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Vol. 77/No. 11      25 de marzo de 2011

 
Congreso EUA prepara más
sanciones contra Irán
(portada)
 
POR LOUIS MARTIN  
Mostrando unidad bipartidista, el Congreso de Estados Unidos se prepara para ampliar aún más las sanciones de Washington contra Irán. Su alcance es tal, que según el New York Times equivaldrían a “un embargo comercial si se implementaran en su totalidad”.

Por años, Washington ha realizado una campaña para obligar a Teherán a que abandone su programa de investigaciones nucleares, el cual según Washington y sus aliados tiene el propósito de generar armas nucleares. El gobierno iraní insiste que su programa se usará para la generación de energía y aplicaciones médicas.

El representante republicano Ed Royce de California, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, y el representante Eliot Engel de Nueva York, el demócrata de más alto rango del comité, el 27 de febrero introdujeron conjuntamente legislación “destinada a prevenir que Irán adquiera capacidad de producir armas nucleares”, informó el Times.

La medida de Washington busca ampliar la lista negra de empresas iraníes para que incluya a todas aquellas que controla el gobierno y potencialmente congelar los activos bancarios en euros de Irán en el extranjero. Esta es una de las pocas maneras que le quedan a Teherán para repatriar sus ganancias provenientes del comercio exterior.

Al mismo tiempo, el 26 y 27 de febrero se reiniciaron pláticas sobre el programa nuclear de Irán entre Teherán y representantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas —China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos— y Alemania. Celebradas en Almaty, Kazajstán, Asia Central, estas fueron las primeras pláticas de este tipo desde junio del año pasado.

“Amenazar a Irán no tendrá éxito”, dijo a CNN el embajador de Irán ante la ONU Mohammad Khazaee el 3 de marzo.

Mientras tanto, otra serie de sanciones adoptadas en julio por el Congreso entró en vigor el 6 de febrero. Estas bloquean el acceso directo de Irán a ingresos procedentes de las ventas de petróleo a nueve países. Ahora, Irán solo puede recibir crédito para comprar bienes en esos países, que incluyen sus compradores de petróleo más importantes, entre ellos China, India y Turquía.

Teherán ha insistido en que antes de poder llegar a cualquier acuerdo, todas las sanciones tienen que ser anuladas y que, como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear, su “derecho a enriquecer el uranio” debe ser reconocido.

Los años de sanciones imperialistas parecen haber tenido los efectos deseados, que incluyen no solo dañar la economía de Irán, sino imponer dificultades al pueblo trabajador y alimentar las tensiones entre las facciones de los gobernantes del país.

Según un artículo del Financial Times del 24 de febrero, bajo el impacto combinado de las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, la moneda nacional de Irán, el rial, cayó en un 60 por ciento el año pasado .

La inflación oficialmente ha alcanzado el 28.7 por ciento y la tasa de desempleo entre jóvenes llega al 28.6 por ciento. En las últimas dos semanas de enero, los precios del pollo, los huevos y el arroz subieron un 23, 30 y 37 por ciento respectivamente.

Los patrones en Irán están atacando a los trabajadores, los que en algunos casos se están defendiendo.

Por ejemplo, el sitio web de la Unión de Trabajadores Libres de Irán y otros noticieros informaron que los 1 200 trabajadores de la fábrica Safa Pipe Rolling en Saveh terminaron una huelga de cinco días el 7 de febrero, después que el patrón finalmente les pagó sus salarios de septiembre. Esta fue la segunda huelga de estos trabajadores en dos meses por salarios pendientes.
 
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