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Vol. 74/No. 9      8 de marzo de 2010

 
Planean recortes en
programas sociales
(portada)
 
POR BEN JOYCE  
El presidente Barack Obama ha iniciado un nuevo intento de resucitar una ley de “reforma” de salud luego de meses de estancamiento, convocando una reunión el 25 de febrero para debatir un acuerdo que reconcilie los sendos proyectos de ley de las dos cámaras del Congreso.

Entretanto, el presidente firmó una orden el 18 de febrero para establecer una comisión que según él pondría fin al “dominio sofocante de la deuda” sobre la economía estadounidense. Con estas iniciativas se pretende acelerar los recortes que ya se han comenzado a aplicar en los fondos del gobierno para la salud a nivel nacional y otros programas sociales.

Dos días antes de la cumbre de salud, la Casa Blanca emitió una nueva versión del proyecto de ley muy parecida a la que se aprobó en el Senado en diciembre. Un aspecto importante del proyecto sigue siendo el requisito que toda persona compre seguro médico o, de otra manera, pagar una multa del 2.5 por ciento de su salario ó 695 dólares por año. El paquete también incluye recortes a los programas Medicare y Medicaid.

Aunque el requisito de comprar una póliza de seguro médico sería una gran fuente de ganancias para los magnates de las compañías de seguros, la administración Obama ha intentado desviar las críticas condenando las “codiciosas” compañías de seguro. Pretende convencer al pueblo trabajador de que la actual situación empeorará si no se promulga la “reforma”.

“La verdad es que la situación actual es buena para la industria de seguros y mala para América”, dijo Obama el 20 de febrero en su discurso semanal, respondiendo a la noticia de que algunas compañías de seguros aumentarán sus cuotas en más del 20 por ciento. “Y por malas que estén las cosas ahora, solo van a empeorar si no tomamos medidas”.

La propuesta de la administración crearía un nuevo organismo federal con la autoridad de impedir que las compañías de seguros impongan alzas “irrazonables”. Fijaría un impuesto del 40 por ciento a los planes médicos llamados “Cadillac”, que ofrecen más beneficios, a menudo como parte de contratos sindicales.

Al tiempo que los gobernantes capitalistas impulsan su “reforma” para hacer que el pueblo trabajador cargue más con los costos médicos, se proyectan más ataques al salario social de los trabajadores.

El propósito declarado de la comisión establecida por la orden ejecutiva del 18 de febrero es de reducir la creciente deuda del gobierno federal, que supera los 12 mil millones de dólares. Alan Simpson, ex senador republicano de Wyoming, y Erskine Bowles, antiguo jefe del personal de la administración Clinton, encabezarán la comisión de 18 miembros.

La comisión está encargada de proponer reducciones en el déficit federal para el 1 de diciembre.

“Todas las opciones están sobre la mesa”, dijo Obama después de firmar la orden ejecutiva. “Así es como esto va a funcionar”.

La comisión integrará a representantes de ambos partidos capitalistas. El líder minoritario Mitchell McConnell dijo que debe enfocarse principalmente en reducir gastos y debe “tener una manera de bregar con nuestro gran problema de mandatos sin fondos: Medicare, Seguro Social, Medicaid”.

Medicare, que provee servicios médicos subsidiados por el gobierno para los ancianos y los discapacitados permanentes, y Medicaid, que ayuda a las personas de “pocos ingresos”, se establecieron en 1965 cuando la clase gobernante se vio obligada a hacer concesiones como resultado directo del movimiento de masas de trabajadores, que derrocó al sistema de segregación racial Jim Crow, y de las rebeliones urbanas por los derechos de los negros que lo acompañaron.

Los gobernantes capitalistas en Estados Unidos ya han erosionado el salario social, tratando de elevar sus decrecientes tasa de ganancias.

Un artículo del New York Times del 19 de febrero informa que “prácticamente todos los estados está haciendo o contemplando importantes recortes en Medicaid”. El gobierno estatal en Nevada, por ejemplo, ha propuesto eliminar los beneficios de Medicaid para el cuidado de adultos, lentes, aparatos para sordos y dentaduras postizas. Kansas recortó los pagos del Medicaid a los médicos en un 10 por ciento el 1 de enero.

Estos recortes inauditos del Medicaid se dan en momentos en que se dispara el número de personas que solicitan dichos servicio. Según una encuesta de la Fundación de la Familia Kaiser emitida el 18 de febrero, un número récord de personas se inscribieron en el Medicaid entre junio de 2008 y junio de 2009. La inscripción aumentó en un 7.5 por ciento a 46.9 millones de personas, y en 13 estados los incrementos fueron aún mayores.

Si bien los recortes de la Seguridad Social, el Medicaid y el Medicare siguen “sobre la mesa” de la comisión bipartidista, otros gastos del gobierno no se verán afectados: el presupuesto de guerra y el pago de la deuda. Los intereses que el gobierno federal pagó a los tenedores de bonos en 2009 sumaron 383 mil millones de dólares y 451 mil millones de dólares en 2008.
 
 
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