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Vol. 74/No. 33      30 de agosto de 2010

 
General: Guerra en
Afganistán será larga
(artículo principal)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
La promesa del presidente Barack Obama de comenzar a retirar las tropas estadounidenses de Afganistán en junio de 2011, debe basarse en se haya progresado hacia ganar la guerra, y eso puede “ser una propuesta a largo plazo”, declaró el comandante de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán, el general David Petraeus, el 15 de agosto.

“No vine aquí [a Afganistán] para realizar una salida elegante”, dijo en una entrevista con “Meet the Press”, añadiendo que el momento en el que se podrá comenzar a retirar tropas “dependerá de las condiciones”.

“Lograr una victoria total”, dijo Petraeus, requerirá “un compromiso substancial, significativo” que “tiene que ser duradero”.

Petraeus aclaró que las operaciones militares más grandes de Estados Unidos aún están por venir. Para finales de agosto las tropas norteamericanas llegarán a 100 mil, casi el triple de cuando Obama tomó la presidencia.

Una parte importante de la estrategia de Washington es el adiestramiento de soldados y policías afganos para encargarse de la lucha contra el Talibán. Pero esto no ha tenido buenos resultados.

La noche del 3 de agosto, el ejército afgano envió un batallón de 300 soldados para expulsar al Talibán de la población de Bad Pakh, en la provincia de Lagham, al oriente de Afganistán. A diferencia de otras operaciones, ésta no se coordinó de antemano con oficiales de Washington y la OTAN.

Las tropas afganas fueron rápidamente expulsadas por las fuerzas del Talibán, teniendo que ser rescatadas por tropas de Estados Unidos y Francia. De acuerdo con un vocero militar de Estados Unidos, murieron unos 10 soldados y 20 desaparecieron.

Una semana después de este desastre, Petraeus anunció que la meta de aumentar el tamaño del ejército nacional afgano a 134 mil efectivos se había cumplido tres meses antes de lo anticipado. También se ha organizado una fuerza policial de 109 mil. Además de los 30 mil soldados que Obama envió a Afganistán el pasado diciembre, el Pentágono ha enviado “instructores” para preparar al ejército y la policía afganos.

Unos 300 manifestantes gritando “muerte a Estados Unidos”, bloquearon la carretera que une la capital Kabul con el sur de Afganistán el 12 de agosto, después de que fuerzas estadounidenses mataran a tres civiles en el pueblo Zarin Khil, en la provincia central de Maidan Wardak.

De acuerdo con los ancianos del pueblo, antes del amanecer ese día tropas estadounidenses “entraron a la casa de una familia y mataron a tres hermanos, todos jóvenes y a continuación detuvieron a su padre”, informó Dawn, un periódico paquistaní.

Los manifestantes declararon a Tolo News que los muertos eran estudiantes universitarios en Kabul que estaban en la provincia de vacaciones, mientras que las fuerzas de la OTAN declararon que “sospechaban que eran insurgentes”.

En los primeros seis meses de este año han muerto casi 1 300 civiles afganos, de acuerdo con un informe de la ONU. Si se incluyen los 2 mil heridos, las bajas entre civiles han aumentado en un 31 por ciento. El informe dice que el Talibán es responsable por 76 por ciento de las muertes de civiles.

En un editorial el 13 de agosto, el New York Times expresó sus inquietudes sobre la guerra. “Estamos cada vez más confundidos y ansiosos sobre la estrategia en Afganistán”, declaró, “y cuestionamos si en estos momentos existe la posibilidad del más mínimo éxito”. Culpando a la administración de George W. Bush por no “invertir suficientes tropas, dinero, o atención” en la guerra, señaló que “Obama necesita realizar una mejor labor ahora para explicar la estrategia y cómo está midiendo los avances”.  
 
 
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