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Vol. 74/No. 37      4 de octubre de 2010

 
‘Tea party’ desconcierta a
demócratas y republicanos
(portada)
 
POR SETH GALINSKY  
NUEVA YORK—Carl Paladino, el candidato millonario de bienes raíces respaldado por el tea party (partido del té) derrotó de forma aplastante en la elecciones primarias realizadas aquí el 14 de setiembre al ex congresista Richard Lazio para ganar la nominación de candidato para gobernador por el partido Republicano. Mientras el triunfo de Paladino y otras victorias del tea party ha estremecido el establishment del partido Republicano, también tiene nerviosos a sectores del partido Demócrata.

En Delaware, la candidata del tea party Christine O’Donnell ganó la nominación del partido Republicano para el Senado estadounidense. Venció fácilmente a Michael Castle, quien ha sido congresista desde 1993, y tenía el apoyo de dirigentes republicanos estatales y nacionales

Canalizando el resentimiento sentido por muchos votantes de clase media y de algunos trabajadores, Paladino prometió “limpiar a Albany con un bate de béisbol” para desalojar a lo que él llama “la clase dominante”.

“Estamos enojadísimos”, dijo Paladino el 14 de septiembre en su discurso de victoria. “El pueblo está harto”.

Como otros candidatos del tea party, Paladino enfatizó la responsabilidad fiscal y la oposición a un gran gobierno y su intervención en los asuntos privados de individuos. No dijo mucho sobre su oposición a la legalización de los trabajadores indocumentados y a los derechos de la mujer al aborto, ni de otros temas sociales.

Mientras la economía estadounidense flaquea y el desempleo continúa golpeando al pueblo trabajador —y en la ausencia de fuerzas que vayan rumbo hacia la formación de un partido obrero masivo independiente de los Demócratas y Republicanos— el tea party encuentra receptividad para sacar a los titulares de ambos partidos.

Aunque el tea party es una agrupación heterogénea, sus partidarios con frecuencia critican tanto al “establishment” Republicano como a los Demócratas. “George W. Bush y muchos oficiales electos, incluyendo al presidente Obama, son el motivo por el que tenemos el movimiento del Tea Party”, dijo la comentarista de la cadena de televisión Fox Andrea Tantaros, una partidaria del tea party. Se quejó que Bush fue responsable por “las fronteras abiertas, recortes presupuestarios que se vencen, Medicare Parte D y los presupuestos en quiebra”.

El “estilo combativo” de Paladino ha desconcertado a sus oponentes. Paladino retó a Andrew Cuomo, el candidato para gobernador nominado por el partido Demócrata, a que “saliera y debatiera como hombre”. Hasta ahora Cuomo ha evadido el reto de Paladino.

“Yo he estado diciendo desde el comienzo de la campaña todo lo que acabas de decir”, dijo Cuomo al New York Post, refiriéndose a las propuestas económicas de Paladino. “Vas a tener que recortar los programas por que no vas a poder pagar la suma”.

Algunos de los dirigentes del partido Demócrata están esperanzados que las fisuras en el partido Republicano fortalezcan sus posibilidades en los comicios de noviembre. Pero muchos funcionarios sindicales y otros también ven el éxito del tea party como una amenaza a los Demócratas.

“Nuestro problema es de realmente reanimar a la base al mayor grado posible”, dijo Gerald McEntee, presidente de la Federación Americana de Empleados Estatales, de Condados y de Municipios (AFSCME) al New York Times, señalando que los miembros de los sindicatos están “desilusionados” por la falta de acción gubernamental, “especialmente en la creación de empleos”.

“Escuchábamos que todo iba a cambiar”, dijo al Times Mike DeGasperis, un obrero metalúrgico de Martins Ferry, Ohio, refiriéndose a la elección de Obama. “Pero no ha habido mucho cambio y el desempleo aun está mal y el área donde vivimos todavía está muy deprimida”. Dijo que todavía no ha decidido cual candidato va a apoyar.

Los funcionarios sindicales y la NAACP están haciendo todo lo posible para promover la marcha que convocaron para el 2 de octubre en Washington por “empleos, justicia, y educación”. Ellos esperan que el evento convenza a los sindicalistas y a otros trabajadores a que voten por los Demócratas. Los organizadores de la marcha dicen que anticipan que centenares de miles se hagan presentes para la movilización.  
 
 
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