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Vol. 74/No. 35      20 de septiembre de 2010

 
(portada)
Trabajadores en Sudáfrica
exigen aumentos salariales
 
Reuters/Siphiwe Sibeko
Trabajadores del sector público en huelga en Johannesburg, Sudáfrica, el 26 de agosto.

POR BRIAN WILLIAMS  
La huelga nacional de tres semanas de alrededor de un millón 300 mil trabajadores del sector público en Sudáfrica, fue suspendida por 21 días por funcionarios sindicales el 6 de septiembre. El gobierno, dirigido por el Congreso Nacional Africano y encabezado por el presidente Jacob Zuma, ha criticado la huelga de los trabajadores.

La huelga se inició el 18 de agosto luego de que el gobierno federal rechazara las demandas sindicales de un aumento salarial del 8.6 por ciento y de que se duplique el complemento para gasto de vivienda a mil rand (137 dólares). El gobierno ha ofrecido un aumento del 7 por ciento y subir el complemento a 96 dólares.

COSATU, el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica, que cuenta con más de 2 millones de miembros, ha estado organizando apoyo para los huelguistas. Enfermeras y trabajadores de la salud han bloqueado los hospitales y la educación pública ha sido prácticamente paralizada por las huelgas de los profesores.

Los huelguistas no han acatado una orden judicial que ordena que el “personal esencial”, entre ellos médicos, enfermeras y profesores, vuelvan a sus labores. Estos han enfrentado actos de provocación por parte de la policía, impidiendo las manifestaciones de los sindicalistas y, en algunos casos, disparando balas de goma a la multitud y arrestando a los manifestantes

Incapaces de poner fin a la huelga con esos actos de intimidación, el gobierno ofreció un 7.5 por ciento de aumento salarial y 110 dólares para la vivienda dos semanas después de que comenzara la huelga, pero no fue suficiente para cumplir con las demandas de los huelguistas.  
 
Suben los precios de los alimentos
Los huelguistas exigen salarios más altos debido al rápido ascenso del costo de la vida, especialmente los precios de los comestibles. La inflación es del 4.2 por ciento, según el gobierno. Pero el costo de los alimentos aumenta mucho más, dijo Sizwe Pamla del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Salud y Aliados.

“Miren a Mozambique, estamos sentados sobre una bomba de relojería”, le dijo al diario Financial Times.

En Mozambique se produjeron huelgas y protestas a principios de septiembre por la subida de los alimentos y del combustible. El gobierno de ese país había anunciado el aumento del 30 por ciento en el precio del pan, el 10 por ciento en el precio del agua y la electricidad y el tercer aumento en el costo de la gasolina en dos meses.

En Sudáfrica, otros sindicalistas han salido a la huelga durante la huelga de los trabajadores del sector público. El 30 de agosto los trabajadores de llantas y del caucho paralizaron las labores después de que se rompieran las negociaciones salariales con la patronal. Los trabajadores piden un salario mínimo de 2.75 dólares por hora y aumentos salariales de por lo menos el 10 por ciento.

El Sindicato Nacional de Metalúrgicos de Sudáfrica, que representa a 70 mil trabajadores de gasolineras y fabricantes de repuestos de autos, salió en huelga el 1 de septiembre para pedir un aumento del 15 por ciento. Unos 8 mil miembros del Sindicato Nacional de Mineros en Northam Platinum salieron a la huelga el 6 de septiembre después de rechazar la oferta de la empresa de un aumento salarial del 8 por ciento.

El dirigente del ANC, Jacob Zuma, fue elegido presidente en 2008 con el apoyo del sindicato COSATU y el Partido Comunista Sudafricano. Las tres organizaciones han funcionado como parte de la coalición del gobierno.

La huelga de los trabajadores públicos ha llevado a profundas divisiones dentro de la alianza tripartita. Zuma ha atacado a COSATU diciendo que las alteraciones de los “servicios básicos” por parte de los trabajadores es algo “ajeno” a la cultura del ANC y de la alianza. “Incluso durante las campañas contra del gobierno del apartheid no impedimos que las enfermeras fueran al trabajo”, afirmó. Un comunicado del ANC acusó a los sindicatos de “actos de agresión, intimidación y de comportarse como matones”.

En una declaración del 22 de agosto, el Partido Comunista de Sudáfrica, haciendo eco de la posición del ANC, exhortó a los sindicatos a que “tomen las riendas para condenar los actos de grave indisciplina que son, en realidad, contrarrevolucionarios y van contra el pueblo”.

COSATU ha acusado a los dirigentes del ANC de llevar “un estilo de vida de caviar” a la vez que esperan que los trabajadores se aprieten el cinturón. El dirigente de COSATU Zwelinzima Vavi dijo que la alianza gubernamental era “disfuncional”, y declaró a los medios de comunicación el 26 de agosto que la federación sindical no iba ya a “conceder cheques en blanco al ANC” en las elecciones municipales del próximo año”.  
 
 
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