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Vol. 76/No. 19      14 de mayo de 2012

 
‘La Policía tendrá que
responder por asesinato’
(portada)
 
POR EMMA JOHNSON  
NEWBURGH, Nueva York—Después de que la policía mató a Michael Lembhard, de 22 años de edad, el 7 de marzo en la cocina de la casa de su hermana, la familia decidió luchar. Desde entonces han acudido a la comunidad para buscar apoyo. No creen la versión de la policía sobre los hechos ni aceptan sus excusas por la muerte.

En las reuniones del consejo municipal, en la conferencia de prensa de la policía, en varias protestas en frente del edificio municipal, en mítines y en una audiencia pública, la familia y sus partidarios han mantenido que esto fue un asesinato. Están exigiendo una investigación especial porque no tienen fe en Frank Phillips, el procurador del condado de Orange.

Al ser perseguido por cuatro policías, Lembhard corrió hacia la casa de su hermana y se dirigió a la cocina. Su hermana, Cherry Lembhard, estaba arriba y oyó cuando la policía tumbó la puerta. Según el Times Herald-Record, ella oyó a su hermano decir, “Hagan lo que quieran. Ya háganlo y basta”.

En la conferencia de prensa el 9 de marzo, el jefe de la policía de Newburgh Michael Ferrara declaró que Lembhard había agarrado un cuchillo de la cocina, se lo puso al cuello y amenazo con suicidarse. Entonces viró y se tiró contra los policías con el cuchillo. Abrieron fuego dándole varios balazos.

Ferrara añadió que “una vez que tomó el cuchillo, cambiaron las reglas”, según el Newburgh Circle.

Michael Sussman, abogado para la familia, dijo en una audiencia pública que “su cuerpo recibió 9 balas, y dispararon 20 veces. Dejaron huecos arriba, abajo, en las paredes, el piso, y el sofá”.

Myleeka Pitman, de 21 años, vive en la casa de al lado de donde mataron a Michael Lembhard. Ella se ha unido a las protestas con la familia Lembhard. “La policía de Newburgh mató a mi primo Nate Cobbs en 2007”, dijo Pittman al Militante. “Estamos luchando aquí por algo de justicia”. El informe de la autopsia declaró que Cobbs murió luego de que fue golpeado, balaceado con una pistola Taser y atacado por perros policiales.

Unas 50 personas acudieron a una audiencia pública convocada por Sussman el 7 de abril. La mayoría eran familiares de Lembhard, pero también acudieron miembros de otras familias que hablaron sobre las muertes a manos de la policía en esta ciudad de 28 mil habitantes a 67 millas al norte de la ciudad de Nueva York. El pueblo es poco más de 30 por ciento afro-americano y un 42 por ciento hispano.

El hijo de Gail McDoe, Dionte Jones, de 16 años, murió después de estrellarse contra un edificio lleno de líquidos y gases combustibles luego de ser perseguido por la policía en 2005. Ella dijo que la policía lo dejó morir cuando el auto se estaba incendiando.

También habló Omar Shakur. Su hijo, Antonio Bryant fue muerto por la policía de Newburgh en 2006 a los 23 años de edad. “Cuando mi hijo fue muerto nadie protestó. Cuando Nate Cobbs fue muerto nadie protestó. Le doy gracias a la familia Lembhard por organizar una lucha. Ha atraído atención a todas las otras muertes. Ningún procurador especial va a hacer algo hasta que nosotros hagamos algo. Tenemos que salir a las calles”.

Shakur había participado recientemente en una protesta por el asesinato de Trayvon Martin en el pueblo cercano de Poughkeepsie.

Muchos hablaron sobre el hostigamiento de la policía. Gosford Lembhard Jr., el hermano mayor de Michael, relató una experiencia que tuvo lugar el año anterior. “Estaba en mi carro con mi esposa y dos amigos”, dijo. “La policía de Newburgh nos detuvo, nos ordenó salir del carro y nos esposaron con sus pistolas apuntándonos. Después de un rato nos dejaron en libertad diciendo que había sido un error. Lo recuerdo cada vez que veo a un policía. Presentamos una queja a la policía pero no resulto en nada”.

“Te detienen, te acusan de algo, te ponen preso por un par de horas o días, te dejan en libertad y retiran los cargos”, dijo el primo de Michael Lembhard, Harry Banks. “Pasa un tiempo y se repite el cuento. Esto sucede a cada rato”.

“¿Qué sigue?”, dijo Harry Coolidge, el hermano de Arlene Lembhard, la mamá de Michael. “No nos echaremos para atrás. Lo mataron y deben pagar por sus acciones”.

George el hermano de Harry, señaló la calle. “Yo me crié allí. También mi abuelo y su padre. Este es el barrio oriental de Newburgh, el gueto. Hemos estado aquí por 100 años. No nos vamos. Somos una familia grande y resistente”.

Los miembros de la familia Lembhard-Coolidge son negros y caucásicos. Arlene la madre de Michael es caucásica, Gosford su padre es negro. Varias otras parejas en la familia de más de 100 personas también son mixtas.

Después de la audiencia, Edith King, la hermana de Arlene, distribuyó volantes instando a la gente a participar en una reunión el 9 de abril para demandar que se nombre un “procurador especial para investigar la muerte de Michael Lembhard”.

El gobernador Andrew Cuomo ha negado esta petición. El procurador del condado de Orange dijo que presentará el caso a un gran jurado.

Paul Mailhot contribuyó a este artículo.  
 
 
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