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Vol. 76/No. 35      1 de octubre de 2012

 
Mueren de calor reos
en cárceles de Texas
(portada)
 
POR STEVE WARSHELL  
HOUSTON—30 de julio. El Tribunal de Apelaciones del Quinto Distrito falló que Eugene Blackmon, un reo en el dormitorio C-8 de la prisión estatal de Texas en Beeville, puede demandar al administrador y a funcionarios de la cárcel, por haberlo mantenido a él y a otros 53 presos encerrados con las ventanas cerradas y sin aire acondicionado. Blackmon dice que estas condiciones pusieron en peligro su salud y violaron las protecciones constitucionales contra castigos crueles e inusuales.

Blackmon dijo que el administrador y los carceleros encendieron la calefacción de la celda y no respondieron a sus numerosas quejas por el calor y sus efectos debilitantes sobre su salud, reportó el New York Times.

Estas condiciones son comunes en las cárceles de Texas. Durante los dos meses del verano de 2011, 10 presos del sistema carcelario estatal murieron por insolación. Todos ellos estaban encarcelados en áreas sin aire acondicionado y varios se habían desmayado o perdido el conocimiento mientras estaban en sus celdas. Todos habían muerto de hipertermia, condición que ocurre cuando la temperatura sube por encima de los 105 grados, según los informes de las autopsias y la agencia penitenciaria estatal.

Funcionarios de la prisión y del departamento de justicia penal han admitido que 12 presos han muerto por insolación desde 2007. La falta de aire acondicionado en el sistema carcelario ha sido expuesta en las últimas semanas después de que abogados de la organización sin fines de lucro Proyecto de Derechos Civiles de Texas demandara a la agencia ante un tribunal federal por la muerte de un preso el verano pasado. Esta organización también tiene planes de presentar demandas adicionales por muertes injustificadas.

De las 111 cárceles supervisadas por la agencia, solo 21 de ellas cuentan con aire acondicionado.

Una ley de Texas requiere que las cárceles del condado mantengan la temperatura entre 65 y 85 grados, pero la ley no se aplica a las cárceles estatales.

“A la gente que no sabe cómo es adentro les cuesta mucho entenderlo”, dijo al Militante Ray Hill, un activista en favor de los derechos de los reclusos de la zona de Houston por muchos años. “Nadie pensó en la circulación del aire cuando se construyeron estos lugares y todos están encerrados en celdas de tres paredes sólidas y barras. La unidad Ramsey donde yo estuve encarcelado en Rosharon, Texas, era como un pozo ardiendo”.

“La mayoría de las cárceles solo tienen aire acondicionado para aulas y algunas oficinas. Los reclusos en las celdas del nivel superior regresan a las celdas después de trabajar todo el día en el campo para encontrarse con una temperatura de 125 grados casi toda la noche”, agregó Hill “La única cosa que tienen para refrescarse es la evaporación de su propio sudor”.

En junio, el Proyecto de Derechos Civiles de Texas presentó una demanda por muerte injustificada ante un tribunal federal en favor de Sandra McCollum, Stephen McCollum and Stephanie Kingrey, la esposa, el hijo y la hija de Larry Gene McCollum. Estos acusan a las autoridades carcelarias de causar su muerte por mantenerlo en el sofocante calor de la cárcel estatal de Hutchins, en las afueras de Dallas, donde sufrió un ataque alrededor de las 2 de la madrugada del 22 de julio.

“Hay mascotas en perreras que viven en mejores condiciones”, dijo Stephen McCollun, de 30 años de edad, en la conferencia de prensa en Austin en la que dio a conocer la demanda.  
 
 
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