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Vol. 74/No. 14      12 de abril de 2010

 
Después de ofensiva,
Obama visita Kabul
(portada)
 
POR DOUG NELSON  
29 de marzo—El presidente Barack Obama viajó por primera vez a Afganistán ayer, tras una reciente escalada en la guerra dirigida por Washington. Al llevar a cabo este curso, con apoyo bipartidista, Obama ha hecho suya la guerra y ha abandonado sus críticas —antes muy frecuentes— de la política militar de su antecesor.

Desde comenzar su mandato, la administración ha ordenado el envío de 50 mil tropas más a Afganistán. Este despliegue escalonado ha permitido lanzar una nueva campaña para tomar control de importantes centros poblacionales.

Los crecientes combates han dejado un saldo de por lo menos 83 soldados norteamericanos muertos en Afganistán en lo que va del año, aproximadamente el doble del mismo período en 2009. Según Naciones Unidos, más de 2 400 civiles murieron en el conflicto el año pasado.

A diferencia de la administración de George W. Bush, la Casa Blanca de Obama ha entregado la dirección de la guerra al alto mando militar norteamericano.

El general Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, ha encabezado una serie de iniciativas y cambios de política para enfrentar los retos específicos y que los imperialistas puedan lograr sus metas de largo plazo.

El Pentágono está usando un nuevo sistema de despliegue —‘campaña de continuidad’— en el cual determinadas unidades serán enviados a una sola región durante su rotación para lograr una mayor comprensión de esa región y establecer relaciones con fuerzas burguesas locales.

McChrystal también ha ordenado la clausura en las principales bases estadounidenses de muchas tiendas, instalaciones recreativas y restaurantes estadounidenses tales como TGI Fridays. Supuestamente se necesita el espacio para la expansión del ejército.

El Miami Herald citó a un militar que dijo, “Esta es una zona de guerra, no un parque de diversiones”. Las órdenes también transmiten el mensaje de que Washington no tiene la intención de americanizar el país.

Washington también ha intensificado las operaciones militares en Pakistán, incluso los ataques con aviones sin tripulación. En el primer trimestre de este año, Washington ha llevado a cabo 25 ataques con esos aviones, más que cualquier otro período trimestral desde que comenzó la guerra y el doble de la tasa promedio en 2009.  
 
 
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