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Vol. 75/No. 14      11 de abril de 2011

 
Washington amplia
guerra en Libia
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Mientras que el presidente Barak Obama ha estado diciendo que van a reducir sus acciones militares, Washington está ampliando los ataques aéreos imperialistas contra Libia.

Durante los primeros 10 días desde que comenzaron los ataques el 19 de marzo, se lanzaron casi 200 misiles de crucero Tomahawk, todos excepto 7 desde buques de guerra norteamericanos. Aviones de la fuerzas aérea norteamericana han realizado 370 misiones de combate, tirando más de 450 municiones guiadas de alta precisión, además de las 147 lanzadas por otros gobiernos.

Además de Washington, las potencias que han participado en los ataques de manera más agresiva han sido Paris y Londres.

Los ataques aéreos imperialistas ocurren en medio de una guerra civil en Libia desatada tras las protestas para exigir el fin del gobierno tiránico de Muammar el Gaddafi, quien ha gobernado este país por cuatro décadas. La meta de Washington y las potencias imperialistas de Europa es estabilizar la dominación capitalista y proteger sus intereses e inversiones en Libia y la región.

Las fuerzas armadas norteamericanas “continuarán realizando la mayoría” de las misiones especializadas, como volar los aviones de reabastecimiento de combustible aéreo y de vigilancia”, dijo a la prensa el vice-almirante William Gortney el 25 de marzo. Gortney es director del estado mayor conjunto norteamericano.

Los ataques aéreos contra las fuerzas terrestres de Gaddafi permitieron que las fuerzas de oposición recuperaran brevemente varias ciudades claves en el este de Libia pero las fuerzas de Gaddafi lograron expulsar a los rebeldes.

Mucha de la artillería desplegada por Gaddafi fue suministrada a su régimen por los mismos gobiernos imperialistas que hoy lo están bombardeando. Antes de que comenzaran las protestas este año, la misma Casa Blanca de Obama había aprobado 77 millones de dólares en vehículos blindados para Trípoli.

El 30 de marzo, la OTAN va a tomar el mando de las fuerzas que están imponiendo la zona de exclusión de vuelos sobre Libia. Washington es la potencia predominante dentro de la alianza militar de la OTAN.

La cuestión del paso del mando de la guerra a la OTAN ha suscitado controversias entre las potencias imperialistas rivales, cada una de las cuales busca como avanzar los intereses de clase de sus gobernantes capitalistas. Washington, Londres e Italia argumentaron a favor de entregar el mando a la OTAN.

En cambio, Paris, que se reincorporó a la OTAN en 2009 después de mantener por 43 años una estructura militar separada, buscó la creación de un mando militar conjunto anglo-francés. Sin embargo, bajo presión de Washington y Londres, el presidente francés Nicolas Sarkozy abandonó la propuesta. Berlín, por su parte, se ha distanciado del ataque militar contra Libia.  
 
 
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