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Vol. 75/No. 41      14 de noviembre de 2011

 
Obreros del azúcar:
‘No vamos a ceder’
‘Comida, donativos levantan nuestro ánimo’
(artículo principal)
 
POR FRANK FORRESTAL  
EAST GRAND FORKS, Minnesota.—Entre saludos y bocinazos de los que pasaban, los trabajadores despedidos en un cierre patronal, miembros del sindicato de procesadores de granos BCTGM, y sus partidarios, organizaron una línea de piquetes aquí, en el puente Sorlie. Esta actividad el 28 de octubre fue el aviso semanal de que la mayoría de los trabajadores apoyan la lucha de 1 300 trabajadores contra la empresa American Crystal Sugar en el Medio Oeste del país.

Los trabajadores de cinco plantas en Minnesota y Dakota del Norte, además de dos fábricas más pequeñas en el sur de Minnesota y en Iowa, rechazaron el 30 de julio por un margen del 96 por ciento el contrato con concesiones que exigía American Crystal, la procesadora de azúcar de remolacha más grande de Estados Unidos. La empresa respondió despidiendo a los trabajadores con un cierre patronal que llevaban preparando desde hacía algún tiempo.

Las plantas están operando con cientos de trabajadores de reemplazo. Diez camionetas con esquiroles cruzaron la línea de piquetes durante un cambio de turno reciente en Hillsboro, Dakota del Norte.

“La compañía quiere que retrocedamos y convertirnos en un ejemplo. Nosotros no queremos que pase eso”, dijo Dave Pearson, un obrero de la planta que estaba en la línea de piquetes en el puente.

“Tenemos que apoyar a los trabajadores sindicalizados y ofrecer toda la asistencia posible antes de que esto se convierta en la norma aceptada en nuestros pueblos”, escribió Mike Frank en una carta al periódico Grand Forks Herald el 30 de octubre.

La unión trabajó durante varias semanas para reanudar las negociaciones con la empresa. Las negociaciones con un mediador federal comenzaron el 24 de octubre, pero fueron suspendidas al día siguiente. ésta es la primera vez que los dos lados se han reunido desde hace meses.

La compañía hizo dos cambios a su propuesta de anterior. Primero, se comprometió a no despedir a los trabajadores “debido a la decisión de la compañía de subcontratar trabajos”. Segundo, aplazaron por un año la eliminación del actual plan de seguro médico de los trabajadores.

Tras el cierre patronal, se suspendió el seguro médico de los trabajadores. Bajo la nueva oferta, el costo anual promedios por el seguro médico subiría de 650 dólares a 2 400 dólares por persona, y podrían subirse aún más “de vez en cuando”. La extensión de las prestaciones actuales, declaró la empresa, se retirará de la mesa de negociaciones si los trabajadores no aprueban la propuesta antes del 1 de noviembre.

El sindicato ha organizado votaciones en siete plantas para el 1 de noviembre.

“El sindicato llegó a la mesa de negociaciones con 20 propuestas, pero la compañía no tenía interés en discutir ninguna de ellas”, dijo Dave Pokrzwinski, uno de los trabajadores despedidos y representante sindical, frente a su casa en Drayton, Dakota del Norte.

“El texto que amenaza la seguridad del empleo aun está en el contrato”, dijo Scott Ripplinger, un obrero de la planta aquí.

“Todos nosotros queremos volver a trabajar, pero ellos quieren que regresemos arrastrándonos”, dijo Steve Eliason, en la línea de piquetes frente a la planta de Hillsboro.

La compañía quiere “matarnos de hambre al negarnos el subsidio de desempleo”, dijo Dennis Wilebski en la línea de piquetes en Drayton. “Algo bueno que está levantando nuestro ánimo es la actual campaña de la unión para colectar alimentos. Esta semana, los trabajadores en Dakota del Norte recibieron dos sacos de comestibles, cuatro rollos de papel higiénico y un montón de papas”, dijo.  
 
 
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