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Vol. 75/No. 17      2 de mayo de 2011

 
(portada)
Interesa a trabajadores en áreas
rurales de Wisconsin el ‘Militante’
 
Militante/Paul Mailhot
David Gundersen en Stoughton, Wisconsin, se suscribió al Militante cuando los socialistas Alyson Kennedy (izquierda) y Betsy Farley (derecha) visitaron su casa para discutir política.

POR PAUL MAILHOT  
STOUGHTON, Wisconsin—“La gente está comenzando a pensar de nuevo en los sindicatos, y esto es positivo” dijo David Gundersen al referirse a las protestas en el capitolio de Wisconsin en los últimos dos meses. Gundersen, conserje de una escuela secundaria y sindicalista en este pueblo de 13 mil habitantes, a 40 minutos al sureste de Madison, ha participado en las protestas semana tras semana. El conversó con un grupo de trabajadores socialistas que pasaban de puerta en puerta en su vecindario para mostrar el Militante a los trabajadores.

Gundersen dijo que el gobierno estatal continuará sus ataques contra los sindicatos. “Va a ser una larga lucha”, dijo, aún estaba ronco por gritar consignas en una protesta el día anterior.

Gundersen fue uno de los 37 trabajadores que compraron suscripciones al Militante durante el fin de semana de abril 16-17. La obtuvo de trabajadores socialistas que estaban haciendo contacto con personas que conocieron en las recientes protestas en Madison. Cinco de los nuevos lectores, entre ellos Gundersen, también compraron el libro El rostro cambiante de la política en Estados Unidos: La política obrera y los sindicatos por Jack Barnes.

El fin de semana de abril 16-17 marcó el comienzo de un esfuerzo de una semana de duración que consistirá en ir de puerta a puerta en pueblos y zonas rurales de Wisconsin, donde la clase trabajadora ha tenido una experiencia de resistencia a las medidas del gobierno que buscan aumentar la austeridad y terminar con los sindicatos. A partir del 23 de abril, los trabajadores socialistas en Estados Unidos y en otros países comenzarán una campaña de seis semanas para ganar 2 mil suscriptores nuevos.

“Hoy puedes tener una charla diferente sobre la política comunista”, dijo Dennis Richter, un trabajador de la región de Chicago que estaba vendiendo el Militante en el pueblo rural Spring Green, al oeste de Madison.

“Un trabajador que dijo que no había participado y no quería el periódico, comenzó a explicar lo que él y sus compañeros de trabajo estaban haciendo para defenderse de su patrón”, dijo Richter. “En poco tiempo se dio cuenta de que estaba hablando de las mismas cosas de las que trata el Militante. Aún así no compró la suscripción pero donó $5 para ayudar a que el periódico le llegue a otras personas”.

“Un hombre que trabaja en la Universidad de Wisconsin primero compró una suscripción introductoria al Militante,” dijo Maggie Trowe de Des Moines. “Luego, mientras yo caminaba por la calle con Randy Jasper [un agricultor de la región que es parte del equipo del Militante] el hombre se acercó en su carro y dijo, ‘he decidido que quiero comprar ese libro, el grande’, señalando hacia El rostro cambiante de la política de Estados Unidos”.

Trowe le preguntó que fue lo que lo convenció a comprar el libro. “Bueno, realmente simpatizo con sus ideas”, explicó. “Y leí en el artículo en el Militante sobre el hombre que puso bombas en los aviones y luego los tribunales federales de Estados Unidos lo dejaron en libertad. No es justo”. Se refería a Luis Posada Carriles, un contrarrevolucionario cubano entrenado por la CIA que recientemente fue absuelto por una corte federal.
 
 
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