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Vol. 74/No. 28      26 de julio de 2010

 
Impacto de ‘estímulo’:
bajo para trabajadores
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Los programas de “estímulo” puestos en práctica por la administración de Barack Obama han tenido poco impacto en las condiciones deteriorantes de trabajo y vida que enfrentan millones de trabajadores.

“Con Estados Unidos atrapado en una depresión, realmente comienza a sentirse como si fuera 1932”, fue el titular de un artículo el 4 de julio en el Telegraph, un periódico publicado en el Reino Unido. “Las ventas de vivienda han bajado, las ventas al por menor han bajado. En mayo los pedidos de fábricas sufrieron su caída más grande desde marzo del año pasado”, señaló el periódico.

En febrero de 2009 el Congreso aprobó la Ley de Recuperación y Reinversión Norteamericana, autorizando el desembolso de 787 mil millones de dólares para subvenciones y préstamos a empresas, pequeños recortes en impuestos, fondos para los gobiernos estatales, y extensiones del subsidio de desempleo para los trabajadores a quienes se les agotaron las 26 semanas de compensación cubiertas por los estados.

Mientras los gobiernos locales podrían haber reducido el ritmo de algunos recortes, cientos de miles de trabajadores estatales y municipales han sido obligados a aceptar recortes de salarios, semanas de trabajo más cortas y cesantías.

“California está apretando más rápido que Grecia”, reportó el Telegraph. “Los trabajadores estatales han visto este año una caída en sus ingresos de un 14 por ciento debido a los despidos temporales obligatorios”. El periódico señaló que el gobernador Arnold Schwarzenegger quiere cortar el salario de 200 mil trabajadores estatales al salario mínimo de 7.25 dólares por hora, hasta que la legislatura estatal apruebe un presupuesto que reduciría el déficit de 19 mil millones de dólares.

A pesar de los fondos federales de “estímulo”, el desempleo ha aumentado, con la cifra oficial oscilando alrededor del 10 por ciento durante los últimos nueve meses, y la tasa de desempleo a largo plazo alcanzando nuevos altos niveles.

La verdadera tasa de desempleo, reportada en un 9.5 por ciento en junio, es más alta que la señalada por las cifras gubernamentales. Solo durante los dos últimos meses, alrededor de un millón de trabajadores “abandonaron el mercado laboral”, dice el Telegraph. Para encubrir la verdadera tasa de desempleo, el gobierno no incluye a los trabajadores que dice que han dejado de buscar empleo.

El gobierno también ha intentado estimular las ventas de viviendas con un descuento de 8 mil dólares para los que compren una casa. Este programa venció en abril. El mes siguiente las ventas de viviendas cayeron un 33 por ciento al nivel más bajo desde que se empezaron a colectar datos en 1963, según el Departamento de Comercio. La “recuperación” de los meses anteriores “se basó casi completamente en el estimulo gubernamental”, dijo el Washington Post.

El programa “dinero por carcachas” iniciado por la administración Obama para promover la venta de automóviles no dio mejores resultados. Se ofrecieron hasta 4.5 mil dólares de valor por un carro viejo entregado al comprar un carro nuevo, con el gobierno reembolsando a los vendedores de carros. En septiembre de 2009, un mes después del vencimiento del estímulo, la venta de automóviles cayó un 23 por ciento con respecto al año anterior.  
 
Condiciones de depresión
Muchos economistas dicen que la recesión profunda, que empezó en diciembre de 2007, se acabó en junio de 2009, unos meses después de la aprobación de la ley de “recuperación”. Sin embargo, pocos son los trabajadores que han notado una diferencia y siguen enfrentando condiciones de depresión económica. Los próximos programas de estímulo tendrán aún menos impacto ya que la próxima baja económica empezará con una tasa de desempleo alta.

Obama dio elogios a la Ley de Recuperación en un discurso en Racine, Wisconsin, el 30 de junio. Evitó otra Gran Depresión, dijo. Al mismo tiempo, el presidente dijo que será una prioridad durante los próximos años “controlar” la deuda y el déficit del gobierno.

Entre los que están promoviendo un nuevo estímulo gubernamental se encuentra el presidente de la federación sindical AFL-CIO, Richard Trumka. Sin esto, “los gobiernos estatales y locales tienen planes para despedir a 900 mil trabajadores”, dijo, y la economía podría sufrir una recesión “doble”.

“Hoy no es el momento para la austeridad fiscal”, escribió el columnista del New York Times, Paul Krugman. Señalando al “resurgimiento aturdidor de la ortodoxia de moneda fuerte y presupuestos equilibrados”, dijo que los “creadores de las políticas” deben “reconocer que no han hecho lo suficiente para promover una recuperación”.

La economía mundial capitalista ha entrado en una crisis deflacionaria de largo plazo, una contracción que no se puede revertir fundamentalmente con los subibajas del ciclo comercial ni por cebados gubernamentales de la economía.

Con el declive en las tasas de ganancias, los capitalistas continúan absteniéndose de expandir la capacidad productiva. Más bien, una vez más están “invirtiendo” su dinero en varias formas de capital ficticio como los derivados, permutas de riesgo crediticio y títulos de crédito hipotecario.  
 
 
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