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Vol. 74/No. 22      7 de Junio de 2010

 
Washington continúa
ataques a inmigrantes
(portada)
 
POR SETH GALINSKY  
En una rueda de prensa junto al presidente mexicano Felipe Calderón el 19 de mayo, el presidente Barack Obama dijo que a pesar de estar preocupado porque la nueva ley antiinmigrante de Arizona es “problemática” y podría ser “aplicada en una manera discriminatoria”, simpatiza con las “frustraciones” de los partidarios de la medida.

Un cuarto de millón de personas se manifestaron el Primero de Mayo a favor de los derechos de los inmigrantes en más de 100 ciudades y pueblos del país, apenas una semana después que la gobernadora de Arizona Janice Brewer aprobara la legislación antiobrera SB 1070.

Las manifestaciones del Primero de Mayo fueron las más grandes desde 2007, estimuladas por el aumento en las medidas federales antiinmigrantes y la ira contra la aprobación de la ley en Arizona, que ordena a la policía verificar la condición migratoria de toda persona detenida por cualquier razón, si sospechan que son indocumentados.

“No hemos hecho suficiente” para asegurar “seriamente nuestras fronteras” para reducir la entrada de trabajadores sin documentos, señaló Obama en la conferencia de prensa, lo cual dijo era la prioridad principal de su “enfoque global para una reforma migratoria”.

El 25 de mayo la Casa Blanca anunció que enviaría hasta 1 200 soldados de la Guardia Nacional adicionales a la frontera entre México y Estados Unidos como parte de su esfuerzo paralelo contra los inmigrantes y el tráfico de drogas.

Aun antes de ser elegible para la residencia legal en Estados Unidos, dijo Obama, los trabajadores indocumentados deben pagar una multa e impuestos atrasados, aprender inglés, “ponerse a bien con la ley”, y “ponerse al final de la cola”.

Bajo el programa 287(g) de la agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) las agencias policiales de todo el país son adiestradas enla aplicación de las leyes de inmigración, supuestamente dando prioridad al “arresto y detención de extranjeros criminales”.

Un estudio hecho por el Proyecto de Migración Latina en Carolina del Norte expuso cómo el programa 287(g) funciona realmente. El estudio publicado el 26 de marzo encontró que casi el 87 por ciento de los inmigrantes detenidos en el estado y entregados para ser deportados habían sido acusados de delitos menores, y un 33 por ciento de ellos de infracciones menores de tráfico.

Calderón, quien se encontraba en Washington en una visita de jefe de estado, dijo que rechazaba las leyes que tratan como criminales a “personas que trabajan y aporten a esta nación”. Al mismo tiempo, prometió cooperar con el gobierno norteamericano para reforzar el control de la frontera.

Los organizadores del Día Nacional de Acción Contra el SB 1070 han hecho un llamado a personas por todo Estados Unidos a que participen en la manifestación en Phoenix el 29 de mayo para exigir el fin de “todas las colaboraciones entre la policía y ICE, incluyendo los acuerdos 287(g) y la llamada ‘Iniciativa Comunidades Seguras’”, un programa para comparar las huellas digitales de reclusos en cárceles federales, estatales y locales con las bases de datos del FBI y el Departamento de Defensa de la Tierra Nativa.  
 
 
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