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Vol. 74/No. 36      27 de septiembre de 2010

 
Marcha responde a protesta
contra mezquita en Manhattan
(portada)
 
POR DOUG NELSON  
Unas 3 mil personas se concentraron cerca de la alcaldía de la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre, para responder a protestas en contra de los planes de construir un centro islámico a dos cuadras de donde estaba el World Trade Center. El acto fue convocado como una “movilización de emergencia contra el racismo y la intolerancia antiislámica.”

A unas cuadras y cerca del propuesto sitio de construcción del centro islámico, conocido como Park51, hubo una concentración de dos cuadras de largo, exigiendo "Ninguna mezquita aquí”.

El New York Post estimó que la protesta a favor de la libertad de credo fue de 3 mil y la protesta contra la mezquita de 2 500 personas.

“No a la islamofóbia”, coreaban los manifestantes mientras marchaban por varias cuadras desde la alcaldía hasta el edificio federal, y de regreso. Otras consignas denunciaban como racistas al Tea Party Patriots y a otros manifestantes contra la mezquita. Un pequeño número de negros, latinos y asiáticos participaron en la protesta contra la mezquita.

“Me preocupan nuestros derechos como ciudadanos estadounidenses”, dijo Aja Mujinga Sherrard, una estudiante de Sarah Lawrence College quien asistió con un grupo de 32 estudiantes.

“Estoy harta del racismo disfrazado de patriotismo”, dijo Regan Schwartz, maestra de primaria en Brooklyn de 30 años de edad, quien participó con otro maestro de Queens. “Yo soy musulmán”, dijo Momodou Marong, un trabajador desempleado de DHL originalmente de Gambia. “Yo vine a mostrar mi apoyo. Estoy en contra del racismo y la intolerancia”.

Hablaron unos 50 oradores, entre ellos la ex congresista Cynthia McKinney, el ex procurador general de Estados Unidos Ramsey Clark y la activista pacifista Cindy Sheehan, así como representantes de una variedad de partidos políticos y organizaciones comunitarias, culturales y religiosas.

Desde la tarima muchos denunciaron la discriminación contra los musulmanes y las guerras de Washington en Afganistán e Iraq.

Cartelones escritos a mano y pancartas impresas decían: “La Primera Enmienda para Todos”, “No al odio, sí a la libertad de religión” y “El Islam ha estado en Nueva York por 400 años”.

La protesta contra la mezquita fue organizada por Stop Islamization of America (Alto a la islamización de Estados Unidos) y dirigida por Pamella Geller, una escritora derechista antimusulmana. Uno de los oradores fue el ex embajador de Estados Unidos a Naciones Unidas John Bolton, quien caracterizó al Iman Feisal Abdul Rauf, el personaje central detrás del proyecto Park51, como antinorteamericano. Bolton criticó al Departamento de Estado por auspiciar el reciente viaje diplomático de Abdul Rauf al Golfo Pérsico.

El orador principal fue Geert Wilders, miembro del parlamento holandés y dirigente del Partido de la Libertad (PVV), quien es conocido por su campaña contra el Islam y los inmigrantes musulmanes. “Debemos trazar una línea”, dijo, “Para que Nueva York, y sus raíces de tolerancia holandesa, nunca se convierta en la Nueva Meca”.

El día siguiente Abdul Rauf dijo ante una reunión del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos que “todo está sobre la mesa” en cuanto a Park51.  
 
 
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