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Vol. 75/No. 21      30 de mayo de 2011

 
Crear movimiento en EUA para
emular ejemplo de Cuba
Mensaje de líder socialista en EE.UU. a Partido
Comunista de Cuba con ocasión de su 6° Congreso
(especial)
 

A continuación reproducimos el mensaje enviado por Jack Barnes, el secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, a nombre del Comité Nacional del partido, a Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), con ocasión del Sexto Congreso del PCC, celebrado del 16 al 19 de abril.

POR JACK BARNES  
El Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores le transmite sus más calurosos saludos y felicitaciones fraternales a la dirección del Partido Comunista de Cuba por el éxito del Sexto Congreso del Partido.

Su congreso se inauguró el 16 de abril, tras la celebración del 50 aniversario de la masiva concentración en La Habana donde Fidel le anunció al mundo el carácter socialista de la Revolución Cubana. Esa solemne ocasión hace cinco décadas movilizó al pueblo trabajador y la juventud de Cuba para la batalla que pasaría a la historia como la primera derrota militar del imperialismo norteamericano en América. Playa Girón demostró de que es capaz de hacer la humanidad trabajadora cuando hombres y mujeres comunes y corrientes luchan por sus principios con la dirección que merecen. Esa victoria política y moral, tan importante como su contrapartida militar, ha mantenido a raya a Washington desde entonces.

Los acompañamos en la celebración del día 16. Su congreso se dirigió entonces al trabajo que tienen por delante en 2011. Unos días más tarde nuestro Comité Nacional convocó una reunión para hacer lo mismo.

La crisis capitalista mundial sin precedentes —de la cual hemos vivido solo los años iniciales— ya ha tenido un impacto devastador, no solo entre las masas trabajadoras en todo el mundo, sino en la vida y el sustento de millones de trabajadores y agricultores en Estados Unidos quienes han perdido, o viven con el temor diario de perder, sus empleos, sus hogares, sus exiguos ahorros de toda la vida, su acceso a la atención médica y sus esperanzas para las nuevas generaciones. Ya se ha comenzado a expresar de muchas formas la reacción al saldo acumulativo de esto, incluidas las recientes movilizaciones considerables de trabajadores y agricultores en Wisconsin, Ohio y otras partes del Medio Oeste más amplio. El pueblo trabajador está empezando a reaccionar contra las consecuencias de la dictadura del capital. Está empezando a cuestionar y más y más a rechazar la interminable red de panaceas burguesas que por mucho tiempo han propagado los políticos capitalistas de todos los matices.

Como comunistas cuya única razón de ser es la construcción de un movimiento proletario revolucionario capaz de emular aquí en el bastión del imperialismo lo que lograron los trabajadores y agricultores de Cuba hace más de medio siglo y lo que los trabajadores y campesinos del imperio zarista lograron más de 40 años antes de eso, hemos aprendido la insensatez de exagerar el ritmo de los cambios objetivos en la lucha de clases aquí o en otros países. Las revoluciones no son producto de deseos ilusos.

Sin embargo, estamos convencidos de que lo que está ocurriendo hoy es un cambio apreciable en la amplia receptividad objetiva entre la clase trabajadora a ideas y perspectivas que no habrían siquiera considerado hace unos años. Ya hemos empezado a verlo indicado en el hecho de que los trabajadores y agricultores consideran de manera más amplia y más a fondo el programa planteado en las páginas de nuestro periódico, el Militante. Se nota una mayor disposición a discutir, a buscar explicaciones y respuestas radicales y populares que recurren a la solidaridad y combatividad de clase, y que no dependen de “los que son responsables de este desastre” desde el inicio. Aún más importante es el hecho de que este amplio cambio en receptividad se da independientemente de las filiaciones electorales percibidas. Sin importar que se identifiquen como demócratas, republicanos, independientes, libertarios, conservadores, liberales o lo que sea, el interés entre los trabajadores y agricultores en un intercambio serio y cortés es similar.

Estos son cambios de vital importancia. Definen el mundo que enfrenta la dirección de la Revolución Cubana y que nosotros mismos enfrentamos. Es en este contexto que hemos seguido con la mayor atención y solidaridad los desafíos económicos y políticos que el Partido Comunista de Cuba ha estado abordando en los meses antes y durante el Sexto Congreso. Son especialmente importantes los recién electos Comité Central y Buró Político: las decisiones directivas que han situado —lo mejor que pudiera cualquiera— a los cuadros mas experimentados, probados y capaces en posiciones de la mayor responsabilidad.

De nuestra parte, continuaremos haciendo todo lo posible para que el ejemplo vivo de la Revolución Cubana sea comprensible y accesible al pueblo trabajador en Estados Unidos y a los jóvenes que se ven atraídos a sus luchas. Esto será aún más importante a medida que la creciente crisis del capital nos imponga nuevas luchas.

Permanecerá al centro de nuestros esfuerzos la batalla por lograr la libertad de nuestros Cinco compañeros cubanos quienes, contra su voluntad y la nuestra, hoy día están cumpliendo con honor en las primeras filas de la lucha de clases en Estados Unidos. Su dignidad y firmeza siguen siendo la expresión más potente del carácter de la revolución que los hizo. Volverán.  
 
 
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