Vol. 75/No. 7 21 de febrero de 2011
Militante/Maggie Trowe |
Línea de piquetes a la entrada de Roquette America, en Keokuk, Iowa, el 4 de febrero. |
El local sindical continúa organizando líneas de piquetes las 24 horas del día, reforzándolas con contingentes animados y bulliciosos en las horas de cambio de turno a las seis de la mañana y de la tarde.
Loretta Winters, una electricista de mantenimiento en la Roquette, dijo, Desde que se inició el cierre patronal, estamos más unidos, más cercanos.
Tom Buckert, el vice presidente del local a cargo del comité para los casos de necesidad, dijo que continúan recibiendo apoyo y donativos de trabajadores y sindicatos de la región. El local del sindicato de pintores de Fort Madison recaudó fondos y comestibles mediante una rifa. Mientras estas reporteras se encontraban en la línea de piquetes, llegó un hombre con su camioneta cargada de leña para calentar el cobertizo nombrado el Club 48G.
Además de la línea de piquetes y las actividades para divulgar su lucha, el Local 48G ha agregado una campaña para que el estado y la ciudad detenga los pagos proporcionados a la Roquette. El Local recolectó 3 mil firmas que incluye más de 500 de las firmas fueron recaudados por el Local 310 del sindicato del acero de la planta Bridgestone/Firestone en Des Moines, Iowa.
La Roquette está exigiendo una escala salarial de dos niveles, aumentos en los pagos mensuales para el seguro médico y poder usar trabajadores temporales y el derecho ilimitado de usar contratistas para cualquier trabajo en cualquier momento, dijo al Militante el presidente del sindicato Steve Underwood.
Uno de los representantes de la Roquette comentó recientemente al periódico Hawkeye, que No hay ninguna intención de destruir el sindicato. El sindicato tiene la opción de disolverse. Su declaración enfureció a los sindicalistas entrevistados por el Militante.
Aunque algunos de los trabajadores despedidos han tenido que obtener otros empleos para poder subsistir, solamente tres de los 240 miembros del sindicato han cruzado la línea de piquetes.
Jerry Brotherton, con 31 años trabajando en la planta, dijo al Militante, La gente se está dando cuenta de que lo que le pasa a un sindicato le pasará a todos.
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