Vol. 74/No. 34      6 de septiembre de 2010

Altos funcionarios norteamericanos han dicho recientemente que están completamente preparados para lanzar un ataque militar, a la misma vez que creen que todavía hay tiempo para continuar los esfuerzos para obtener el cumplimiento de Irán.

El gobierno iraní dice que su programa nuclear es solo para producir energía eléctrica. Durante el 2009, la administración de Obama intentó entablar negociaciones con Teherán sobre un plan para recibir uranio enriquecido desde el extranjero. Esas pláticas fracasaron, aunque la Casa Blanca dice estar dispuesto a reanudarlas.

En el programa Meet the Press el 1 de agosto, el almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que es inaceptable permitir que Irán tenga la capacidad de crear una bomba nuclear. Un ataque militar norteamericano podría tener “consecuencias no planeadas que son difíciles de prever en lo que es una región del mundo increíblemente inestable”, enfatizó.

El espacio entre la opción de que Irán adquiera una arma nuclear y la acción militar por parte del gobierno norteamericano “es muy estrecho”, dijo. “Las acciones militares han estado sobre el tapete y siguen sobre el tapete”. Cuando el moderador David Gregory le preguntó si el Pentágono tiene un plan para realizar esta operación militar, Mullen contestó, “Si, lo tenemos”.

La administración de Obama ha dicho que Irán necesita alrededor de un año para poder fabricar una arma nuclear.

“Funcionarios norteamericanos dijeron que Estados Unidos considera que los inspectores internacionales detectarían dentro de semanas cualquier paso iraní hacía un salto adelante, dando bastante tiempo a Estados Unidos e Israel para contemplar ataques militares”, dijo el New York Times el 20 de agosto.

Mientras círculos de la clase dominante norteamericana están discutiendo cada vez más la opción militar, el gobierno norteamericano también está aumentando la presión económica contra Teherán.

El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad menospreció la última ronda de sanciones. Dijo que el gobierno iraní convertirá estas sanciones “en una oportunidad para un boom y autosuficiencia económicos”, según la PressTV de Irán.

Una semana después del anuncio de las últimas sanciones por el gobierno norteamericano, el presidente iraní reportó sobre un exitoso vuelo de prueba del nuevo misil tierra-tierra Qiam 1. También develó un nuevo avión teledirigido de largo alcance.

Hay indicaciones de que un debate está creciendo entre los capitalistas iraníes frente a las presiones militares y económicas de los imperialistas.

Un artículo en el Mehr News, un diario en Teherán, reportó que Mohammad Nahavandian, el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Minas, puso objeciones a funcionarios gubernamentales. “Nahavadian señaló que ‘no es lógico” alegrarse de las sanciones e incitar a los enemigos a que aumenten la presión contra el país”, dijo Mehr News.

Después de más de tres décadas de atrasos, el central nuclear Bushehr en la costa sur de Irán está listo para entrar en funcionamiento. Técnicos iraníes y rusos han empezado a cargar el central con combustible de uranio de bajo enriquecimiento. Debiera de empezar a generar energía eléctrica a finales de noviembre.

El gobierno ruso suministrará el uranio que se usará en el reactor del central Bushehr y se devolverán las varillas de uranio gastado a Rusia.
 
 
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