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Vol. 74/No. 26      12 de julio de 2010

 
¡EE.UU. fuera de Afganistán!
(editorial)
 
Hace solo un año el general Stanley McChrystal fue alabado tanto por los Demócratas como por los Republicanos como el comandante militar que completaría la tarea en Afganistán. Su nominación fue aprobada fácilmente por el Congreso norteamericano. Ahora el general David Petraeus, el jefe de McChrystal, está encargado de la misión después de que McChrystal fue despedido por insubordinación por sus comentarios sobre el presidente y otras personas claves en la administración de Barack Obama.

Ahora Washington está trabajando horas extras para reparar el daño causado al despedir al máximo comandante de la guerra afgana por segunda vez en un año. Entre los desafíos que el nuevo comandante de Obama enfrenta se encuentran recuperar la confianza de las tropas en el esfuerzo bélico y mantener el apoyo del gobierno afgano y de los aliados de Washington. En la audiencia de confirmación, Petraeus no presentó ninguna alternativa a la estrategia de la guerra y reiteró que el conflicto militar será prolongado. La guerra, con bajas civiles y militares en ascenso, ya se ha prolongado por nueve años, sin que haya un fin a la vista.

Washington se proclamó el salvador de Afganistán cuando invadió ese país en 2001 —el cañonazo inicial de su “guerra global contra el terrorismo”. Pero nunca ha intentado, a causa de la casi certera derrota a largo plazo, en convertir su campaña militar en Afganistán en una guerra popular. A diferencia de previos conflictos militares de envergadura en la historia estadounidense, Washington ha evitado hacer llamados patriotas a “hacer sacrificios” para el esfuerzo bélico.

Con los cambios en la cúpula militar de la guerra afgana, Washington intenta organizar un nuevo comando militar que pueda progresar en la guerra para avanzar los intereses imperialistas. El único curso en Afganistán que está a favor de los intereses del pueblo trabajador de Afganistán, de Estados Unidos y del mundo entero es la retirada inmediata e incondicional de todas las tropas norteamericanas y las de sus aliados.
 
 
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