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Vol. 75/No. 19      16 de mayo de 2011

 
(portada)
Tornados: Obreros
brindan solidaridad
 
 
Fotos del Militante por Rachele Fruit y George Williams.
Izquierda: Voluntarios en estación de auxilio en Pratt en la escuela Wylam. Brenda Madison es la tercera desde la derecha, Sharon Barkley la quinta. A la derecha: Estudiante de la Universidad de Alabama David Harrison, ayuda como voluntario mientras las clases están suspendidas.

POR RACHELE FRUIT
Y GEORGE WILLIAMS
 
BIRMINGHAM, Alabama—Es evidente que existen dos respuestas opuestas a los poderosos tornados que azotaron siete estados del sur de Estados Unidos. Por un lado está la respuesta del gobierno y sus frías instituciones burocráticas, las compañías de seguros, y los patrones que solo se preocupan de su futuro. Por otro lado está la del pueblo trabajador que, a pesar de sufrir la parte más dura de la crisis, está interviniendo para cubrir el vacío, rescatar victimas y ayudarse los unos a los otros.

Las tormentas del 27 de abril mataron a aproximadamente 330 personas y causaron una destrucción masiva. El estado más golpeado fue Alabama, en donde murieron más de 230 personas, y más de 2 300 resultaron lesionadas. Cientos están desaparecidos.

Muchos sitios de trabajo han cerrado. Pero los que quedaron desempleados debido a los tornados en ocho condados de Alabama no son elegibles para recibir ayuda por desastre a menos de que ya se hayan agotado los fondos estatales para la compensación por desempleo.

Las compañías que continúan trabajando parecen tener poca compasión hacia los numerosos desafíos que encaran los trabajadores golpeados por la tormenta. En la estación 99.5 de la radio FM, los anunciadores dijeron que los patrones estaban llamando a la emisora para decir que si los trabajadores ausentes no llamaban a sus patrones, serían despedidos.

En Birmingham los trabajadores han estado organizando labores de auxilio. Dos días después del tornado, mineros colectaron provisiones, como agua, alimentos, ropa, y velas, llevándolos a sitios apartados como Dora, donde no hay transporte público. Los trabajadores del acero establecieron una estación de auxilio en Ciudad Tarrant, en la que colectaron provisiones y las distribuyeron en Forestdale, una de las áreas duramente golpeadas.

En Ciudad Pratt, organizaron una estación de auxilio en la escuela primaria Wylam.

Brenda Madison, una ex gerente de McDonalds en Birmingham organizó a un grupo de amigos y miembros de familia para proveer alimentos en Ciudad Pratt. Madison explicó que ella había perdido a tres miembros de su familia en un tornado en 1977. “Esta vez cinco miembros de la familia lo perdieron todo, pero todos sobrevivieron”, dijo. “Decidí sacar mil dólares del banco y comprar suficientes alimentos para dar de comer a mil personas”.  
 
 
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