Vol. 75/No. 4      31 de enero de 2011

Para el 17 de enero el número de muertos ya había alcanzado los 20 además de 12 desaparecidos. Unos 30 mil edificios quedaron inundados en Brisbane, la tercera ciudad más grande del país. Como resultado de la construcción de viviendas a la orilla del río promovida por los capitalistas inmobiliarios, el costo de los daños llegará a millones de dólares.

Se han inundado minas de carbón de cielo abierto por todo Queensland central, y se han dañado caminos, vías ferroviarias y líneas eléctricas.

Una región agrícola más grande que Texas está inundada en Queensland, con destrozos de millones de acres de cosechas con un valor de 2 mil millones de dólares. Los precios de muchos alimentos en el mercado se han duplicado.

El 14 de enero la primera ministra de Queensland Anna Bligh, admitió que la gigantesca presa Wivenhoe construida sobre el río Brisbane estuvo a punto de romperse.

En vez de soltar el agua en ascenso más temprano y de forma más moderada, la administración de la compañía realizó un “escape urgente” en el que soltó un tercio de la capacidad total de la presa según el periódico Australian. Esto produjo “más del 80 por ciento de la inundación del río Brisbane”.  
 
 
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