vez, Irlanda debe a los bancos alemanes por lo menos esa cantidad y a los bancos franceses 78 mil millones de dólares.

España, con una población de 45 millones comparada con los 11 millones de habitantes en Grecia, y la quinta economía más grande de Europa, podría convertirse en un problema aún mayor para la Unión Europea. España tiene un déficit presupuestario anual de 11.4 por ciento y la tasa oficial de desempleo más alta de la UE, alcanzando el 18.8 por ciento en enero. Bancos y empresas financieras alemanes tienen 240 mil millones de dólares en préstamos pendientes allí.

Aunque las economías alemana y francesa tienen más posibilidades para maniobrar que las de sus competidores más débiles, como el resto del mundo capitalista, no están en buenas condiciones. En 2009 la economía alemana bajó en un 5 por ciento, la contracción más fuerte allí desde la Segunda Guerra Mundial.

Hace apenas un año, la revista Time alabó mucho el “logro notable” del euro, y notó que se había mantenido estable a pesar de la crisis financiera mundial, había evitado una crisis monetaria, y había protegido a las naciones pequeñas. Sin embargo, desde enero el euro ha bajado en un 4.4 por ciento frente al dólar norteamericano.

El euro nunca ha podido desafiar seriamente al dólar norteamericano. Un informe de la Reserva Federal en enero señala que la mayoría de las exportaciones europeas hacia Estados Unidos, incluyendo las de Francia y Alemania, se pagan en dólares, no en euros.  
 
 
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